Transformando el sector desde la tecnología

La ineficiencia de los sistemas sanitarios y sus limitaciones presupuestarias, unido al significativo gasto en salud respecto al PIB en muchos países y el avance de las tecnologías, han favorecido que las grandes compañías tecnológicas pongan la diana en este sector, disparando su inversión en las últimas dos décadas.

Desde 1999 hasta 2022, Amazon, Apple, Google y Microsoft han adquirido 22 empresas relacionadas con la salud, con inversiones en muy diferentes ámbitos: procesos de digitalización, almacenamiento de datos, servicios médicos, seguros, venta online o desarrollo de fármacos.

Podemos destacar, analizando solo los últimos 3 años, diferentes operaciones de gran calado. Por ejemplo, Google adquirió la empresa de tecnología wearable de salud y bienestar Fitbit, por 2.100 millones de dólares. Amazon pagó 3.900 millones de dólares por la compañía One Medical, una cadena de clínicas que funciona mediante un modelo de suscripción y que ofrece atención presencial y digital las 24 horas. Asimismo, Microsoft cerró la compra por 16.500 millones de dólares de Nuance Communications, empresa especializada en reconocimiento de voz e inteligencia artificial orientada al ámbito médico.

Además, desde el año 2013, las cuatro Big Tech han solicitado más de 300 patentes relacionadas con la atención médica, abarcando desde enfermedades neurodegenerativas y cardíacas hasta cáncer o diabetes.

La razón por la cual estas compañías están apostando tan fuerte por el sector de la salud es clara y sencilla: diversificar su modelo de negocio entrando en un sector que demanda a la tecnología como un gran recurso para recortar costes, almacenar datos y digitalizar procesos.

La presencia de las Big Tech en salud se está concretando en un modelo de alianzas con las empresas tradicionales del sector, que normalmente no tienen la capacidad financiera necesaria para afrontar determinados retos. El enorme volumen de datos que manejan las Big Tech y sus herramientas para extraer valor de ellos, las convierten en los socios perfectos de las empresas tradicionales, que conocen mucho mejor las necesidades de los stakeholders del sector, pero en muchos casos se están quedado rezagadas en la transformación digital.

‘La presencia de las Big Tech en salud se está concretando en un modelo de alianzas con las empresas tradicionales del sector’

Para posicionarse en el mercado, las grandes tecnológicas tienen su propia estrategia dependiendo de sus fortalezas y expertise diferencial. Así pues, Apple tiene una estrategia centrada en el paciente, priorizando la experiencia del consumidor. Por ello, la mayoría de sus movimientos en este sector tienen que ver con aplicaciones y funciones relacionadas con los dispositivos del usuario final, aprovechando su competencia central de hardware, software y servicios.

Por su parte, Amazon está más enfocada en aspectos de logística, aunque también está apostando decididamente por servicios relacionados con pruebas diagnósticas, atención primaria, seguros de salud, e incluso por el sector farmacéutico.

La apuesta de Google se centra en la tecnología de inteligencia artificial, el desarrollo de dispositivos portátiles y la adquisición de empresas pequeñas o medianas de muy diferentes ámbitos dentro del sector.

Microsoft, en cambio, está orientada sobre todo a la construcción de una gran plataforma de gestión de datos de salud sobre sus servicios en la nube, con el objetivo de ofrecer soluciones específicas a los proveedores de atención médica.

En mi opinión, es evidente que en los próximos años las cuatro Big Tech van a desempeñar un papel cada vez más importante en la atención sanitaria y el cuidado de la salud. Pocos expertos dudan de que van a liderar una auténtica revolución del Big Data y el análisis de datos en salud, con la meta última de lograr la personalización de los tratamientos, la eficiencia de los sistemas y el abaratamiento de costes.