El “Danshari” es un concepto japonés que se ha popularizado en los últimos años como una filosofía de vida basada en la simplificación, el desapego y la organización. El término proviene de tres palabras japonesas: «DAN» (rechazar lo innecesario), «SHA» (deshacerse de lo que no aporta valor) y «RI» (liberarse del apego emocional a las cosas). Originalmente este término se aplica al ámbito personal y doméstico, pero creo que se puede aplicar también en el contexto sanitario.

En un entorno tan complejo y demandante como una organización sanitaria, donde la eficiencia, la atención al paciente y la gestión de recursos son fundamentales, el Danshari ofrece herramientas valiosas para mejorar la organización, optimizar procesos y fomentar un liderazgo más efectivo.

El primer principio del Danshari, «DAN», se refiere a la capacidad de rechazar lo innecesario. En una organización sanitaria, esto lo podemos traducir en la simplificación de procesos, la eliminación de tareas redundantes y la optimización de recursos. A veces, en las organizaciones acumulamos procedimientos, protocolos y herramientas que, aunque bien intencionados, no aportan valor real o incluso pueden entorpecer el flujo de trabajo. El liderazgo en este contexto debe enfocarse en identificar y eliminar las barreras que impidan la eficiencia y fomentar una cultura de mejora continua. Además, este principio también puede aplicarse a la gestión de inventarios y suministros. Una organización bien organizada debe de contar con los recursos necesarios, pero sin caer en la acumulación excesiva. Esto no solo reduce costos, sino que también minimiza el riesgo de desperdicio y obsolescencia.

El segundo principio, «SHA» se refiere a deshacerse o dejar de hacer lo que no aporta valor. En una organización, esto se puede aplicar tanto a nivel físico como emocional. A nivel físico, implica la eliminación de equipos obsoletos, mobiliario innecesario o documentos que ya no son relevantes. Un espacio despejado y organizado no solo mejora la eficiencia, sino que también contribuye a un ambiente laboral más agradable. Y a nivel emocional, implica la gestión del estrés y las tensiones que son inherentes al trabajo en una organización sanitaria. Los profesionales sanitarios se enfrentan a situaciones de alta presión, lo que puede generar agotamiento emocional y desgaste profesional (burnout). Un liderazgo efectivo debe promover prácticas que ayuden al personal a liberarse de estas cargas, como la implementación de programas de bienestar emocional, y la creación de espacios de soporte y apoyo entre profesionales. Además, este principio también se puede aplicar a la toma de decisiones. Un líder ha de identificar y desechar las ideas o proyectos que no están alineados con la estrategia y los objetivos de la organización.

El tercer principio, «RI», se refiere a liberarse del apego emocional. En un centro sanitario, esto puede traducirse en la capacidad de adaptarse a los cambios y de priorizar las necesidades del paciente y de los profesionales por encima de las preferencias personales o las tradiciones de “siempre lo hemos hecho así”.

La filosofía Danshari fomenta la apertura al cambio, promoviendo una cultura en la que se valore la innovación y la mejora continua. Esto implica estar dispuesto a dejar atrás prácticas obsoletas y adoptar nuevas tecnologías o enfoques que puedan mejorar la calidad de la atención.

‘La filosofía Danshari fomenta la apertura al cambio, promoviendo una cultura en la que se valore la innovación y la mejora continua’

Un buen líder debe tener claro la estrategia y los objetivos y ser capaz de priorizar las acciones y los recursos necesarios. Es decir, identificar lo esencial y saber “decir no” a las demandas o proyectos que no están alineados a los objetivos. El líder debe ser el primero en aplicar los principios del Danshari demostrando con el ejemplo la importancia de la simplificación, la organización y el desapego. Y debe estar atento a las necesidades emocionales de los/las profesionales, implementando prácticas que ayuden a reducir el estrés para mejorar el bienestar emocional.

Como vemos la filosofía Danhrari esta relacionada con el liderazgo y la sostenibilidad porque promueve la optimización de recursos, la reducción del consumo excesivo y la eliminación de lo superfluo. Estos principios están alineados con los pilares de la sostenibilidad (ambiental, económico y social).

Al reducir el uso de materiales innecesarios como productos sanitarios de un solo uso o equipos obsoletos, se disminuye la generación de residuos y se fomenta un uso más eficiente de los recursos (sostenibilidad ambiental). Al optimizar el gasto en insumos y equipos, se reducen los costos (sostenibilidad económica); y al enfocarse en lo esencial, se mejora la calidad de la atención y se promueve un entorno más saludable y equilibrado para pacientes y profesionales (sostenibilidad social). Pero, además esta filosofía beneficia a pacientes (al eliminar todo lo que no aporta valor), a profesionales (reduciendo la carga de trabajo innecesaria, mejorando la productividad y minimizando el desgaste emocional), y a las organizaciones, (optimizando el uso de recursos y eliminando lo innecesario).

La necesidad de una orientación hacia el Danshari es importante en este momento, donde la financiación sanitaria es un asunto de máxima prioridad en todos los países debido al incremento del gasto sanitario por el envejecimiento de la población, las enfermedades crónicas y el aumento de la tecnología.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que entre el 20 y el 40% del gasto sanitario mundial se desperdicia debido a ineficiencias en los sistemas de salud. Estas ineficiencias pueden incluir procesos redundantes, burocracia innecesaria y falta de coordinación entre diferentes partes del sistema.

Los/las profesionales/las cada vez tienen más carga asistencial, el 30% de su tiempo lo dedican a tareas administrativas y burocráticas.

Los hospitales son grandes generadores de residuos, 2kg por cama/día (plásticos de un solo uso).

Y no olvidemos que estamos inmersos en la cultura “más es mejor”, tendemos a saturar servicios con protocolos no esenciales, materiales, equipos y fármacos, aumentando costos y provocando errores.

Aplicar esta filosofía puede ayudar a mejorar las organizaciones:

Reduciendo tiempos de espera y costos logísticos.

Disminuyendo residuos hospitalarios (reemplazando materiales. desechables por materiales reutilizables).

Enfocando lo que aporta valor a los pacientes.

Disminuyendo la carga asistencial de profesionales.

Disminuyendo compras innecesarias.

Digitalizando procesos para disminuir el consumo de papel.

Reduciendo el exceso de suministros sanitarios y medicamentos para evitar el desperdicio.

Y simplificando procesos para eliminar trámites burocráticos innecesarios.

Las organizaciones sanitarias que adopten la filosofía Danshari pueden mejorar su reputación y serán percibidas como organizaciones responsables y comprometidas con la sostenibilidad.

Danshari significa redefinir prioridades para crear sistemas agiles, sostenibles y resilientes.

Bibliografia

La sostenibilidad financiera del sistema público de salud. En: Repullo JR, Oteo LA, editores. Un nuevo contrato social para un Sistema Nacional de Salud sostenible. Barcelona: Ariel; 2005.

Sevilla F. Gestión Clínica: la gestión de lo esencial como una estrategia de reforma en el Sistema Nacional de Salud. Rev Adm Sanit, 4 (2000).

Hideko Yamashita «Dan-sha-ri: ordena tu vida», Editorial Brooket.