La Federación Española de Diabetes (FEDE) logró, el pasado mes de noviembre de 2018, acabar con la discriminación laboral que las personas con diabetes padecían en nuestro país hasta esa fecha, a la hora de acceder a determinados puestos de trabajo de la Administración Pública. Esto ha supuesto un hito histórico que pone a España a la vanguardia de los países de su entorno, en lo que a justicia social se refiere.

La Federación Española de Diabetes (FEDE) decidió dar un paso decisivo a principios de 2017 con el lanzamiento de su campaña contra la discriminación laboral de las personas con diabetes para acceder al empleo público, una iniciativa para todo el territorio nacional y pionera en España, que se puso en marcha tras la reunión que mantuvo con el Defensor del Pueblo, a quien se le expuso la situación de discriminación que padecía el colectivo a la hora de opositar a determinados puestos de trabajo de la Oferta Pública de Empleo (OPE). Se ha tratado, desde el principio, de una iniciativa sustentada tanto por informes jurídicos como por médicos de sociedades científicas como la Sociedad Española de Diabetes (SED), la Red de Grupos de Estudio de la Diabetes en Atención Primaria de la Salud (redGDPS) y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), las cuales avalaron y reconocieron por escrito la necesidad de actualizar los vigentes cuadros de exclusión médicos, por los que se rige la OPE (tanto local como autonómica y nacional), por no contemplar los avances sanitarios, técnicos y formativos que, a día de hoy, permiten un autocontrol y un desarrollo normal de actividades profesionales en ámbitos laborales como los desarrollados por los cuerpos policiales, bomberos o conductores auxiliares de bomberos por parte de las personas con diabetes. Además, y a la suma de esta actualización, se propuso que se diera prioridad, fundamentalmente, a que se valorara cada caso de forma individual, teniendo en cuenta el tipo de diabetes, tratamiento y grado de control glucémico (niveles medios y variabilidad) para definir si una persona era apta o no para un puesto de trabajo y, de esta forma, se pusiera fin a la aplicación de una normativa que, aparte de anacrónica, era incongruente, puesto que si un funcionario debutaba en diabetes, no se le echaba de la función pública, sino que seguía ejerciendo su trabajo dentro del ámbito de la Administración Pública.

Para el desarrollo de esta campaña, FEDE llevó a cabo, igualmente, un profuso plan de acciones institucionales, mediante reuniones y presentación de iniciativas legislativas. En este sentido, en noviembre de 2017 presentó, con el apoyo del Grupo Parlamentario Socialista del Congreso de los Diputados, una Proposición No de Ley en la Cámara Baja; así como una Moción, en el Senado, en marzo de 2018, con el apoyo del Grupo Parlamentario Popular, y que fue aprobada, además, por unanimidad de los grupos de la Cámara Alta. Asimismo, se trabajó muy directamente con expertos juristas que, una vez analizada la causa de FEDE, confirmaron la clara discriminación que padecía el colectivo de personas con diabetes hasta la fecha, por el tan solo hecho de que la Administración Pública no hubiera actualizado los cuadros de exclusión médicos de una OPE que data de hace más de 30 años, concretamente de 1988. En este sentido, la cátedra Clínica Legal de la Universidad de Alcalá de Henares analizó en profundidad, desde el punto de vista jurídico, las exclusiones que, por razones médicas, sufren las personas con diabetes cuando se presentaban a determinadas convocatorias de empleo público.

 La lucha contra la discriminación laboral ha dado sus frutos y, con ello, se ha logrado acabar con una discriminación injustificada por razón de enfermedad

No obstante, desde la FEDE no se pretendió eliminar, en ningún momento, los reconocimientos médicos vinculados a los cuadros de exclusión médicos, puesto que desde FEDE se defiende la legitimidad de la inclusión en las convocatorias de empleo público de reconocimientos médicos obligatorios a lo largo de las fases del proceso selectivo. De hecho, con ellos se busca que las personas que aspiren a uno de esos puestos cumplan con una serie de requisitos médicos, que no les impidan el desempeño de las funciones propias del puesto.

Sin embargo, sí que se consideraba que eran de dudosa utilidad, ya que en la mayoría de las ocasiones eran: genéricos; los órganos que los aplicaban no tenían en cuenta la nueva evidencia científica que se ha generado sobre la diabetes; y se basaban en el rechazo que la diabetes podía suponer para las relaciones laborales. Desde FEDE se ha abogado siempre porque, en todo caso, un diagnóstico positivo de diabetes no debe suponer que la persona no pueda desempeñar un empleo público, sino que haya que analizar con detalle cómo afecta la enfermedad a esa persona. Así las cosas, y tras la recopilación de toda esta base médica, legislativa y jurídica, FEDE presentó y trasladó esta argumentación a la Secretaría de Estado de Función Pública, departamento encargado de llevar a cabo el ajuste pertinente de los cuadros médicos de exclusión a la realidad médica de la diabetes del siglo XXI.

 

Tras esto, fueron varias las reuniones mantenidas durante meses con sus responsables para conseguir el gran hito histórico alcanzado por FEDE: la actualización de los cuadros médicos de exclusión. Esto se logró, oficialmente, el 30 de noviembre de 2018, fecha en la que el Consejo de Ministros aprobó una resolución en tal sentido y que sienta las bases para la actualización de los cuadros médicos de exclusión, mandato que se llevará a cabo de la siguiente manera:

  • En todas las ofertas de empleo público vinculadas al Ministerio de Política Territorial y Función Pública, a lo largo del año 2019.
  • En el resto de ofertas de empleo público, a lo largo del año 2020.

La lucha contra la discriminación laboral ha dado sus frutos y, con ello, se ha logrado acabar con una discriminación injustificada por razón de enfermedad y de lo que, aparte de las personas con diabetes, se podrán beneficiar, en España, otros colectivos con patologías también crónicas con el VIH, celiaquía o psoriasis.