El pasado 20 de mayo celebramos el Día Mundial de los Ensayos Clínicos. En España somos líderes europeos, y en algunos temas incluso mundiales, en investigación científica. ¿Pero dónde se pone el foco de esta investigación? ¿Se responde realmente a las preguntas relevantes que surgen entre los pasillos de un hospital o centro de salud? La realidad es que el 83 % de los ensayos clínicos están promovidos por la industria farmacéutica1. En el año 2022, los laboratorios invirtieron más de 830 millones de euros, y gracias a esto vivimos una era de grandes avances terapéuticos. Pero precisamente por ser esta cifra tan grande, preocupa hasta qué punto los intereses comerciales condicionan las prioridades investigadoras de los estudios.
El debate sobre la independencia de la investigación médica es hoy más urgente que nunca. Son muchos los profesionales sanitarios que buscan recuperar espacio para una investigación que surja de la práctica clínica real y responda mejor a las necesidades reales, aportando unos valores fundamentales al avance científico (ver figura 1)2. No se trata de rechazar la labor investigadora de la industria farmacéutica, sino de complementarla con una mirada más autónoma y cercana al paciente.
Pero nuestro entorno no lo pone nada fácil. La vocación investigadora de los sanitarios se enfrenta a desafíos constantes como una práctica clínica desbordada, la falta de apoyo institucional y una escasa cultura donde se valore y promueva la investigación desde el propio sistema. Además, la financiación pública es claramente insuficiente, lo que frena cualquier intento de fortalecer una vía independiente y sostenible y la mayoría abandona sus inquietudes investigadoras3.
‘El debate sobre la independencia de la investigación médica es hoy más urgente que nunca’
¿Cómo podríamos contribuir a impulsar la investigación independiente en el contexto del sistema sanitario? Las plataformas colaborativas y el uso de tecnología pueden ayudarnos a marcar la diferencia. Iniciativas como PRECIPITA, promovida por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, lograron movilizar más de un millón de euros en 5 años para financiar proyectos científicos a través de micromecenazgo4. Centros como el CNIO también han abierto canales de donación directa que permiten a la ciudadanía implicarse activamente en la promoción de la investigación. Por otro lado, la inteligencia artificial está revolucionando el campo de la investigación biomédica con modelos como Gemini 2.0, creado por Google, que ayudan a los investigadores a procesar publicaciones científicas y sugerir nuevas líneas de trabajo de forma ágil y precisa5.
Fomentar la investigación independiente no es solo una cuestión ética, sino una estrategia global para fortalecer el sistema sanitario y reforzar la confianza en la evidencia científica, guiada por criterios clínicos y no por objetivos de negocio. Pero el camino está lleno de baches y obstáculos. Quienes se atreven a liderar proyectos desde sus centros lo hacen en condiciones precarias y, muchas veces, a contracorriente. Apostar por iniciativas independientes no es una utopía, sino una necesidad real. Como sociedad, deberíamos reflexionar sobre la dependencia que tenemos de la lógica del mercado en la generación de n
ueva evidencia. Porque, tarde o temprano, nuestra salud o la de los nuestros va a necesitar esos avances que, quizá, a nadie le hayan parecido rentables hoy.
Bibliografía
- Farmaindustria. (2025). Más de ocho de cada 10 ensayos clínicos que se realizan en España los promueve la industria farmacéutica. https://www.farmaindustria.es/web/otra-noticia/mas-de-ocho-de-cada-10-ensayos-clinicos-que-se-realizan-en-espana-los-promueve-la-industria-farmaceutica/
- Sánchez, F. (2021). Investigación en el SNS: ¿es posible desde la clínica? Revista Española de Salud Pública, 95, e202103047.
- FECYT. (2020). FECYT reabre Precipita con nuevas funcionalidades. https://www.fecyt.es/actualidad/fecyt-reabre-precipita-con-nuevas-funcionalidades
- Google. (s.f.). Google Research AI: Co-Scientist. https://blog.google/feed/google-research-ai-co-scientist/
- Goldacre, B. (2013). Bad pharma: How drug companies mislead doctors and harm patients (1st American ed.). Faber and Faber.
Carolina Egea Merlos, CEO de Synuptic – Sinergias en Salud
carolina.egea@synuptic.es