Iniciar una columna de opinión o un artículo, mencionando la marcada tendencia de envejecimiento demográfico en los países europeos, con España figurando en los primeros puestos de la lista, no es algo nuevo. Se estima que la contribución de la “Silver Economy” en la economía de la UE será de 5,7 trillones de euros y 78 millones de empleos en el cercano 2025. Este término “Silver Economy” tan manido últimamente para hacer referencia al concepto económico que pivota sobre los mayores de 65 años, no es algo novedoso, puesto que el origen de dicho término se remonta a la década de los años 70 y se sitúa en Japón, la sociedad más envejecida del mundo y cuyos pasos seguimos en España. A lo largo de estos casi 50 años el camino ha sido lento y tortuoso en el sistema de atención a personas mayores, manteniendo en el eje de ese sistema los intereses económicos del sector residencial, preservando la tranquilidad de las familias por encima del bienestar real de los usuarios y residentes de los centros de mayores, defendiendo ratios de personal insuficientes, etc.

Durante la última década hemos asistido a modificaciones llamativas dentro del modelo asistencial geriátrico, como pueden ser la eliminación casi total de las sujeciones físicas y farmacológicas o el incremento notable de la especialización profesional en síndromes geriátricos.

Hace unos días, en Ubikare tuvimos la oportunidad de estar presentes en la tercera edición del Congreso Nacional de Salud y Dependencia de Alimarket, donde se constató el cambio en el modelo de atención dentro del sector que a nosotros nos gusta llamar “Ecosistema de Mayores” y donde se hizo patente la aportación fundamental que las start-up estamos realizando. En el contexto del evento mencionado, el mensaje fue unánime y contundente desde todos los ángulos del ecosistema y me atrevo a resumirlo con tres siglas: ACP (Atención Centrada en la Persona).

¿Se puede innovar en el mundo de la atención a las personas mayores? ¿Puede la atención centrada en la persona abandonar la utopía y convertirse en algo tangible?

La ACP tampoco es una idea nueva, se trata del paradigma y objetivo estrella de todas las entidades que trabajan con la salud y bienestar de las personas, de una u otra forma.

Llegados a este punto, rescato la pregunta que me hice hace seis años: ¿Se puede innovar en el mundo de la atención a las personas mayores? ¿Puede la atención centrada en la persona abandonar la utopía y convertirse algo tangible? La respuesta hoy sigue siendo SÍ.

Permanecer en el propio domicilio, recibir un resumen diagnóstico integral basado en evidencias científicas, ser atendido bajo un enfoque holístico de la persona por un equipo multidisciplinar de profesionales especializados, disponer de un profesional asistencial habitual de referencia, acceder al consejo experto de profesionales a través de videoconsulta, disponer de un control de las intervenciones con información clara y precisa sobre la calidad asistencial y poder escoger de manera informada, tener la posibilidad de recibir tratamientos personalizados gracias a las mejores guías prácticas de intervención automatizadas, que no únicamente digitalizadas, en un software certificado que garantice la veracidad del consejo e información médica proporcionada.

Queda mucho camino por recorrer hasta alcanzar el nivel óptimo de atención, en el que haya un protagonismo real del paciente y el tratamiento de sus datos médicos para tomar decisiones, más allá de abordajes 360º de CRMs que “garantizan” la calidad supuestamente percibida, pero desde luego no la recibida ni la esperada en un sistema que busca la ACP.

Ángel Díez Domínguez, CEO y Fundador de Ubikare