Según la publicación del informe relativo a la evolución del número de profesores permanentes de medicina en el período del 2017 al 2026, publicado por la por la CNDFME (Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina Españolas), el número de profesores permanentes vinculados en la facultad promedio española para formar a 173 alumnos por promoción, pasará de 36 profesores vinculados en el 2017 a tan solo 16 en el 2026.

En ese mismo informe se señala que el 55% de dichos profesores se jubilará en la próxima década, lo que hace más que evidente la apremiante necesidad disponer de plazas para dicho profesorado y de profesionales dispuestos a ocuparlas.

Esto, que sucede en las facultades de medicina, con tradición docente muy arraigada y donde los médicos han encontrado una salida laboral interesante, ocurre también, pero de una manera mucho más grave, en las facultades de enfermería. Ante nosotros existe un problema la falta de profesores enfermeros para formar a los grados.

La realidad es que, si no se encuentra pronto una solución, esto afectará directamente a la formación de los grados de enfermería y sin duda, a la prestación de cuidados profesionales en el sistema sanitario y social.

Desde luego afectará al modelo de cuidados seguros, basados en evidencia y en formación para la participación de los pacientes, implantado desde la reforma sanitaria y más aún, desde el abordaje de la cronicidad. Este modelo, cuyo principal bastión lo constituye trabajar desde la capacidad del autocuidado, competencia de las enfermeras españolas, se verá afectado para su desarrollo futuro.

En España, en la actualidad existen 325.000 enfermeras y el día 18 de junio, se manifestaron poniendo sobre la mesa aquello que les preocupaba. Uno de los elementos de la preocupación es el déficit de enfermeras que existe nuestro país y que cuenta con una ratio de 5,6 enfermeras/os por 1.000 habitantes, cuando la media europea es de casi 9 enfermeras o enfermeros por 1.000 habitantes, pero eso siendo algo importante, hoy quiero poner el acento y el foco en la necesidad de aquellos que las forman.

¿De dónde van a salir estas enfermeras graduadas en España, con los problemas estructurales de la formación de los grados y las dificultades por las que atraviesa la Universidad Española en lo que a la formación reglada de los grados de enfermería se refiere?

Este es un tema del que se habla muy poco, no se nombran las dificultades para la formación específica de las enfermeras, la necesidad de disponen de profesores de nuestras áreas disciplinares para que los alumnos consigan la adquisición de sus competencias en la responsabilidad de la gestión y ejecución de cuidados.

Sin duda, como reconocen los organismos internacionales, profesionales muy necesarios en una sociedad cada vez más dependiente de cuidados profesionales, más vulnerable, más frágil y con necesidades de cuidados de alta complejidad que solo se pueden abordar desde sus áreas de conocimiento.

El día 8 de junio, tuve el honor de participar en una Jornada y en un debate, donde la vicerrectora de la Universidad de Ferrol UDC, la Dra. Mª Jesús Movilla Fernández, puso encima de la mesa que si en la actualidad hay déficit de enfermeras, con una formación como grados, en el futuro le preocupaba que se agravase por la falta de profesores enfermeros.

Remarcaba en la mesa su preocupación por quien va a relevar en el futuro nuestra generación de profesores, dado que las enfermeras y enfermeros en la actualidad no ven atractivo el desarrollo de una carrera profesional en el mundo académico, donde además es complejo pertenecer a la disciplina enfermera.

Su preocupación era notable en la mesa, y esta también la manifestaba el Dr. Isidoro Rodríguez Pérez, presidente da Academia de Enfermería de Galicia y otros profesionales de tanta relevancia como la directora del Departamento de Enfermería de la Universidad Autónoma de Madrid, la Dra. Eva García Perea, todos plantean en sus diferentes intervenciones públicas su preocupación sobre, ¿quién formará a los grados enfermeros en su especificidad, si las enfermeras no contemplan el mundo académico como un alternativa laboral?  Los enfermeros plantean que les parece algo imposible, compatibilizar este rol con la vida cotidiana y consideran que es de un acceso casi imposible de recorrer para los profesionales clínicos

Este es el debate y la reflexión que me gustaría traer hoy a nuestra columna.

¿Qué sucede con quiénes deben de formar enfermeras para que aborden realmente las necesidades de la complejidad del cuidado de los ciudadanos si no hay enfermeras que quieran dedicarse al mundo docente?

En España, 53 universidades imparten estudios del grado en Enfermería, de las cuales 44 forman parte del Ranking CYD 2021, lo que supone más del 83% de la representatividad. Existen unas 130 facultades en las universidades españolas, públicas y privadas, donde se estudia el grado.

