“Galicia tiene un alto nivel de digitalización”

En esta entrevista para New Medical Economics, el Consejero de Sanidad de Galicia ha analizado la gestión del COVID en su comunidad autónoma: lecciones aprendidas, situación actual, vacunación y colaboración entre hospitales. Además, Julio García Comesaña ha contado sus planes de salud mental, retos de futuro y nuevas inversiones en I+D+i.

¿Puede hacernos un balance de la gestión del coronavirus en Galicia?

Primeramente, he de decir que estamos muy orgullosos de los profesionales que tenemos en la sanidad pública gallega. Ante la incertidumbre trabajaron con una gran profesionalidad y, sobre todo, mucho valor. El trabajo en equipo fue fundamental. Evidentemente, no podemos olvidar las más de 3000 personas que fallecieron. Nuestro recuerdo y nuestro pesar.

En este sentido, la llegada de la vacuna salvó muchas vidas y sabíamos que era fundamental diseñar un protocolo, un plan ágil y eficaz para llegar lo antes posible a toda la población susceptible de ser vacunada. Galicia fue una de las comunidades que más rápido y mejor vacunó. Esto fue posible por varios motivos: nuestro equipo de enfermería, de élite, permítanme la expresión.

Al principio contábamos con doscientas enfermeras que recibieron una formación específica para la vacunación COVID. El trabajo en las residencias después en los grandes recintos, pero también en centros de salud e incluso en domicilios, cuando se trataba de personas con problemas de movilidad. Fue un trabajo increíble, duro y emocionante. Debo decir que el plan gallego de vacunación no hubiera sido exitoso sin el desarrollo de plataformas tecnológicas que utilizábamos para enviar las citas y registrar de forma muy eficiente las dosis que íbamos administrando. Y también, por supuesto, un modelo organizativo que funcionó muy bien, coordinado por la salud pública, pero también por supuesto con la Gerencia General de Asistencia Sanitaria y entre todos. El equipo de sanidad que hizo una gestión del proceso de vacunación extraordinario, reconocido por la Xunta de Galicia con la Medalla de Oro de la Comunidad, y reconocido también por el Ministerio con la concesión de la Cruz Sencilla de la Orden Civil de Sanidad.

A nivel de hospitalización y urgencias, hubo momentos complicados, sobre todo al inicio de la pandemia, pero en Galicia trabajamos con la estructura de hospital único lo que nos permitió una flexibilidad absolutamente necesaria para optimizar todos los recursos.
En los servicios de urgencias de todos los hospitales funcionaron bien los dobles circuitos, separando los flujos, COVID, o sospecha, y no COVID.

Atención Primaria contaba también con unas estructuras muy renovadas en muchos casos y donde no estaban renovadas, hubo que hacer algún ajuste de concentración y tuvo un comportamiento francamente bueno.

Pero en esta lucha contra el Sars cov 2, no me quiero olvidar del sentidiño de los ciudadanos que cumplieron las normas aprobadas por el Comité Clínico de expertos, que acudieron a su cita con la vacunación. El comportamiento de los gallegos y gallegas fue ejemplar. Todo junto llevó a ser la comunidad autónoma que prácticamente había tenido menor letalidad en toda la España peninsular, sin duda, la de menores ocupaciones de UCI de planta y la de mayor porcentaje de vacunación.

¿Cuáles han sido las lecciones aprendidas hasta el momento con la llegada del coronavirus?

El trabajo en equipo ha sido fundamental en todos los ámbitos, tanto en Atención Primaria, en las urgencias, en las unidades COVID, etc., se dieron circunstancias de trabajo coordinado entre internistas, neumólogos y anestesistas… trabajo en equipo y decisiones consensuadas. El comité clínico formado por 35 expertos nos ayudó en la toma de decisiones.

Otra lección aprendida es el valor de la tecnología al servicio de la salud. Galicia tiene un alto nivel de digitalización, cuando empezamos a detectar los primeros casos COVID era muy fácil que a los médicos de primaria les apareciera un listado de sus pacientes positivos. Está todo digitalizado, un ciudadano se daba de alta en una página web como positivo y automáticamente le llamábamos y hacíamos todo el proceso con él.

