El marco One Welfare (“un solo bienestar”) fue pensado, desarrollado y promovido principalmente por la veterinaria Rebeca García Pinillos, fundadora y directora de la organización sin ánimo de lucro One Welfare CIC, quien ha trabajado en la difusión e implementación de este enfoque a nivel mundial, integrando el bienestar animal, humano y ambiental como un marco interdisciplinar para mejorar la salud y el bienestar global.

Esta idea conceptual nace como un complemento al termino One Health (“una sola salud”) más enfocado a la salud en termino más estricto, y sobre todo en sus inicios, a la lucha conjunta de médicos y veterinarios contra las zoonosis y la resistencia antimicrobiana, llamando la atención sobre el bienestar como fuente de salud y buscando soluciones integradas y sostenibles para los desafíos globales.

Los objetivos globales clave son la mejora de la convivencia humano-animal, la reducción del sufrimiento humano, sobre todo el abuso de personas vulnerables, la seguridad alimentaria y la mejora de la producción ganadera a través de reducir el estrés en los animales (mejorando la productividad y reduciendo el uso de antimicrobianos, a la vez) mediante altos estándares de bienestar animal y los animales centinelas que juegan un papel clave como indicadores tempranos de riesgos para la salud y el bienestar tanto humanos como ambientales.

Al estar estrechamente vinculados las personas y su entorno, los animales pueden reflejar problemas de salud, negligencia o abuso a personas en riesgo, de desequilibrios ambientales que afectan a comunidades humanas, estableciendo redes de alerta y protección conjunta. Así, los animales centinela son un componente esencial en la integración de bienestar animal, humano y ambiental que promueve One Welfare, facilitando intervenciones multidisciplinarias para mejorar la salud y calidad de vida de todos los involucrados y poder actuar en fases tempranas para evitar daños mayores.

Este concepto se debe ver como una herramienta en la que los datos de salud y bienestar animal pueden tener un significado importante en las políticas públicas sanitarias, alimentarias, sociales y sociosanitarios, que contribuye a una mejor toma de decisión, a mejorar la atención a las personas vulnerables y a aumentar la eficiencia de las acciones por una intervención mucho más temprana.

Pero, para ello es imprescindible primero conocer su importancia y luego, trabajar para mejorar la comunicación, la coordinación y la colaboración de los diferentes actores implicados, poniendo de manifiesto la necesidad de inclusión de estos conceptos en el trabajo de muchos profesionales: médicos, veterinarios, enfermeros, asistentes sociales, psicólogos, sociólogos, ambientalistas, profesionales de ganadería, entre otros, y diseñar estrategias globales con una visión de 360º.

Si nos referimos al caso particular de los animales de compañía, estas juegan un papel clave en el contexto de One Welfare al contribuir significativamente al bienestar humano por el vínculo estrecho que existe en la convivencia, especialmente en personas aisladas o vulnerables, influyendo positivamente en el bienestar emocional de las personas y de las comunidades de varias formas:

Reducen el estrés y la ansiedad al disminuir los niveles de cortisol y al bajar la presión arterial. De este modo, fomentan la recuperación emocional tras situaciones adversas, ayudando a las personas a sobrellevar traumas y dificultades mediante su amor incondicional y compañía constante. Acariciar o jugar con una mascota genera calma y seguridad.

Ofrecen compañía y apoyo emocional incondicional, lo que es especialmente valioso para personas solas o en situaciones difíciles, ayudando a sobrellevar la depresión, la soledad o pérdidas.

Mejoran el estado de ánimo al liberar endorfinas, neurotransmisores que promueven la sensación de bienestar y felicidad.

Promueven rutinas y responsabilidades que ayudan a mantener la atención y el enfoque en el presente, lo que contribuye a la estabilidad emocional y a la capacidad de adaptación ante desafíos.

Fomentan la actividad física, por ejemplo, al motivar a pasear al perro, lo que también contribuye a mejorar la salud mental y a un envejecimiento más activo.

Promueven la interacción social, la empatía y reducen la sensación de aislamiento, facilitando la conexión con otras personas, mejorando la cohesión social y el apoyo mutuo dentro de la comunidad, aspectos especialmente importantes en las personas mayores.

En terapias asistidas realizadas por profesionales, los animales ayudan a mejorar la concentración, la autoestima y la motivación, beneficiando a personas con enfermedades crónicas o trastornos emocionales.

En conjunto, la relación con animales de compañía aporta beneficios terapéuticos, fisiológicos y psicosociales que mejoran la salud mental, física y emocional de las personas, y a la vez, actúa como un recurso social que potencia la resiliencia comunitaria, ayudando a las personas a adaptarse y prosperar frente a adversidades.

Pero, los desafíos para integrar One Welfare y One Health en los sistemas de salud y sociosanitarios existentes son múltiples y requieren una transformación profunda que debe eliminar la fragmentación institucional y sectorial para integrar efectivamente la salud humana, animal y ambiental, facilitando la comunicación, colaboración y coordinación multisectorial. Además, los profesionales de diferentes sectores necesitan capacitación específica para entender y aplicar estos conceptos, superar barreras culturales y de comunicación entre disciplinas y, si lugar a duda, recursos económicos e infraestructuras para implementar políticas más integradas y fomentar la generación de conocimiento e innovación transversal.

Por supuesto, que esto no se puede conseguir sin un apoyo institucional, sin consensos, sin implicación para modificar prácticas arraigadas y paradigmas tradicionales, y por supuesto, sin una orientación ética hacia una cultura de salud global y más enfocada a la prevención. Es un proceso lento, pero imprescindible para crear un sistema más sostenible, integrador y mucho más eficiente.

Bibliografía

  1. onewelfareworld.org
  2. Galindo, F., Tadich, T., & Marchant, J. (2024). La ciencia del bienestar animal en la agenda Una Salud-Un Bienestar: soluciones locales para retos globales. Revue Scientifique Et Technique de L OIE, Special Edition, 129-140. https://doi.org/10.20506/rst.se.3567
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  4. Pinillos, R. G., Appleby, M. C., Manteca, X., Scott‐Park, F., Smith, C., & Velarde, A. (2016). One Welfare – a platform for improving human and animal welfare. Veterinary Record, 179(16), 412-413. https://doi.org/10.1136/vr.i5470
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