Estos estudios del grado enfermero son universitarios y por tanto, regulados por la ANECA para su acreditación y esto supone cumplir con una serie de condicionantes por parte del profesorado como no puede ser de otra manera.

En grandes números, anualmente de las universidades españolas gradúan unas 23.000 enfermeras que o bien se pueden incorporar al mundo asistencial o bien pueden decidir continuar preparándose para acceder a la especialización EIR o pueden continuar estudiando un master de urgencias, de herramientas de investigación en poblaciones vulnerables o de dirección y gestión de instituciones sanitarias, un  largo etcétera, dado que la oferta formativa de master, no tiene fin y de estos, algunos de ellos, los de la denominación “ oficial” llevan a las enfermeras graduadas a su tesis doctoral. Significa que existe cantera.

Para conseguir que estas 23.000 enfermeras salgan con las competencias adquiridas que propuso Bolonia, al menos cada universidad debería de disponer como mínimo, dos profesores por asignatura, esto multiplicado por los cuatro años de carrera más la supervisión del prácticum que supone esa formación por modelamiento en el ámbito asistencial, requiere de unas condiciones de compromiso y alineamiento entre las instituciones tanto del ámbito asistencial  como del ámbito académico para tener algún éxito.

La realidad es que las universidades disponen, por ejemplo, fijándonos en una, de unos 50 profesores, pero de los cuales son fijos unos 20 y el resto, son asociados, con la inseguridad que este tipo de relación lleva para directores de departamento, como nos relata la Dra. Eva García Perea, quien afirma que es preciso resolver esta situación cuanto antes, siendo una alternativa viable la consolidación de los profesores vinculados.

Además, existe una problemática multifactorial, según un análisis DAFO que hemos realizado recientemente, como Debilidades más relevantes se identifican:

  • Los enfermeros no pueden compaginar su carrera docente con su carrera asistencial.
  • El esfuerzo que supone la carrera académica, frente a un escaso beneficio y por tanto poco atractivo.
  • La falta de reconocimiento del esfuerzo académico en las bolsas de empleo.
  • La dificultad de acceso que desmotiva el intentarlo.
  • El acceso a plazas de profesor contratado para las enfermeras.
  • Invisibilidad del conocimiento enfermero en el mundo académico.
  • Cambio generación. Falta de relevos de los profesores titulares.
  • El intento de ocupación del espacio de cuidados por otras disciplinas tanto en el mundo académico como en el clínico.

Como Fortalezas:

  • Las enfermeras han descubierto el valor de la generación de conocimiento propio.
  • La especificidad enfermera del ámbito competencial.
  • Enfermeras bien preparadas y con ganas de estudiar.
  • La llegada de enfermeras lideres para formar parte de la dirección académica ocupando algunos puestos de decisión en la Universidad.

Como Amenazas:

  • La incorporación de otras disciplinas por su accesibilidad a las plazas de titulares en el grado de enfermera.
  • La falta de enfermeras graduadas, de doctoras y la puesta en marcha de una formación de técnicos que el contratador pretende que las suplan, usurpando su área competencial y destruyendo los equipos de trabajo.

Como Oportunidades:

  • La consideración de centro/hospital excelente aquel vinculado a la Universidad.
  • La complejidad de los cuidados que tienen los ciudadanos y que han de ser abordados desde la seguridad por enfermeras.

A la vista del DAFO, sin duda alguna, se requiere de un Plan de Acción coordinado y compartido para conseguir el objetivo de que la docencia realmente sea atractiva como campo profesional y sirva como promotor de prestigio y valor para las organizaciones por el hecho de incorporar a sus profesionales al ámbito de la Universidad.

Esto supone, colaborar planteando algún tipo negociación para promover el apoyo interinstitucional y crear elementos de motivación para las propias enfermeras.

Recordemos que La Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades (LOU) establece, en su artículo 48.1, que «las universidades podrán contratar personal docente e investigador en régimen laboral, a través de las modalidades de contratación laboral específicas del ámbito universitario que se regulan en esta Ley o mediante las modalidades previstas en el estatuto de los trabajadores para la sustitución de trabajadores con derecho a reserva del puesto de trabajo.

La LOU establece en su disposición adicional séptima, en relación con el régimen de conciertos entre las universidades y las instituciones sanitarias.  Los conciertos establecerán, asimismo, el número de plazas de ayudante, profesor ayudante doctor y profesor contratado doctor, en las relaciones de puestos de trabajo de las universidades públicas, que deberán cubrirse mediante concursos públicos entre profesionales sanitarios que hubieran obtenido el título de especialista en los tres años anteriores a la convocatoria del concurso».

