Querido lector, hoy quiero hablarte de un agente sanitario estratégico y muy cercano para los pacientes.

Hoy quiero hablarte de la farmacia, nuestras maravillosas farmacias, llenas de personas cercanas y sensibles a los pacientes.

En las dos próximas semanas participo en varios congresos y tengo que decir que me hace mucha ilusión.

De todas formas, no quiero ocultar que llevo ya una buena temporada preocupado por la farmacia en España y tampoco voy a ocultar mis dudas sobre las líneas oficiales y estratégicas a las que llevan a la farmacia.

Nunca había visto un momento y una oportunidad tan grande para posicionar y llevar a la farmacia comunitaria al lugar que le corresponde.

Un lugar protagonista, activo y participativo aportando valor a la sanidad y convirtiéndose definitivamente en el agente más cercano de los pacientes.

Los pacientes queremos una farmacia integrada en nuestra sanidad y en nuestra salud.

No se entiende que a estas alturas y teniendo a los pacientes de su lado todavía estemos como estamos.

‘Los pacientes queremos una farmacia integrada en nuestra sanidad y en nuestra salud’

Las demandas del paciente al igual que las de muchas farmacias y farmacéuticos en España son múltiples. Todas con una vocación de servicio a la ciudadanía, de aportar y ayudar a nuestro sistema de salud, que como sabéis se encuentra tremendamente tensionado, con listas de espera que superan los seis millones y con un trasvase de ciudadanos a la privada desde el COVID de más de dos millones de pólizas en la privada.

El historial del paciente, la comunicación bidireccional con nuestro médico, la prescripción por síntomas leves, o la vacunación, estas y otras muchas son prestaciones que demandamos a la farmacia.

Mi pregunta: ¿qué más tiene que pasar para que esto cambie?

La reforma del estatuto marco, el anteproyecto de ley de medicamentos y productos sanitarios, la futura agencia estatal de salud pública son razones para entender que la sanidad se está moviendo, pero ¿dónde está la farmacia?

A mi modo de ver desaparecida.

Los pacientes no podemos quedarnos en silencio, al igual que reclamamos a nuestras autoridades en mejorar las prestaciones, equidad o listas de espera también reclamamos una farmacia más comprometida implicada e integrada en el Sistema Nacional de Salud.

No hablemos de competencias, hablemos de que necesitan y reclaman los pacientes y ciudadanos.

Y definitivamente, queremos una farmacia integrada y volcada dentro de nuestro Sistema Nacional de Salud.

El sistema, la farmacia y los pacientes, todos, todos ganamos.

Así que espero y confío en el buen hacer y la gran profesionalidad del consejo para que comience a trabajar por este nuevo rumbo.