Las organizaciones sanitarias, al igual que hacen otras empresas de cualquier sector, buscan ofrecer la mejor experiencia a sus pacientes, de tal forma que sigan acudiendo a sus consultas o recomienden sus servicios.

El principal indicador que se utiliza para evaluar la experiencia es el índice de satisfacción. Sin embargo, este presenta limitaciones a la hora de recoger los aspectos emocionales y su percepción.

Evaluar y conseguir una mejor experiencia del paciente es el principal objetivo del neuromarketing aplicado en el sector sanitario.

¿Qué es el neuromarketing?

¿Te imaginas poder ver los estímulos cerebrales que se producen en una persona cuando interactúan con una marca? ¿Qué partes de su cerebro se iluminan cuando hablan sobre un producto con sus amigos?

Eso es precisamente el neuromarketing y ya es una realidad.

El neuromarketing es la ciencia o disciplina que estudia el comportamiento humano y cómo su cerebro reacciona ante ciertas situaciones o estímulos, para luego ser aplicado para mejorar productos y servicios.

Su aplicación aumenta la eficacia de las estrategias de negocio, marca, promoción, fijación de precios e innovación, incluidas, por supuesto, las redes sociales y otras estrategias en medios de comunicación.

¿En qué consiste?

Imagínate un diagrama de Venn, 3 círculos entrelazados. Estos tres círculos reflejan las tres industrias que componen el neuromarketing: el marketing tradicional, la neurociencia y la tecnología médica.

– Marketing tradicional. El primer círculo es básicamente lo que nos viene a todos a la mente cuando hablamos de marketing, hace referencia a todas aquellas estrategias destinadas a promocionar los productos o servicios de una empresa, mediante herramientas online y offline.

  • Nuestro segundo círculo está formado por campos de investigación que se ocupan específicamente del cerebro. Esto abarca, pero no se limita a, la economía del comportamiento, la psicología social y la neurología.

– Tecnología médica.

El gran avance en la tecnología de imágenes médicas en los últimos años nos ha permitido ver con más precisión lo que ocurre dentro de nuestro cerebro. En concreto, la resonancia magnética y los encefalogramas han avanzado hasta el punto de que se pueden generar fotografías de lapso de tiempo del funcionamiento interno del cerebro.

“Evaluar y conseguir una mejor experiencia del paciente es el principal objetivo del neuromarketing aplicado en el sector sanitario”

A pesar de su aplicación primaria obvia en la identificación de enfermedades y dolencias, tener esta representación de nuestras mentes proporciona un tesoro de datos.

Con ello podremos comprender mejor cómo funcionan nuestros pensamientos. La sangre fluye a muchas regiones de nuestro cerebro responsables de emociones como la excitación, el miedo, la reacción de lucha o huida y el deseo y todo ello puede verse mediante una resonancia magnética.

Sin estos tres círculos, el neuromarketing no existiría

Ahora que el tercer círculo ha comenzado a indicar si alguien compraría o no algo cuando dice que lo hará, las grandes multinacionales ya están incorporando el neuromarketing para aumentar las ventas, analizar sus marcas, mejorar la fidelización, etc.

A pesar de que el sector sanitario es considerado uno de los más tradicionales y reticentes a los cambios no debe quedarse atrás en esta ocasión. Precisamente el conocimiento médico, psicológico y científico inherente debe aprovecharse como una ventaja competitiva.

El neuromarketing en el sector de la salud permitirá una mayor comprensión y empatía, entender más correctamente el comportamiento, saber si un paciente está entendiendo o no un tratamiento, alteraciones ante ciertos espacios físicos o personas.

En definitiva, ayudará a conseguir precisamente uno de sus objetivos principales, brindar la mejor experiencia posible al paciente.