Dicho esto, en resumen, para una enfermera asistencial que tiene una jornada que va a turnos, que le es difícil acceder a las modalidades existentes por sus escasas retribuciones, inferiores a las retribuciones asistenciales, las dificultades de la acreditación de la ANECA y las limitaciones en el retorno a los centros asistenciales de origen, esta línea laboral, no es atractiva.

Estos son aspectos que dificultan el hecho de que las enfermeras motivadas puedan contemplar esta opción en su carrera, dado que mundo académico tiene así poco atractivo.

De aquí que se deba de trabajar en un Plan que incorpore elementos como:

  • Por un lado, facilitar a los enfermeros, potencialmente candidatos, para que consigan apoyo a nivel institucional en su desarrollo académico y en su perfil investigador.
  • La organización debería de contemplar que las plazas y figuras de profesor universitario traen prestigio y crecimiento a la organización asistencial. Su denominación de centro docente, debería de contemplar a las enfermeras investigadoras y docentes como un valor real para la institución.
  • La creación de plazas de profesores vinculados: la figura del profesor contratado doctor vinculado cumple con el objetivo de facilitar el posible acceso de los profesionales enfermeros a los cuerpos docentes universitarios con unos requisitos notablemente inferiores a los que se exigen para un profesor titular acreditado por la ANECA.
  • La figura del profesor contratado doctor vinculado es muy adecuada para ilusionar con la carrera docente a los jóvenes profesionales con el objetivo de que pueda alcanzarse la oportuna acreditación en unos seis o siete años y poco ofertada a los enfermeros.
  • Las plazas convocadas para la participación de enfermeros junior que hubieran obtenido el de doctor o el título de especialista en los tres años anteriores a la convocatoria del concurso sería interesante y trabajar en que se les facilitase el acceso a la posesión de la acreditación correspondiente de profesor contratado doctor certificada por la ANECA o por el órgano de evaluación externo que determine la norma de la comunidad autónoma correspondiente. En este caso, valdría la pena reflexionar porque las enfermeras encuentran más dificultades y limitaciones de acceso a este tipo de plaza y valorar si se realiza una oferta adecuada para el perfil de las enfermeras o se copian otros perfiles y ellas no pueden cumplirlos.
  • Dentro del Plan, otro elemento es el de la negociación interinstitucional para asegurar, desde un punto de vista legislativo, las condiciones de retorno a la plaza original si el profesor decide renunciar a la plaza docente tiempo después de conseguirla, para volver al puesto asistencial del que disponía inicialmente.
  • La plaza de profesor contratado doctor vinculado, exige una dedicación a tiempo completo (LOU 4/2007), algo que no es obligado para los titulares ni para los catedráticos de universidad.
  • Sería importante revisar, modular y negociar sobre esta exigencia para hacer más atractivo su acceso. Así este tipo de plaza podría resultar más atractivas para determinadas enfermeras asistenciales, garantizándoles que la retribución de estos profesores sea similar a la que recibe un titular de universidad y por supuesto revisar la dedicación en ambos campos.
  • Es necesario diseñar rutas que den la posibilidad de planificar una «carrera docente y asistencial» con una perspectiva de cinco o seis años por delante creando la oportunidad de acreditarse en esta figura docente para continuar el camino académico.

Sin duda, se requiere un Plan que contemple una alianza con la Universidad y la institución sanitaria y que facilite a las enfermeras clínicas su incorporación en el cuerpo docente.

Desde las direcciones de enfermería parece necesario trabajar de manera proactiva, facilitando a las enfermeras que quieran emprender el camino docente, apoyarles en su desarrollo creando la posibilidad de comenzar y animando para que se vea que esta incorporación lleve ventajas visibles tanto para las personas, como para las organizaciones, porque es necesario crear y reforzar estrategias de   beneficio mutua y, por tanto, un beneficio positivo que repercutirá en los ciudadanos.

Esto tiene mucho que ver con la visibilidad del beneficio y la voluntad de generar cambios. Soy optimista y confío en los líderes de ambos organismos.

Bibliografía:

  • Documento aprobado en la Asamblea General de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina de España celebrada en la Facultad de Medicina de Oviedo del 17 al 19 de mayo del 2018 y actualizado en marzo del 2020.
  • JoséPabloLara,AntonioCompaña,AntonioVargas,FrancescCardellach,SecundinoFernández, AlfonsoLópez-Muñiz, Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina de España. La figura docente del profesor contratado doctor vinculado: situación actual en España y la experiencia de Andalucía. Educación Médica, Volume 21, Issue 6, November–December 2020, Pages 397-348