Un 90% de la ceguera provocada por esta dolencia podría evitarse con un diagnóstico precoz

Para reducir sus efectos existen nuevas técnicas para su detección temprana y tratamientos específicos que ralentizan su desarrollo

 

En España, más de un millón de personas sufren glaucoma crónico, la enfermedad ocular que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha convertido en la segunda causa de ceguera en el mundo, solo por detrás de las cataratas.

Al tratarse de una patología principalmente asintomática, el 50% de los pacientes descubre que la padece cuando su estado es muy avanzado y con daños oculares que suelen ser irreversibles. Por esta razón y con motivo del Día Mundial del Glaucoma, que se celebra el próximo 12 de marzo, Clínica Baviera destaca la importancia del  diagnóstico precoz con visitas periódicas al especialista: “Esta enfermedad se caracteriza por no mostrar sus graves efectos hasta la fase final, donde el deterioro del nervio óptico secundario provoca una pérdida de la visión lateral o periférica y genera un efecto túnel”, explica el Doctor Gonzalo Muñoz, Director Médico de Clínica Baviera. El especialista también añade que: “Una visita regular al profesional puede ayudar a detectar su aparición en la fase inicial, ya que un 90% de la ceguera provocada por glaucoma podría evitarse con un diagnóstico precoz”.

Principales factores y grupos de riesgo

El glaucoma puede afectar a cualquier edad, aunque el glaucoma crónico de ángulo abierto, que es el más frecuente en la población, suele producirse en personas mayores de edad, especialmente por encima de los 60 años. Entre las causas de riesgo se encuentran la presión intraocular elevada, antecedentes familiares, traumatismos en el ojo derivados por la práctica de deportes de contacto, la diabetes o la miopía magna.

En el caso de pacientes que tengan constancia de que algún familiar haya desarrollado esta patología, Clínica Baviera recomienda realizar un examen oftalmológico completo antes de los 20 años de edad. En pacientes sin factores de riesgo aparentes, la compañía oftalmológica sugiere hacer el estudio del ojo a partir de los 40 años.

Nuevas técnicas de detección y posibles tratamientos

La investigación en el campo del glaucoma ha permitido descubrir nuevas técnicas de diagnóstico basadas en la fotografía de las estructuras oculares lesionadas por esta dolencia. De esta forma, el especialista puede valorar de una forma más afinada cuál es el tratamiento más adecuado para cada paciente.

Entre los principales tratamientos se encuentran las gotas hipotensoras, el láser y la cirugía. En general el objetivo de todos ellos es disminuir la presión intraocular que suele padecer el paciente.

A nivel farmacológico, el profesional puede establecer tratamientos como los inhibidores de la rho-quinasa, pero en caso de que el paciente requiera una intervención, existen nuevas técnicas quirúrgicas como los implantes, la cirugía no perforante y la canaloplastia. “En los últimos años se ha avanzado mucho en la calidad y la eficacia de los tratamientos que frenan los efectos generados por el glaucoma. Cualquiera de las opciones seleccionada por el especialista es cada vez más efectiva, mejor tolerada y menos invasiva para el paciente”, indica el doctor Muñoz.