En la consulta oncológica, una palabra puede ser tan curativa como el fármaco más eficaz. Factores como la adherencia terapéutica, la morbimortalidad, los ingresos en urgencias, las hospitalizaciones, el gasto sanitario y, por supuesto, la salud mental del paciente y del profesional sanitario se ven influidos por la comunicación clínica. La inteligencia artificial (IA) aplicada a la consulta oncológica puede ser una oportunidad para potenciar esa comunicación empática y efectiva que, por falta de tiempo, actitud o formación del profesional sanitario no siempre es posible.
La IA ya está transformando la oncología: desde la detección precoz hasta la búsqueda de fármacos y la personalización de tratamientos. Sin embargo, su impacto más revolucionario puede estar en el ámbito menos visible: la comunicación clínica. En el Hospital Universitario de Getafe, el asistente virtual Lola realiza seguimientos telefónicos a pacientes con cáncer de próstata, recopilando datos sobre síntomas y bienestar emocional. Este sistema permite identificar complicaciones de forma temprana y evita desplazamientos innecesarios, liberando tiempo para que los profesionales se centren en el acompañamiento humano. En el Hospital Clínico de Madrid se está probando la transcripción de la conversación con el paciente y su incorporación estructurada al historial clínico para que el oncólogo pueda mirarle a los ojos para escucharle con atención y no en la pantalla, con la ventaja añadida de disponer de un asistente al diagnóstico y tratamiento.
Lejos de reemplazar al médico, la IA puede ser su mejor aliada en la consulta. Al encargarse de tareas repetitivas y administrativas, permite que los profesionales dediquen más tiempo a escuchar, explicar y acompañar. Asimismo, herramientas de IA están siendo utilizadas para resumir información médica compleja en un lenguaje más comprensible para los pacientes, facilitando una comunicación más clara y efectiva.
‘Lejos de reemplazar al médico, la IA puede ser su mejor aliada en la consulta’
La adherencia terapéutica en pacientes con cáncer está influenciada por la calidad de la comunicación entre el profesional sanitario, el paciente y su familia. Multitud de estudios han demostrado que una comunicación efectiva mejora la adherencia al tratamiento, lo que a su vez se traduce en mejores resultados clínicos y una reducción de la morbimortalidad. Del mismo modo, la falta de escucha activa o explicaciones inadecuadas contribuye a abandono terapéutico, retrasos en el tratamiento y mayor carga emocional, lo que incide negativamente en la evolución clínica del enfermo. Es también la conclusión de los consensos de comunicación clínica eficaz que hemos realizado desde el Instituto #SaludsinBulos con los grupos cooperativos y asociaciones de pacientes en cáncer de pulmón y de colon.
En este sentido, la IA puede ayudar a paliar las deficiencias. Un estudio publicado este año en Journal of Clinical Oncology comparó las respuestas de ChatGPT sobre cáncer de colon con las de oncólogos expertos. Aunque hubo menor concordancia en tratamiento, los investigadores concluyen que puede ser una herramienta útil para educación del paciente y mejora en la adherencia. Otras investigaciones también han probado las posibilidades de empatía y escucha activa de estos asistentes virtuales en diferentes tipos de pacientes oncológicos.
La integración de IA en la comunicación clínica en oncología, mediante asistentes virtuales, escribas y seguimientos telefónicos no solo mejora la experiencia del paciente, sino que también impacta en la adherencia terapéutica y, potencialmente, en la morbimortalidad. La clave está en combinar tecnología y empatía, aprovechando el poder de la IA para liberar tiempo, aclarar información y apoyar al paciente en todo su recorrido terapéutico. Es el objetivo también de los representantes de sociedades científicas y asociaciones de pacientes en cáncer que se han unido a nuestra iniciativa Mírame a los Ojos.