“La aportación de la profesión farmacéutica es imprescindible para garantizar la salud y conseguir avances en el ámbito social”

El presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos ha hablado con New Medical Economics para contar las propuestas que ha pedido a los líderes políticos en materia de farmacia. Entre otras cosas, Jesús Aguilar también ha hablado sobre el reconocimiento del farmacéutico tras la pandemia del COVID, la educación o la digitalización sanitaria.

 

¿Qué pide a los líderes políticos, en materia de Farmacia, en la siguiente Legislatura? ¿Cuáles son sus propuestas?

En primer lugar, hay que destacar que todas nuestras propuestas siempre tienen como fin mejorar la asistencia farmacéutica a los ciudadanos y, fundamentalmente, reforzar el Sistema Nacional de Salud (SNS) en el que nosotros creemos firmemente. Realmente, cuando sales de nuestras fronteras y comparas, te das cuenta del sistema sanitario que tenemos y de la importancia que tiene sobre la vida de las personas.

La aportación de la profesión farmacéutica es imprescindible para garantizar la salud y, también, para conseguir avances en el ámbito social. Si queremos reforzar y ayudar a que este sistema sanitario sea cada día más competitivo y salga más fortalecido, tenemos que ser conscientes de que la función del farmacéutico es muy importante.

En el caso de las farmacias comunitarias, pueden y tienen que hacer muchas más aportaciones a la sanidad española. La prueba se vio durante la pandemia. En ese momento se comprobó lo que llevábamos tanto tiempo diciendo a las administraciones -a las comunidades autónomas y al Estado, con independencia del partido que gobierne: que el papel del farmacéutico no estaba lo suficientemente desarrollado, y que tiene un potencial importantísimo para poder ayudar al sistema.

Ahora, en las propuestas para reforzar el sistema sanitario, tenemos mucho que aportar en otros ámbitos como la salud pública, donde creemos que el farmacéutico tiene un papel fundamental. Se trata de propuestas para mejorar la calidad, la eficiencia, y equidad del SNS.

Por ejemplo, desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) creemos que es importantísimo que se integre en la Atención Primaria a la Farmacia Comunitaria, no solamente en aspectos normativos, sino también desde el punto de vista real. Otra de nuestras es acercar la innovación terapéutica a la farmacia comunitaria, para poder mejorar el acceso a los ciudadanos de los medicamentos hospitalarios mediante la dispensación colaborativa entre farmacéuticos hospitalarios y comunitarios.

Otra de las acciones concretas que pedimos a los partidos políticos es que se pueda impulsar la atención farmacéutica domiciliaria de una forma ordenada, de manera que las farmacias puedan atender de forma todavía más directa de lo que ya lo hacen a los pacientes con vulnerabilidad, pero siempre con una planificación, porque en estos momentos están apareciendo muchas iniciativas ajenas al mundo de la salud y del medicamento y hay que tener mucho cuidado y mucha precaución en este sentido. Entendemos que es un servicio asistencial tiene que estar muy regulado. Es un tema muy importante que deberá abordar el próximo gobierno.

También creemos que debemos, como ya hicimos durante la pandemia, evitar la interrupción de los tratamientos, facilitando la actuación del farmacéutico en dispensaciones excepcionales como puede ser las faltas de medicamentos. También creemos que es necesario garantizar la cohesión social y territorial en cuanto a la asistencia sociosanitaria a través de las farmcias. Para ello hay que mejorar la viabilidad de la red de farmacias españolas, sobre todo de esas farmacias rurales que están en municipios más pequeños y alejados. El punto de partida es que se ha demostrado que en aquellas poblaciones donde hay farmacias se combate mejor la despoblación. El farmacéutico es una garantía de salud en cualquier sitio.

Además, creemos que hay que entender la salud en ese concepto One Health, que incluye un uso racional de los medicamentos de uso humano, pero también de uso animal, que no dejan de ser lo mismo desde el punto de vista farmacológico, y deben tener los mismos controles y las mismas garantías que en la salud humana. Es un aspecto muy importante en el que hay que  seguir trabajando, desde la colaboración y absoluto respeto a la ndependencia profesional entre el papel del profesional que tiene que diagnosticar y prescribir, y los farmacéuticos que tenemos que dispensar esos medicamentos.

Estas serían las líneas generales de las acciones y propuestas que queremos hacer llegar a todos los partidos políticos.

Recientemente, se ha declarado el final de la pandemia por la COVID-19, ¿está ya suficientemente reconocida la figura del farmacéutico debido a su importante aportación durante la pandemia?