¿Cuál es la situación epidemiológica actual en su Comunidad?

Desde el cambio de estrategia nacional la vigilancia se centra en los ámbitos vulnerables. Esto ha supuesto una adaptación de los indicadores y una pequeña dificultad a la hora de establecer comparaciones con etapas anteriores.

La foto actual sigue reflejando:

  • Un número de casos diarios no despreciable (alrededor de 1.000 casos diarios),
  • Incidencia acumulada (14 días) en mayores de 60 años = 837 (datos del 10/04/22)
  • Incidencia acumulada (7 días) en mayores de 60 años = 459 (datos del 10/04/22).

Refleja la alta capacidad diagnóstica y la declaración diaria al Ministerio de todos los casos positivos. Pero la información más relevante nos la dan los indicadores asistenciales.

Por ejemplo, se ha notado un ascenso en el número de ingresos hospitalarios (568 en el día de hoy), pero es importante manifestar que este indicador recoge todos los casos positivos dentro de los pacientes ingresados, sin diferenciar si la causa del ingreso se debe al COVID o no.

Sin embargo, los datos de ocupación de las unidades de cuidados críticos permanecen estables (15 personas en la actualidad), lo que supone un 0,81% de las camas de UCI ocupadas por pacientes COVID. Esto evidencia, en general, que la gravedad de la enfermedad no ha empeorado.

Galicia, además dispone de los datos de letalidad más bajos en mayores de 60 años, según el informe del Ministerio de Sanidad, con un 2,7%, lo que refleja el éxito de nuestra apuesta por la vacunación.

¿Cómo cree, que ha ido, a su juicio, el ritmo de la vacunación del coronavirus en Galicia?

Lo definiría como excelente. En la última conferencia de presidentes, el presidente Sánchez marcó unos hitos, cuando los marcó la mitad de ellos ya los había cumplido y los que quedaban los cumplió prácticamente un mes o más tiempo antes de lo que estaba estipulado.

Una cosa que hicimos, y que forma parte del éxito de la vacunación, fue mandar la cita, el día y la hora al ciudadano, lo hicimos a través de un SMS porque así lo podía incorporar directamente en la agenda. Eso facilitó mucho que los ciudadanos acudieran a vacunarse. La citación la hicimos automatizada, para las personas mayores y que no tenía SMS hicimos llamadas de voz automatizadas, una máquina llamaba y le daba la cita también. Y una cuestión muy importante fue que las citas se podían consultar digitalmente.

El propio sistema de vacunación fue muy ágil. Llegabas con el código QR y se enseñabas en la puerta, no había que mecanizar nada. El propio enfermero, el registro lo hacía con el QR y con eso ya le cargaba en nombre en la página de registro de vacunas. Eso facilitó muchísimo el proceso y también le dio seguridad. Como estaba todo integrado, incluso en el mismo momento el paciente se digitalizaba, es decir, cuando se vacunaba había un proceso de reconocimiento del ciudadano y eso completaba incluso información necesaria y ya le mandaban el SMS. De hecho, en los 15 minutos posteriores a la dosis ya llegaba el certificado digital al móvil, con lo cual la gente salía del centro vacunación con él.

¿Han tenido desabastecimiento de medicamentos y productos sanitarios durante la pandemia?

La Dirección de Recursos Económicos jugó un papel importantísimo y sobre todo una herramienta que tenemos, que es la plataforma de logística. Nuestros almacenes hospitalarios están concentrados en un edificio cerca de Santiago y de ahí se distribuye a todos los centros.

Que el virus llegara más tarde que en Madrid o Barcelona nos permitió anticiparnos y compramos respiradores en el mes de febrero, teníamos ese sistema de reposición de material que no te obligaba a tenerlo depositado en los centros, sino que lo iba suministrando según se iba necesitando y eso llevó a la Atención Primaria a una muy buena protección.

