El desayuno de trabajo titulado «Aplicación de la IA en la gestión de personas» fue organizado recientemente por New Medical Economics en colaboración con Ribera Salud. Este encuentro reunió a destacados ponentes del ámbito sanitario y tecnológico, quienes debatieron sobre la aplicación de la inteligencia artificial en la gestión de personas. Bajo la moderación de José María Martínez García, presidente de New Medical Economics, participaron: Salvador Sanchís Plaus, director de personas del Grupo Ribera; Eneko Sainz-Ezquerra, Healthcare & Industry Partner en Stratesys; Nacho Travesí Barrera, cofundador de Orbio y former founder de Cobee; y Alba Lancho Santos, Chief People Officer en Savana.

Una revolución necesaria en el sector salud

Desde el inicio del encuentro, Salvador Sanchís puso el foco en la necesidad urgente de que el sector salud asuma un rol protagonista en la transformación digital. “El sector salud ha ido a rebufo de la tecnología, siempre más reactivo que proactivo. Esta transformación no es opcional y no podemos quedarnos donde estamos. Necesitamos liderazgo y valentía para avanzar”. Eneko Sainz-Ezquerra coincidió: “Esto no es solo un cambio tecnológico, es como la revolución industrial. Esta vez no afecta al obrero, sino al directivo. El que esté por debajo del rendimiento de una IA, está fuera”.

Los participantes coincidieron en que la IA no solo supone eficiencia, sino una transformación profunda de roles y procesos. Nacho Travesí explicó: “La IA ya está aquí y no hablamos solo de eficiencia, sino de una transformación radical de roles. Recursos Humanos debe liderar este cambio y formar a los equipos para ser más empleables”. Alba Lancho alertó sobre la alta demanda de perfiles híbridos en tecnología y salud: “observamos un aumento significativo en la necesidad de profesionales que combinen competencias en salud y tecnología. Sin embargo, la oferta aún es limitada, lo que incrementa su valor en el mercado y siendo el foco de las organizaciones el ir más allá de las condiciones laborales tradicionales, ofreciendo propósito e impacto social”.

Tecnología al servicio del talento y del paciente

Durante el encuentro se compartieron experiencias prácticas, como la del asistente virtual “Lola”, implementado por Ribera Salud, que monitoriza a pacientes crónicos y reduce visitas innecesarias. “Hay personas mayores que creen que están hablando con alguien real. Esto nos ha permitido liberar muchas horas médicas y de enfermería que aportan poco valor y centrarlas en aquello donde ambos perfiles son imprescindibles”, explicó Salvador. En paralelo, Ribera ha comenzado a automatizar la selección de personal para gestionar decenas de miles de candidaturas de forma ágil, con asistentes que contactan, entrevistan y programan automáticamente. “En la apertura de nuestro hospital del Vinalopó en Elche recibimos 36.000 currículums y en Torrejón 72.000. Hoy, con la IA, podríamos haber filtrado por competencias clave de forma mucho más eficiente”, añadió.

Por su parte, Alba destacó cómo la IA les ha permitido generar planes de acción individualizados con objetividad y sin sesgos: “La responsabilidad de acompañar y desarrollar a los equipos sigue estando en manos de los managers, pero la IA se ha convertido en un aliado muy útil. Les proporciona información objetiva y sugiere estrategias de desarrollo personalizadas, lo que les permite tomar decisiones más informadas y centradas en el potencial de cada profesional”. Nacho explicó cómo esta tecnología permite pasar de evaluaciones puntuales a procesos continuos: “Puedes grabar un audio sobre el desempeño de tu equipo y que un agente lo analice semana tras semana. Es información útil y estructurada para tomar decisiones más acertadas”.

La IA también se aplica en la detección de burnout. Eneko compartió que ya existen herramientas que analizan emociones y expresiones faciales en plataformas como Teams. Sin embargo, advirtió sobre los límites legales actuales. Alba alertó: “Si detectas un problema y no haces nada, es peor. Las alertas deben ir acompañadas de un plan de acción real”. En este sentido, todos coincidieron en que la tecnología debe estar al servicio de la persona. “La IA te tiene que ayudar a mirar más y mejor a los pacientes y empleados”, afirmó Nacho.

People como motor del cambio cultural

Más allá de la herramienta, los ponentes insistieron en el cambio cultural que implica este proceso. “Estamos ante una gran oportunidad de reimaginar cómo atraemos y ayudamos a desarrollarse a los profesionales, aprovechando el potencial transformador de la inteligencia artificial”, comentó Alba. “No se trata de cambiar una aplicación, sino de repensar el rol de RRHH en la organización”, dijo Salvador. “Tenemos que dotar de herramientas a los equipos, ser facilitadores y pensar siempre en la experiencia del profesional”. Añadió que fidelizar el talento es la primera estrategia frente a la escasez, y que el uso de tecnologías como portales únicos de empleado o asistentes virtuales van en esa dirección.

Eneko explicó cómo algunas organizaciones están apostando por formar a toda su plantilla en niveles básicos de IA, con formatos como White Belt, para asegurar un conocimiento mínimo transversal y facilitar la adopción. “En seis meses han surgido herramientas impensables. Todo el mundo tiene que saber qué se puede hacer y qué no”. Nacho concluyó con una mirada al futuro: “El empleado no buscará trabajo, los trabajos vendrán a él. La experiencia será la clave de todo, también en Recursos Humanos”.

El encuentro cerró con una idea clara y compartida por todos: la IA no sustituirá el factor humano, pero sí puede devolverle el protagonismo que merece. Una revolución que ya está en marcha y que exige liderazgo, formación y visión estratégica para ser verdaderamente transformadora.