Aunque la actividad en la atención primaria sube exponencialmente en el año 2021, y se mantiene elevada en el año 2022, la intensidad de recursos necesarios para resolverla experimenta un crecimiento más sostenido, fundamentalmente por derivarse actividad presencial a tele consulta, menos exigente en tiempos. De tal manera que en el año 2022 la intensidad de recursos necesarios era inferior al año anterior a la pandemia. Al haber aumentado paralelamente el número de profesionales en todas las categorías analizadas se produce un efecto de disminución de la presión asistencial individual en el año 2022.

Los ciudadanos de los diferentes territorios no van al médico con la misma frecuencia. Aunque cada vez más personas utilizan los servicios de atención primaria, pero la frecuencia con lo que lo hacen viene disminuyendo desde el año 2018. Consecuentemente el número de personas con más de un problema de salud disminuye (comorbilidad)

El año 2022 es el año que se inicia el camino de normalización de la actividad, dejando claro que la presión asistencial sufrida en los dos años anteriores era una cuestión coyuntural. De hecho, la actividad asistencial de la medicina de familia tenía una clara tendencia a disminuir hasta año 2017. Tendencia que empieza a cambiar ligeramente en el 2018 y 2019, si bien los médicos tuvieron que adaptarse los siguientes años a un incremento exponencial de actividad que los llevó en el año 2021 a resolver una actividad que fue las máxima, al menos desde el año 2010.

Cabe destacar la labor de la enfermería durante la pandemia. En esos años de pandemia incrementó su papel hasta realizar cuatro de cada 10 actos que se realizaban en consultas de atención primaria, si bien ya no hay 2022 se normaliza su contribución en términos porcentuales. Aunque en el año 2022 normaliza la frecuentación por persona y año, la misma se había visto incrementada en un 25%entre el año 2020 y el año 2021.

La tele consulta sigue teniendo un papel fundamental para poder afrontar el momento coyuntural complicado. Ni el número ni el porcentaje de consultas presenciales suponen lo mismo que antes de la pandemia. En 2022, todavía la atención telefónica sigue suponiendo tres de diez consultas realizadas.

El número de profesionales sigue creciendo en las profesiones analizadas. Tanto en la actividad ordinaria como urgente, si bien es cierto que ya en enfermería se venía incrementando los años anteriores.

Ese incremento de profesionales, sumado a la disminución de la actividad, y la continuidad de la atención telefónica, ha permitido una disminución de la carga de trabajo. Al menos medido término nacionales, pues observándolas diferentes comunidades autónomas se observan importantes diferencias.

En cuanto a la actividad asistencial derivada especialidades, en el año 2021 se recupera el número prepandemia. La pregunta es cuantas de los cuatro millones de interconsultas de diferencia del año anterior es por demanda oculta, por acceso directo a atención especializada o por disminución de la casuística derivada. Aspecto este que debería analizarse más en profundidad.

Todas estas cuestiones deben tenerse en cuenta y analizarse en profundidad a la hora de planificar los recursos necesarios. Y deben ser desglosadas por comunidades autónomas, dado el carácter heterogéneo del comportamiento en cada uno de los factores e indicadores analizados.

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