Incluso antes de llegar el primer caso de COVID a Galicia, ya habíamos definido el material mínimo que tenía que haber en los centros de salud y cada vez que en primaria se veía un paciente, automáticamente se generaba un pedido y se reponía ese material, funcionó muy bien. De forma general, no hubo ningún problema de desabastecimiento.

¿Cómo ha sido la colaboración entre los hospitales gallegos?

Se configuró un Comité Clínico donde estaban también los gerentes de los siete hospitales compartiendo todo lo que se comentaba, dando información y recibiendo, y eso fue muy importante. Y más adelante desarrollamos estrategias de hospital único. Gracias a los referentes de hospitales como el de Lugo y el de Vigo, pudimos, por ejemplo, manejar las camas, sobre todo las de críticos, pero también las de convencional, como si fuéramos un único hospital.

Y ha habido pacientes de Ferrol que se han ido a la UCI de Lugo, o pacientes de Ourense que se han ido a la UCI de Vigo o de Pontevedra. Luego, por ejemplo, a nivel de microbiología, se trabajó con un servicio único. En los peores momentos que no había reactivos, se tomaban muestras de todos los gallegos y se procesaba, tenía un equipo automatizado y procesaba grandes cantidades.

¿Cómo apoyaron a los profesionales sanitarios durante los momentos más álgidos de la pandemia?

Informando y escuchando, haciendo un trabajo de equipo, como ya he apuntado anteriormente. Era, y es, fundamental, tener todos los canales de información abiertos y a disposición de todos nuestros profesionales para mejorar sus condiciones de trabajo y la atención al paciente. Tratamos siempre de llegar a acuerdos. La escucha activa es muy importante y debe ser bidireccional. Por otro lado, de forma específica pusimos en marcha un plan de apoyo psicosocial a nuestros profesionales con charlas y dinámicas de grupo que han sido también importantes.

¿Han realizado acciones de mejora para la atención a los pacientes con enfermedades crónicas? ¿Y para pacientes con problemas de salud mental?

Nosotros pusimos en marcha un ambicioso plan de salud mental, un plan de salud mental post COVID 2020-2024, en el que ya se han incorporado más de 100 profesionales en lo que llevamos hasta ahora. Es un programa que cuenta con una inversión de 83 millones de euros y que finalizará cuando acabe en el 2024 con 241 plazas nuevas. La contratación de sus primeros 100 profesionales ha permitido poner en marcha unidades de prevención al suicidio, como la que teníamos en Ourense y que se extendió a cinco áreas sanitarias más.

También ha permitido poner en marcha hospitales infantojuveniles en otras dos áreas más: Vigo y Santiago, para poder contar con psicólogos clínicos de enlace para atención primaria y hospitalaria en las siete áreas sanitarias. Además, se han creado cinco nuevas unidades de salud mental, tres en el ámbito de los adultos y dos en el ámbito infantojuvenil. Todas ellas, por supuesto, multidisciplinares, con psiquiatras, psicólogos, enfermeras de salud mental, trabajador social y administrativo.

En los presupuestos del año 2022, los fondos para salud mental aumentaron en 4,4 millones de euros y este año se van a poner en funcionamiento dos hospitales de infantojuveniles más, en Lugo y en A Coruña. También se iniciará la obra para dotar a la comunidad de la segunda unidad de hospitalización infantojuvenil para pacientes agudos. En este caso, va a estar en el hospital una unidad que junto con la de Santiago, va a permitir duplicar las capacidades para ofrecer recursos a los pacientes agudos menores de 16 años.

¿Cuáles son los mayores retos de la sanidad gallega?

El principal objetivo sigue siendo el mismo: cuidar, proteger, prevenir y curar a nuestra población. Retos tenemos muchos, pero tengo claro que tenemos que ordenar y fortalecer la Atención Primaria. En este sentido, estamos desarrollando los planes locales de salud ya en 14 centros para que tenga más autonomía a través de las agendas de calidad que hemos puesto en marcha en todos los centros de salud y contar con herramientas que permitan realizar mejor su trabajo.

