No es nada nuevo decir que la salud pública en nuestro país es un pilar esencial; precisamente por su carácter esencial está sujeto a permanentes tensiones tanto financieras como políticas.

Una buena gobernanza en salud pública compartida entre el Estado y las comunidades autónomas genera fricciones, que, siendo difíciles de gestionar políticamente, recaen sobre los ciudadanos como una losa, muchas veces difíciles de entender.

La desigual distribución de recursos e incluso de competencias no ayudan a dejar un camino libre y nítido para una buena gestión, pues las gestiones compartidas pueden terminar en un “terreno de nadie” y del que se trata de escapar cuando de responsabilidades se habla.

Verdad es que la descentralización ha permitido, este es el lado positivo, acercar las prestaciones sanitarias a los ciudadanos adaptándolas al entorno particular de cada región; bien al contrario (este es el lado negativo) lejos de pacificar la gestión ha generado tensiones en cuanto a la equidad, la eficiencia y los recursos con la consiguiente afectación en la calidad de los servicios prestados.

‘Una buena gobernanza en salud pública, compartida entre el Estado y las comunidades autónomas genera fricciones’

La financiación de la salud pública cobra máximo interés por cuanto la asignación de recursos de todo tipo (económicos, personales y materiales) se traducen en resultados que los partidos políticos “venden” a sus votantes. Ninguna comunidad autónoma quiere dejarse “morder” los recursos que les correspondan, máxime cuando la distribución de estos pudiera no estar ajustada a criterios de igualdad y equidad, que hablando de salud es materia especialmente sensible.

Para hablar de tan importante tema, ASEDEF convocó el pasado día 7 de mayo a los directores generales de Salud Pública de las comunidades autónomas a una sesión de trabajo en Madrid, a puerta cerrada, para debatir, compartir y exponer criterios bajo el título: “Gobernanza y recursos humanos en la salud pública de las comunidades autónomas”.

La sesión de trabajo tuvo un importante interés por lo que supuso la puesta en común de preocupaciones, iniciativas y éxitos en las políticas empleadas. La iniciativa de ASEDEF ha contribuido al intercambio de acciones comunes que sin duda fortalecerán la prestación de salud pública en España. El documento final es de uso interno de las correspondientes direcciones generales de las comunidades autónomas, pero no queda duda de que iniciativas como la comentada ayudan en momentos en los que la palabra consenso parece haberse erradicado del lenguaje.