«La medicina personalizada es clave para hacer el sistema más eficaz y eficiente»
Desde su llegada a la Consellería de Sanidade de Galicia, Antonio Gómez Caamaño ha marcado un rumbo firme y decidido en su gestión. Procedente del mundo asistencial, donde destacó al frente del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Clínico de Santiago, este médico con alma de gestor aborda el reto de liderar la sanidad gallega con una visión centrada en la innovación, la eficiencia y, sobre todo, en el bienestar del paciente. Con una estrategia clara para afrontar los principales desafíos del sistema, Gómez Caamaño desgrana en esta entrevista sus prioridades, sus proyectos de futuro y su apuesta por una medicina personalizada, humana y sostenible.
Antes de llegar al cargo, ¿cuáles diría que han sido los hitos más importantes de su carrera profesional?
Sin duda, mi etapa al frente del Servicio de Oncología Radioterápica en el Hospital Clínico de Santiago. Tuvimos la suerte de formar un equipo excelente, muy comprometido tanto con la asistencia como con la docencia y la investigación. Diseñamos un sistema de gestión centrado en el paciente, con una trazabilidad máxima de cada caso, que aún hoy muchos vienen a conocer. Logramos también acreditaciones de calidad y resultados muy buenos en encuestas de satisfacción de los pacientes. Y en investigación, aunque no era fácil abrirse camino en nuestra especialidad, conseguimos hacernos un hueco y el respeto del entorno.
¿Y cómo ha influido esa experiencia en su gestión actual como consejero?
Mucho. Trabajar en oncología te obliga a colaborar con muchos otros especialistas; entiendes el valor del trabajo en equipo, de lo transversal y multidisciplinar. También me ha enseñado a ser pragmático: centrarse en lo que puedes cambiar y no gastar energías en lo que no depende de ti. Y algo que valoro mucho: ser humilde y saber que uno solo no puede hacerlo todo.
Desde su llegada a la Consellería, ¿qué logros destacaría?
Hemos afrontado varios retos importantes. Reestructuramos el equipo directivo desde el principio, y ha funcionado bien. Tuvimos que gestionar el plan de verano con un déficit serio de médicos, pero fue un verano muy tranquilo en lo asistencial. Luego vino el plan de invierno, diseñado entre salud pública y asistencia sanitaria, y conseguimos que el sistema no colapsara pese a una demanda sostenida muy alta. Además, lanzamos un plan contra las agresiones a profesionales, con medidas normativas y de concienciación, y estamos reformando la Ley de Salud para ofrecerles más protección. También estamos avanzando en la optimización de las bajas laborales, con medidas específicas que ya empiezan a dar resultados.
Uno de los temas clave en Galicia es la atención primaria. ¿Qué están haciendo al respecto?
La atención primaria necesita volver a ser atractiva. Durante tiempo ha sido una especialidad poco valorada, y eso se nota. Hay que incentivarla: más contratos estables, conciliación, investigación, planes específicos como el de cirugía menor, que presentamos recientemente. Y también reforzar la docencia y el papel de los médicos de familia en la universidad. Queremos que los MIR vean la medicina de familia como una opción atractiva y vocacional, también en el ámbito rural.
Galicia tiene una población muy envejecida y dispersa. ¿Cómo se adapta el sistema sanitario a esa realidad?
Tenemos casi dos sistemas en uno: uno urbano y otro rural. Las necesidades son distintas. En las zonas rurales, por ejemplo, estamos apostando por enfermeras comunitarias que monitorizan pacientes, con apoyo de tecnología. También la farmacia comunitaria está teniendo un papel clave, sobre todo con la dosificación individualizada de medicamentos para mayores. Y queremos llegar más lejos, llevando fármacos hospitalarios al domicilio o al centro de salud. A eso hay que sumar profesionales como terapeutas ocupacionales, que pueden prevenir caídas y mejorar la autonomía de los mayores en sus hogares.
¿Qué lugar ocupa la innovación y la digitalización en su modelo?
Galicia fue pionera en digitalización sanitaria y seguimos avanzando. Estamos desarrollando una nueva historia clínica electrónica más interactiva y herramientas de monitorización como el proyecto con pacientes diabéticos graves que reciben sensores de glucemia en casa. También usamos inteligencia artificial para radiografías en urgencias. Todo esto no solo mejora la asistencia, sino que cambia los roles y la relación entre pacientes, profesionales y administración. La transformación digital es clave para hacer la sanidad más proactiva, predictiva y personalizada.
Nos hablaba antes de oncología. ¿Está siendo también el eje de su estrategia?
Totalmente. La oncología es un modelo perfecto para evaluar el funcionamiento del sistema sanitario: es clínicamente relevante, transversal, muy ligada a la innovación y con un enorme impacto en recursos. Por eso estamos impulsando el centro de protonterapia, las terapias avanzadas CAR-T y todo lo relacionado con medicina de precisión. Nuestro proyecto estratégico en este ámbito es Xenoma Galicia, con el objetivo de genotipar a 400.000 gallegos. La gran ventaja que tenemos es que disponemos de historia clínica electrónica desde hace más de 20 años. Eso nos permite cruzar datos genéticos y clínicos para modelos predictivos muy potentes. Todo esto nos permite avanzar hacia una medicina más eficaz, eficiente y centrada en el paciente.
¿Cómo están abordando la salud mental?
Hemos creado una subdirección específica, lo que ya indica nuestro compromiso. Hemos pasado de una a siete unidades de prevención del suicidio, mejorado hospitales de día infantojuveniles y aumentado camas. Estamos trabajando también con Educación, con protocolos en colegios, mapas de puntos negros, estamos colaborando con los medios de comunicación… Queremos integrar psicólogos en atención primaria, pero dependiendo de los hospitales, para garantizar continuidad y coherencia. Es un ámbito prioritario, especialmente tras la pandemia, y estamos poniendo todos los recursos posibles para abordarlo con rigor y sensibilidad.
Hablando de futuro, ¿cuáles son los principales retos a medio y largo plazo?
La sostenibilidad. Vamos a tener siempre más demanda, lo cual es buena señal, porque significa que la gente vive más y mejor. Pero necesitamos optimizar el sistema: eliminar ineficiencias, centrarnos en lo que aporta valor en salud y educar a la población en autocuidado. La innovación farmacológica y tecnológica tiene que gestionarse de forma creativa y con colaboraciones que aseguren eficiencia. Y también hay que apostar por la prevención: cuanto antes actúas, menos recursos consumes y mejor calidad de vida ofreces.
Creo que la sanidad la construimos entre todos: profesionales, pacientes, gestores, investigadores… Y si queremos que el sistema sea sostenible, cada uno tiene que asumir su parte de responsabilidad. Galicia tiene un potencial enorme para liderar muchos de estos cambios, y vamos a intentarlo con toda la energía posible