Hemos apostado por ordenar y potenciar el trabajo de cada una de las categorías profesionales que trabajan en el centro, más allá, por supuesto, del médico de familia, que es una pieza fundamental, también tenemos que potenciar y apoyar la enfermería, tanto la general como familiar y comunitaria. En Galicia la implantamos hace años, tanto es así que ya tenemos plazas en propiedad de enfermeras, especialistas en familiar y comunitaria, y la idea es incorporar activamente a las enfermeras en todos los ámbitos. También revisar el papel de los administrativos para que ayuden más si cabe, al médico/a, a los odontólogos/as, las matronas y terapeutas y los farmacéuticos/as de Atención Primaria, que es una figura que en Galicia teníamos más de 60. Y vamos a seguir potenciando también, por supuesto, a los trabajadores sociales y a todos los dispositivos que comentaba anteriormente de salud mental, donde hemos puesto más cerca de la atención primaria como unidad de salud mental. La idea es que esos profesionales puedan resolver, sin que el paciente tenga que pasar siempre por el médico de familia. En ese sentido, estamos trabajando en la gestión de la demanda, hemos puesto en marcha un proyecto para primero, conocerla, analizarla y luego, orientar a gestionarla hacia el profesional que mejor va a poder resolver esa cuestión. Por supuesto, dentro de su marco de competencias, lógicamente, de manera que podamos reconducir la demanda.

Otro aspecto fundamental es que debemos tener acceso a más profesionales, especialmente de especialistas. Tenemos un sistema de salud especializada francamente bueno, pero que está dando muestras de agotamiento, necesitamos revisar los criterios de acreditación de unidades docentes, especialmente en Atención Primaria, y dimensionar las plazas que formamos cada año a las necesidades. En el ámbito de la Atención Primaria hay que revisar las propias estadísticas de las unidades. Es un diseño de hace muchos años que hay que actualizar y sobre todo ante un problema importante de falta de médicos, de familia, entre otros. Debemos tener un sistema más ágil para autorizar unidades acreditadas y buscando que los médicos de familia pasen más tiempo formándose en salud y menos tiempo en el hospital. Y desde luego, nuestra opinión con una apuesta clara por la especialidad de urgencias. No hay servicio de urgencias en España y los médicos que trabajan en urgencias tienen que hacer medicina familiar y comunitaria. Por lo tanto, estamos ocupando plazas de una especialidad que es muy necesaria, formando a otros especialistas que quieren hacer otra cosa. Lo lógico sería crear esa especialidad y que el que quiera hacer urgencias se forme adaptándose a las unidades docentes.

Nosotros insistimos al Ministerio en varias vías: de 146 plazas que tenemos de medicina comunitaria, este año le hemos pedido aumentar 65 más, es decir, un 45 por ciento más. El Ministerio no nos respondió y en vez de estar formando 65 médicos de familia más a partir del mes de mayo, tenemos que esperar un año más.

Hay que tomar decisiones valientes y aumentar el número de especialistas, aunque sea a cuatro años vista. Cuanto más tiempo retrasemos ese aumento significativo de las plazas y repito, aumenta el número de plazas y revisar los criterios de acreditación de plazas, hay que hacerlos más flexibles y adaptados a la situación actual.

¿Tiene previstas nuevas inversiones en I+D+i? ¿Y en infraestructuras?

En el ámbito de la tecnología de la información tenemos dos grandes apuestas en I+D+i. Por un lado, estamos con la creación de un espacio de datos enfocado a la investigación que permita a nuestros profesionales investigadores acceder a toda la información clínica relevante que se ha producido en el hospital gallego de salud desde hace más de 20 años. Utilizando para ello tecnologías como el big data, Inteligencia Artificial.

Y la segunda gran apuesta es la creación de una plataforma de apoyo a la investigación, abordando la necesidad de las ideas asociadas a la gestión de los datos de la investigación en salud y su mayor interconexión con la actividad asistencial, abarcando el proceso de inicio de los estudios de investigación biomédica. Una herramienta para el ámbito específico de la investigación, pero que trabaje también con los datos clínicos de la historia clínica electrónica.

¿Cuenta Galicia con proyectos en salud digital?

