El metaverso es un ecosistema donde se fusionan la realidad física y la virtualidad digital, apoyado en múltiples tecnologías. En el sector salud, este entorno inmersivo se basa en una evolución de tecnologías que ya utilizamos actualmente y conceptos de atención médica virtual, como por ejemplo, el uso de la inteligencia artificial, la realidad extendida, los gemelos digitales humanos, las simulaciones médicas con fines de capacitación o la robótica aplicada, cuya finalidad es mejorar exponencialmente la experiencia de usuario y nuestras interacciones como individuos desde la perspectiva tanto del paciente como del profesional.

En industrias pioneras en metaverso y entornos inmersivos, como videojuegos, retail, e-commerce o automovilística, este ecosistema es ya una realidad, utilizándose para diseño de producto, formación, mantenimiento, asistencia personal o logística. La potencialidad y el alcance del metaverso son, si cabe, mucho más amplios en los ámbitos de la atención médica y el cuidado de la salud, donde las aplicaciones son casi ilimitadas.

En los últimos 4 años se han publicado cientos de artículos científicos sobre posibles aplicaciones del metaverso en múltiples especialidades médicas, gestión hospitalaria, desarrollo de productos y servicios de salud, industria farmacéutica o nuevos modelos de negocio. A pesar de ello, apenas estamos comenzando a explorar las múltiples posibilidades que el metaverso podría tener en el sector de la salud.

Como muestra, comparto una selección de 7 casos de uso del metaverso en salud con impacto directo en mejorar la experiencia de pacientes y profesionales, transformar la forma en que interactúan y cambiar por completo muchos paradigmas de nuestro sector.

‘Las tecnologías siempre deben estar al servicio de las personas y sus necesidades reales, priorizando la apuesta por la humanización de la atención médica y los cuidados’

Capacitación, educación y desarrollo de habilidades

Las capacidades inmersivas del metaverso (imágenes 3D, vídeos 360°, sistemas hápticos) permiten impulsar y perfeccionar las destrezas de los profesionales con mayor eficiencia, a mayor escala, en cualquier momento y lugar.

Ensayos clínicos descentralizados

El metaverso puede romper las barreras física y geográfica, trasladando los ensayos clínicos de los hospitales a los hogares de los pacientes, mejorando la adherencia a los tratamientos y la monitorización remota.

Terapias inmersivas

Las intervenciones médicas mediante realidad extendida permiten desarrollar evaluaciones psiquiátricas, terapias cognitivas, rehabilitación e incluso fisioterapia con el apoyo de sensores hápticos.

Procedimientos quirúrgicos

El metaverso proporciona un entorno inmersivo donde los cirujanos aprenden o planifican un procedimiento complejo, practican y prepararan la cirugía con mayor precisión o simulan patologías específicas de cada paciente en 3D.

Visualización radiológica

La capacidad de inmersión y visualización avanzada de imágenes médicas que proporciona el metaverso tiene el potencial de ofrecer experiencias médicas más interactivas y realistas, mejorando su valor para el estudio de enfermedades y la planificación quirúrgica.

Telemedicina

La combinación de las gafas de realidad extendida y los diferentes dispositivos portátiles de telesalud permite a los profesionales brindar servicios remotos mejorados de diagnóstico, tratamiento, monitorización y atención.

Gemelos digitales

La visualización inmersiva y 3D en el metaverso permitirá el uso del gemelo digital para crear modelos aplicables que permitan realizar simulaciones y recopilar información en tiempo real de registros, pacientes, profesionales, hospitales o dispositivos, permitiendo potenciar el desarrollo de la medicina personalizada y mejorar el rendimiento de los dispositivos médicos y las organizaciones sanitarias.

Aunque las posibilidades asociadas al metaverso en el sector salud son innumerables, el camino hacia su plena implantación implica una importante transformación cultural, donde la resistencia al cambio, los prejuicios y sesgos asociados al desconocimiento estarán muy presentes entre pacientes y profesionales.

En este sentido, se hace más que necesario seguir trabajando en aspectos clave como son la creación de herramientas tecnológicas basadas en demandas reales, la puesta en marcha de estrategias públicas para disminuir la heterogeneidad de competencias digitales entre profesionales y pacientes, el desarrollo de soluciones adecuadas que garanticen la privacidad y seguridad de los datos, la creación de normativas y regulaciones propias, el desarrollo de instrumentos de compra y modelos de financiación específicos, además de contar con mayor evidencia científica sobre la viabilidad del metaverso en salud.

Sin duda, las oportunidades que ofrece el metaverso en nuestro sector son enormes y están aún por explotar. No obstante, en ningún caso podemos perder de vista que las tecnologías siempre deben estar al servicio de las personas y sus necesidades reales, priorizando la apuesta por la humanización de la atención médica y los cuidados.