Llamémosles clientes…
Tengo muchos y buenos recuerdos de mi etapa universitaria…
Tengo muchos y buenos recuerdos de mi etapa universitaria…
La crisis de COVID-19 ha puesto de manifiesto que el sector de cuidados prolongados (centros sociosanitarios y residencias de mayores) es particularmente vulnerable en caso de epidemias. Según un artículo publicado por la OCDE se reconoce que “Los ancianos y sus cuidadores se han visto afectados de manera desproporcionada por la pandemia de COVID-19”.
Queridos lectores: Podríamos pensar que los secuestros cibernéticos de hospitales ocurren en series de ciencia ficción como Black Mirror. Pero nada más lejos de la realidad…
La COVID-19 está presente en nuestros pensamientos, aparece en cada conversación que mantenemos, es el eje que vertebra nuestra economía y las políticas sanitarias desde hace dos meses, y por supuesto, está presente en muchos de los entornos por los que nos movemos.
Esta vez, no haré un artículo académico de quince páginas o más. Esta vez, me gustaría hablaros de forma abreviada cómo he visto la situación estas últimas semanas. Bien, intentaré hacerlo de forma cronológica.
¿Están los hospitales preparados para incluir la información demográfica mínima requerida por los indicadores de los sistemas de gestión?
1. Introducción En el futuro, los hospitales estarán en Internet, la información genética invadirá el cloud (convirtiéndose en el “cloud genético”), las investigaciones más exitosas se realizarán a través de analítica de los macrodatos y, las personas podrán vender sus datos obtenidos a través de sus wearables a organizaciones farmacéuticas por medio de plataformas de blockchain. En 2025, el mercado de blockchain sanitario superará los 1,600 millones de dólares1. Con tecnologías disruptivas presentes y venideras, los científicos esperan que en el 2049 no sea necesario acudir al médico, bastando un simple “selfie” con un smartphone para tener un diagnóstico clínico. En concreto, el binomio de las tecnologías big data
La Hospitalización a Domicilio (HaD) es una modalidad asistencial que proporciona tratamiento activo, por parte de profesionales sanitarios, en el hogar del paciente durante un tiempo limitado, para una condición que, de otra manera, requeriría atención en el hospital.