Estamos inmersos en el proceso de transformación digital que ya iniciamos en el año 2005. Galicia empezó con el proyecto de digitalización de la imagen en el año 2004. En el 2007 se incorporó a la historia clínica electrónica a la atención primaria y desde el año 2007 ya es una historia integrada y compartida, primaria-hospital y se ha seguido avanzando. Todo este proceso nos ha permitido, una vez digitalizado todo, transformar muchos de las cosas. Hablábamos de la vacunación como un proceso que hemos transformado una vez que estaba digitalizado y lo hemos hecho de forma diferente. Esto es lo que vamos a intentar hacer con otros muchos aspectos. En ese sentido, creemos que se puede seguir trabajando en la virtualización de la asistencia con el único objetivo de mejorar el acceso de los pacientes y de los médicos a servicios de salud. Mejora de los resultados clínicos, si un paciente desde su casa puede enviar un dato de un parámetro biológico, se puede interaccionar de forma mucho más ágil que si tiene que ir al centro de salud cada semana o cada quince días o cada mes.

Es una inversión que es buena para el paciente y sobre todo mejora su continuidad asistencial. Le dimos un impulso muy grande estas herramientas antes de la pandemia teníamos cien mil pacientes digitalizados y ahora tenemos casi un millón, se identifican con nombre de usuario y con certificado electrónico, lo cual les permite, por ejemplo, acceder a toda la historia e incorporar los datos que estimamos oportunos.

Hay herramientas con las que el médico le puede prescribir al paciente tele monitorización y lo hace desde la propia historia electrónica.

Se imprimen los consentimientos informados, se imprimen los protocolos de servicio que va a tener y desde esa misma ventana se asigna qué profesional va a hacer el seguimiento y ese profesional cuando llega por la mañana en una ventana, tiene a sus pacientes, es decir, que se ha integrado completamente en la historia clínica.

También se han digitalizado todos los aspectos de vigilancia epidemiológica a través de los sistemas de información, se ha ido a la movilidad de estos sistemas. Hemos modificado la app haciendo una mucho más digital y móvil. Los gallegos ya no tienen que llevar la tarjeta sanitaria encima, la llevan en Sergas Móvil en este caso o en apps propios.

Y luego el desarrollo de la octava área sanitaria. En Galicia hay 7 áreas sanitarias, la octava es una transversal que le da soporte a las siete anteriores, pues le va a dar soporte en muchos aspectos clínicos, administrativos y de hecho estamos configurando un proyecto.

No quiero dejar de señalar la oportunidad que hemos tenido estos meses, incluso de pandemia, para destacar algunos proyectos en el ámbito de la tecnología importantes. En 2021 pusimos en marcha en Galicia la terapia con ultrasonidos de alta frecuencia en lo que se llama el HIFU (Ultrasonido Focal de Alta Intensidad) para enfermos de Parkinson, capaz de reducir los temblores de los pacientes hasta en un 80 por ciento. Eso lo hemos hecho en plena pandemia. Hemos comprado el equipo, lo hemos puesto en marcha y hay un número importante de pacientes que ya se han beneficiado de esta tecnología. También en 2021 hicimos un proyecto corporativo de cirugía robótica y pusimos a funcionar en las 7 áreas sanitarias el mismo día del mes de julio para intervenciones, hemos empezado por la próstata, pero es un proyecto corporativo que apuesta por la robótica en todos los hospitales, para que el profesional que trabaja en Ferrol también tenga a su alcance todas las tecnologías necesarias en el ámbito de la robótica. Por supuesto, también al ser un proyecto corporativo creamos una comisión de cirugía robótica general y también hicimos subcomisiones de urología, de ginecología, general y digestiva y también de otorrino. La idea es entre todos monitorizar el proyecto y que de los resultados esperados.

¿Qué nivel de colaboración público-privada tienen en Galicia?

