En el pasado mes de mayo en la edición XXXIII de los Premios Avedis Donabedian a la calidad se otorgaron premios a proyectos e iniciativas de mejora de la calidad en ámbitos como el hospitalario, la atención primaria, la atención sociosanitaria, la salud mental, la atención integrada, las sociedades científicas, entre otros. Además de estos premios, también se entregó el premio Donabedian Internacional dirigido a personas que han tenido una trayectoria profesional muy destacada contribuyendo de forma especial a la mejora de la atención en el ámbito de la salud o en el ámbito social.
Este año se otorgó al Dr. Vikas Saini, presidente del Lown Institute. Este instituto es un think tank sin fines de lucro ubicado en Boston, cuyo propósito, tal y como se describe en su página web, es contribuir a transformar la cultura de la atención en salud al preservar la valiosa relación entre los profesionales y el paciente, abogando a favor de que los pacientes reciban solo la atención que necesitan y desean y eliminando los incentivos financieros de la toma de decisiones clínicas.
Cuando hablamos de la utilización de los recursos sanitarios es muy importante hablar de la adecuación, entendida como el grado en que prestamos la atención que el paciente necesita, sin caer en la sobreutilización ni en la infrautilización. La sobreutilización no solamente tiene que ver con la eficiencia de los servicios y el desperdicio que pueda suponer, sino también con la seguridad de los pacientes, ya que podemos estar sometiendo a pacientes a riesgos que son innecesarios. Y la infrautilización nos lleva a tener también problemas de seguridad, en este caso por omisión de intervenciones que el paciente necesita.

‘La infrautilización nos lleva a tener también problemas de seguridad, en este caso por omisión de intervenciones que el paciente necesita’

El Dr. Saini ha trabajado en este campo de forma muy destacable. Al principio, el foco se centró en el estudio de la atención de bajo valor (Low-value Care), describiendo que hasta el 30% del gasto en atención sanitaria en los EEUU se desperdicia en atención de bajo valor, complejidad administrativa y otras ineficiencias. La atención de bajo valor es una parte importante de este desperdicio; las estimaciones del gasto en atención de bajo valor oscilan entre $100 mil millones y $700 mil millones cada año. La prescripción inadecuada o los procedimientos diagnósticos y terapéuticos innecesarios son un ejemplo de la atención de bajo valor y que, en su aspecto más concreto, nos lleva a pensar en temas como la prescripción de benzodiacepinas o de antibióticos evitables o en las tasas de cesáreas muy elevadas en algunos centros.

Con el tiempo, el Instituto Loan ha orientado su discurso y sus proyectos hacia lo que consideran un marco más completo de «atención correcta» (right care), incorporando también el problema de la infrautilización. Un producto muy recomendable de esta iniciativa es la Right Care Series, publicada por The Lancet en 2017, con la participación de un equipo de 27 expertos internacionales de nueve países y 21 instituciones (https://www.thelancet.com/series/right-care).

Otra iniciativa del Dr. Saini y su instituto es la implementación del Lown Institute Hospitals Index. Es un instrumento que permite ir más allá de la medición de los indicadores que representan las constantes vitales habituales en un hospital, midiendo la responsabilidad social. Los principales parámetros son la equidad, el beneficio a la comunidad, evitar la sobreutilización, los resultados clínicos, la seguridad del paciente y la satisfacción.

Después de varios años de aplicación de este índice, el Dr. Saini comenta: “los ciudadanos ponen sus vidas y miles de millones de dólares de impuestos en manos de los hospitales de Estados Unidos. Creemos que las comunidades deben tener altas expectativas y que las instituciones socialmente más responsables deben tomarse como modelos para el sistema”.
Las implicaciones que tienen estas contribuciones a la mejora de la calidad son de gran valor para la búsqueda de un sistema sanitario justo y solidario, haciéndonos reflexionar sobre la utilización adecuada de los recursos y su implicación en la eficiencia y en la seguridad de la atención y en evaluar y mejorar la responsabilidad social de nuestras instituciones.