Las terapias digitales o DTx (digital therapeutics) están transformando los paradigmas de la atención sanitaria al permitir trasladar muchos tratamientos médicos al hogar del paciente.
Este tipo de terapias se basa en softwares robustos, evaluados clínicamente y sujetos a regulación por las autoridades competentes, que se integran en dispositivos como smartphones o tablets. Son, por tanto, tratamientos accesibles, seguros y efectivos que pueden utilizarse de manera independiente, según el caso, o junto con medicamentos, dispositivos médicos u otro tipo de terapias.

El objetivo de las DTx es prevenir, manejar y tratar un trastorno o enfermedad de manera individualizada, generando mejoras sustanciales en los pacientes a corto y medio plazo. Sirven para optimizar la atención médica, mejorar la adherencia a los tratamientos y, en consecuencia, maximizar los resultados en salud.

La industria de las DTx está creciendo rápidamente, sobre todo en Estados Unidos, donde el uso de estas terapias está ya integrado en su sistema sanitario. En ese país, la inversión en startups que desarrollan estas soluciones ha aumentado de media un 40% al año durante los últimos 8 años, favorecido en gran parte por la fuerte apuesta de la FDA por estas terapias a través de su Centro de Excelencia de Salud Digital.

En Europa, y particularmente en España, corremos el riesgo de quedarnos atrás en la integración de estas soluciones en nuestros sistemas sanitarios porque no contamos con una regulación específica ni un modelo de financiación que garantice el acceso y la eficacia de las soluciones DTx más allá de la autorización mediante el marcado CE, catalogándolas como dispositivos médicos.

Actualmente, las soluciones DTx abarcan muchas enfermedades y patologías: asma, diabetes, estrés postraumático, cáncer, migraña, depresión, dolor, enfermedades de la piel, adicciones…

5 ejemplos representativos de las DTx:

Cuidado de pacientes con cáncer: Kaiku Health (Elekta) es una aplicación de apoyo que permite informar sobre los síntomas para obtener, seguidamente, instrucciones de autoatención por parte de profesionales sanitarios, consiguiendo de este modo reducir las visitas presenciales y obtener una atención más rápida y eficaz.

Insomnio crónico: Somryst (Pear Therapeutics), solo accesible bajo prescripción médica, es una aplicación para tratar este trastorno mediante una intervención neuroconductual (restricción y consolidación del sueño). En todo momento hay supervisión de profesionales sanitarios que siguen su uso por los pacientes, gravedad de sus síntomas y métricas de sueño.

Dermatitis atópica: SK-351 (Sidekick Health) es una solución que ayuda a los pacientes a controlar por sí mismos los síntomas de esta afección de la piel. Su uso junto con los tratamientos habituales reduce la sintomatología y mejora la adherencia. También fomenta y crea hábitos que mejoran su salud mental y bienestar general.

Diabetes tipo 2: Insulia (Voluntis) es una aplicación por prescripción que ayuda a los pacientes a controlar su condición, sugiriendo dosis personalizadas de insulina y ofreciendo recomendaciones para controlar la diabetes, siempre bajo supervisión médica.

Dolor lumbar crónico: RelieVRx (AppliedVR) es un sistema de realidad virtual inmersiva, de uso doméstico y bajo prescripción médica, que proporciona un tratamiento complementario a estos pacientes. Ayuda a modular el dolor y desarrollar habilidades para tratarlo mediante técnicas ya establecidas para su manejo.

Sin duda, las DTx van a adquirir en los próximos años un papel fundamental en la prevención, control y tratamiento de numerosas enfermedades. Además, se está comenzando a estudiar si este tipo de terapias, más baratas que el precio medio de los medicamentos, podrían ser más eficaces que estos para tratar determinadas patologías. Igualmente, se está evaluando también su efectividad a largo plazo para el potencial uso en enfermedades crónicas.