Durante los últimos años Galicia ha apostado por la colaboración público-privada lo ha hecho con los proyectos de compra pública tecnológicas innovadoras (CPTI). Se ha desarrollado de la mano de la empresa, para satisfacer las necesidades que la administración había detectado, hemos trabajado conjuntamente unos productos que luego las empresas, por supuesto, los pueden comercializar, eso forma parte del acuerdo. Significaron una importante apuesta por la I+D+i del servicio de salud, y además buscó un modelo de colaboración con las empresas para que el conocimiento aportado por el SERGAS en la consecución de estos productos pudiera ser utilizado para comercializar y poner en valor resultados y, en definitiva, mejorar el ecosistema, en este caso de las empresas fundamentalmente. Varios de esos productos ya están comercializados e implantados en otras comunidades autónomas y continuamos apostando por esta línea de acción.

En cuanto al equipamiento desde el año 2015 el SERGAS tiene en vigor un contrato de colaboración público-privada con dos socios tecnológicos. Es un proceso de consultas al mercado y un proceso de interacción con las empresas. En este caso, del ámbito del diagnóstico por la imagen y del tratamiento de radioterapia e intervencionista. Después de ese proceso se firmó un acuerdo con dos socios está en vigor hasta el año 23 y que está dando un resultado muy positivo. Se trata de una solución global que está integrada con el resto de las herramientas y está orientada a cubrir las necesidades de realización de pruebas. No hemos comprado tanto equipo, sino como soluciones para poder hacer pruebas diagnósticas o tratamientos. Tanto en medicina nuclear, imagen, hemodinámica como en radioterapia han sido unas piezas fundamentales para que la tecnología de la mano de la sanidad pública o privada pudiéramos tenerla en el servicio de salud, la más actualizada.

¿En qué empleará la Comunidad los fondos europeos?

Tenemos varios frentes de inversión, por ejemplo, los fondos FEDER 1420. Tenemos muchos de ellos dedicados a eficiencia energética, que es una cuestión también importante que al final permite que en hospitales como el de Burela podamos hacer renovaciones de ámbitos de energía con la mayor eficiencia. También hemos trabajado con los fondos FEDER COVID para compartir buenas prácticas y fomentar la innovación desde el exterior a los servicios sanitarios de otros países y en aspectos de medicina personalizada. La idea es reunir a los responsables de toma de decisiones y las partes interesadas en talleres y conferencias intersectoriales organizados sobre cinco áreas temáticas clave.

Luego están los fondos REACT, que están implicados en la realización, por ejemplo, del nuevo Hospital Universitario de La Coruña, o de actuaciones en los bloques quirúrgicos de los distintos hospitales del SERGAS, proyectos de adquisición de material para el laboratorio o el proceso de digitalización y promoción de la salud o desarrollo de sistemas de información de salud pública.

Estamos implicados en muchos ámbitos, todos con los fondos europeos y destacar del fondo del mecanismo de recuperación y resiliencia, el plan de renovación tecnológica que vamos a abordar, donde vamos a invertir 60 millones de euros en actualización, antes de septiembre del 2023 debemos tener renovado una parte de los equipos de diagnóstico por la imagen. Y para este nuevo periodo de 2021-2027 de los fondos europeos, queremos dedicar una gran parte de esfuerzos a esa transformación digital del servicio de salud, invirtiendo 105 millones de euros en la construcción de esa octava área sanitaria que echamos a andar durante la pandemia y que seguimos trabajando en ella.

La idea es buscar un modelo donde trabajar con mayor eficiencia, especialización, inmediatez y por tanto, se trata de desarrollar un centro integral de asistencia sanitaria y tecnología, será esta etapa sanitaria que va a complementar, nunca sustituir, a la estructura sanitaria actualmente existente para permitir aumentar la calidad asistencial, balanceando los servicios en cada momento donde se necesiten, aportando además una atención rápida ante contingencias o el incremento de demandas puntuales, especializando la asistencia y homogeneizar la calidad de la atención en toda la geografía gallega. Invertiremos en inteligencia artificial, en ciberseguridad, en plataformas de virtual health, en robótica, en tecnologías de quinta generación, en internet de las cosas, en herramientas 3D de impresión para conseguir este objetivo y que realmente sea una verdadera transformación del sistema sanitario público gallego.