Desde el punto de vista de la sociedad, sin ningún tipo de duda. Se hizo un estudio del papel de la farmacia y de los farmacéuticos durante la crisis de la COVID-19 y salieron unos resultados que revelaron que el 90% de los ciudadanos valoraba la actuación de la farmacia durante la pandemia, mientras que el 80% de los ciudadanos era partidarios de que los farmacéuticos tengan más funciones asistenciales y en salud pública. Ese reconocimiento social es prácticamente unánime y también es compartido por los medios de comunicación, que para nosotros son muy importantes, y siempre han respaldado nuestro trabajo. Y, por último, hay que destacar el reconocimiento por parte del Gobierno español, a través de concesión de la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad a toda la profesión farmacéutica.

En cuanto a las administraciones, durante la pandemia algunas hubo diferencias en el nivel de colaboración con las farmacias. Algunas CCAA fueron muy activas y ahí están sus resultados, mientras otras CCAA no lo fueron tanto.

Pero, en definitiva, nosotros creemos que sí que ha habido ese reconocimiento; y que la sociedad ha valorado positivamente nuestra actitud y vocación de servicio.

¿Cuál es el papel del farmacéutico como educador sanitario?

Contamos con 22.200 farmacias comunitarias y cerca de 3000 botiquines, que no dejan de ser farmacias con un horario más reducido. Una red de establecimientos sanitarios en la que trabajan más de 55.000 farmacéuticos, si fuesen un aula de salud y ellos unos educadores sanitarios que cada día atienden las consultas de los 2,3 millones de personas que entran en una farmacia. Además, hay que pensar que la inmensa mayoría de la Red Española de Oficinas de Farmacia está fuera de las capitales de provincia, mientas que en las capitales de provincia la inmensa mayoría son farmacias de barrio donde el farmacéutico conoce perfectamente a los ciudadanos, a sus pacientes; un conocimiento desde el punto de vista de la salud, pero también desde el punto de vista social.

Ese papel de educador sanitario es permanente e inherente a toda farmacia que permanece abierta. Durante el primer mes de pandemia, cuando nadie podía salir de casa, más de 30 millones de españoles fueron a las farmacias. No solamente se trataba de recoger sus medicamentos, también acudían por situaciones personales, psicológicas y sociales.

Ahora vamos a dar un paso más en esa dirección. Vamos a poner en marcha un proyecto llamado Escuelas rurales de salud, para para hacer educación sanitaria por parte de los farmacéuticos. Comenzaremos en Castilla y León, con 109 farmacias distribuidas por toda la comunidad en municipios de menos de 5.000 habitantes. Es un proyecto que cuenta con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y en el que los farmacéuticos van a estar formando con charlas a los ciudadanos sobre distintos temas de salud, charlas protocolizadas sobre distintos temas, siempre dentro de ese entorno rural y trato personal.

¿Cuál es la importancia de la digitalización en la profesión farmacéutica española? ¿Qué avances podemos esperar en los próximos años?

La digitalización de la asistencia farmacéutica para el Consejo General es un ámbito fundamental y uno de los tres ejes de nuestra estrategia que ya definimos antes de la pandemia.  Posteriormente, desarrollando ese pilar digital, presentamos nuestra Agenda Digital de la profesión farmacéutica, un documento que se estructura en cinco ejes y 28 proyectos.

Entre los 28 proyectos, más de la mitad ya hemos conseguido que estén operativos, y los cinco ejes son: innovación asistencial, cumpliendo las expectativas de la sociedad digital; la seguridad del paciente, un camino irreversible; el tercer eje es el firme compromiso con la cohesión social y territorial; el cuarto es más de 22.000 farmacias para catalizar y acelerar también la transición ecológica; y, por último, comunicación, inmediatez y transparencia, las claves para ser eficaces en el mundo digital; es quinto eje.

Entre los proyectos en marcha podemos destacar la receta electrónica privada, que ya ha sobrepasado más de 3 millones y medio de dispensaciones o la receta electrónica concertada de Muface, que ya se ha puesto en Asturias, Canarias, Cantabria, Extremadura y en La Rioja y seguiremos ampliando el territorio. También hemos puesto en funcionamiento la herramienta de FARMAHELPH, para ayudar a localizar medicamentos en casos de incidencias en el suministro y a la que ya se han sumado 9.000 farmacias.

En este mismo sentido desplegamos el centro de información sobre el suministro de medicamentos, CISMED, que nos permite conocer qué medicamentos tienen problemas de abastecimiento, un proyecto que ha sido declarado como una buena práctica a nivel europeo. En estos momentos estamos impulsando desde España a semejanza de CISMED un proyecto europeo en colaboración con delegaciones farmacéuticos de otros cinco países.

Otro gran bloque de proyectos de nuestra Agenda Digital son los de educación, como nuestra Escuela con Pacientes o el canal de videoconsejos, que ofrece información divulgativa pero rigurosa y permite empoderar a los ciudadanos con respecto a distintos tipos de medicamentos. También ponemos a disposición de los ciudadanos Bot Plus Lite, un buscador gratuito de medicamentos y la app Medicamento Accesible PLUS, que facilita el acceso a la información a personas apta para personas mayores o con algún tipo de discapacidad.

¿Considera necesario un Plan Nacional para la Seguridad del Paciente en el entorno digital que evite la venta ilegal de medicamentos, las falsificaciones, el control de la publicidad engañosa, los bulos y la desinformación en Internet?

Sí, hay que empoderar al paciente para que sepa diferenciar cuándo las noticias son verdaderas o falsas. El fenómeno de los bulos es una verdadera amenaza para la salud pública como pudimos comprobar durante lo peor de la pandemia. También ha surgido la figura de los influencers, muchas veces ajenos al sector sanitario, y en este sentido insistimos en que el mejor influencer con los medicamentos es el propio farmacéutico.

Por todo ello, además de generar contenidos propios avalados por la profesión farmacéutica y su organización colegial, hemos llegado a acuerdos con la agencia EFE y con Radiotelevisión Española para a través de sus canales ofrecer información veraz sobre sobre todos estos temas.

Luego tenemos el peligro de Internet como canal de comercialización, que es un problema tremendo por el tráfico de medicamentos falsificados a nivel global… y no siempre el ciudadano es consciente de estos peligros. En toda Europa se ha puesto en funcionamiento un sistema de verificación de medicamentos que permite comprobar, antes de ser dispensados, que los medicamentos que llegan a la farmacia no son falsificados. En España, esto no se ha dado nunca y no se da por la seguridad que ofrece nuestro sistema farmacéutico.

¿En qué consiste el protocolo para la creación del ‘Programa de Farmacia Comunitaria Rural’ suscrito recientemente en La Rioja con el Gobierno central?

El pasado mes de marzo firmamos este importante acuerdo con tres ministerios: Reto Demográfico y Transición Ecológica, Sanidad y Derechos Sociales. Es un convenio que marca las bases para poner en marcha un pilotaje en una o varias comunidades autónomas, iniciativa que permitirá promover un papel mucho más activo que debiera tener la farmacia comunitaria en las áreas rurales. Como he señalado, donde hay farmacia se combate mejor la despoblación porque este establecimiento sanitario fomenta el arraigo al ofrecer servicios básicos. Pero también es verdad que todas esas áreas son las que más preocupan desde el punto de vista económico a la supervivencia de las farmacias.

Por todo ello, este acuerdo intenta que, a través de una serie de servicios, tanto asistenciales como sociales o digitales, el farmacéutico pueda ofrecer una series de servicios en estos núcleos de manera protocolizada, y que esos servicios tengan también su propia remuneración económica y esto ayude a ese mantenimiento de la viabilidad económica de las farmacias.

Muchas comunidades autónomas ya se están dando cuenta que en estos municipios solo queda el farmacéutico como servicio de salud y la Administración quiere llegar a ellos y quiere tener a un interlocutor que sea el referente también para los ciudadanos. Esto es lo que hemos intentado plasmar en este protocolo y ahora toca poder llevarlo a cabo en distintas comunidades autónomas.

El 23 Congreso Nacional Farmacéutico se celebrará en Valencia, del 7 al 9 de febrero de 2024, ¿qué puede adelantarnos sobre la realización de este evento? ¿Cuál ha sido el lema elegido? ¿Por qué?

Este Congreso representa el máximo foro de encuentro profesional organizado por el Consejo General de Farmacéuticos con la colaboración en esta ocasión del Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia. Ya estamos comenzado a trabajar en un programa que integrará a las diferentes áreas de conocimiento y ejercicio profesional para debatir los temas de mayor actualidad sanitaria y farmacéutica. El desarrollo profesional del farmacéutico, los nuevos modelos de asistencia sanitaria, la salud pública, la digitalización de la prestación o la vertiente social de la profesión serán algunos de los ejes del programa.

Desde aquí quiero animar a todos los farmacéuticos a que envíen sus trabajos, entre se reconocerá la mejor comunicación con un premio de 1.000 euros y se concederán premios de 500 euros a los mejores trabajos en cada una de las 11 categorías y uno especial al trabajo de un colegiado valenciano.

Por último, quiero destacar que en 2024 Valencia será la Capital Verde Europea y la profesión farmacéutica destacará también su compromiso con el Medio Ambiente. Por ello, este Congreso será un evento sostenible. Calcularemos la huella de carbono que será validada antes del evento y verificada una vez finalizado, todo ello dentro del proceso oficial certificación. Las toneladas de CO2 de huella directa se compensarán con proyectos oficiales del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Asimismo, se llevarán a cabo acciones para minimizar nuestro impacto ambiental así como proyectos de impacto positivo en la comunidad.