Los cuestionarios de Experiencia Reportada por los Pacientes (PREM) están revolucionando la atención médica al capturar la vivencia integral de los pacientes en diferentes aspectos. Al combinarse con datos clínicos y sociodemográficos, los PREM tienen un enorme potencial para evaluar la calidad, identificar tendencias y prevenir riesgos.

 

El pasado 9 de junio el Instituto para la Experiencia del Paciente (IEXP) estuvo invitado como ponente a las jornadas del Observatorio PREM (Patient Reported Experience Measure o cuestionario de experiencia reportada por los pacientes) sobre hospitalización organizadas en Florencia por la Universidad de Santa Anna de Pisa. Bajo el lema “Una sanidad que escucha, mejora”, el IEXP fue junto al programa de PREM de Letonia una de las dos iniciativas internacionales en la jornada.

La razón es que, además de la labor sistemática que realiza el NHS británico, el valor de los PREM es aún poco comprendido y las iniciativas de IEXP y Letonia son pioneras e innovadoras.

PREM, un potencial no aprovechado

Si nos ceñimos a la definición canónica de PREM como un cuestionario de experiencia de paciente es posible que quizá no se aprecie todo su potencial si no se conoce la herramienta en profundidad. Un PREM es un cuestionario que recoge la experiencia del paciente. La mayoría son muy genéricos y francamente indistinguibles de una encuesta de satisfacción de paciente. La experiencia de paciente es algo muy diferente a su satisfacción. Como se ha visto en esta serie de artículos, la experiencia englobe la vivencia integral de los pacientes con su patología y su contexto en sus planos físico, asistencial, emocional, social y simbólico. La satisfacción sencillamente expresa si los pacientes ven cubiertas sus expectativas.

Como veremos en los ejemplos que se describen a continuación, los PREM tienen un enorme potencial en evaluación sistemática de la calidad, identificación de tendencias, y prevención de riesgos. Eso sí, se usan solamente PREM. En cambio, si combinamos PREM con PROM, datos clínicos, sociodemográficos, etc. ese potencial se multiplica porque nos permite correlacionar conductas de pacientes y niveles de servicio asistencial con resultados en salud.

PREM para evaluación sistemática

El Observatorio PREM de la Universidad de Santa Anna de Pisa lleva a cabo un programa de evaluación constante de PREM en las regiones Toscana y Véneto. El programa es digital y sistemático. Se aplica en todos los hospitales de estas regiones con cuestionarios estandarizados Las tasas de participación y respuesta de los PREM tienden a aumentar con el tiempo, alcanzando porcentajes estables después de los primeros meses. Los PREM se aplican como una encuesta sistemática, continua y de tipo censal. Una de las preguntad del cuestionario es abierta y se procesa con machine learning.

El programa ha arrojado hasta ahora los siguientes resultados:

En primer lugar, proporciona acceso en tiempo a las mediciones cuantitativas y a la información cualitativa de sus propios pacientes en las salas y los hospitales.

En segundo lugar, la información de lo que funcionaba bien sobrepasaba en mucho la que relativa los temas que funcionaban mal. Normalmente conocemos lo que es mejorable por las quejas, pero no sabemos qué funciona bien y qué es valorado porque no tenemos un sistema de captura.

En particular, se obtenía información sobre las competencias, habilidades, amabilidad y compasión de todo el personal sanitario, incluidos los auxiliares asistenciales. De ahí que los profesionales reconocieran este modelo de PREMs como una herramienta eficaz para medir la contribución del personal auxiliar.

En tercer lugar, las respuestas a la pregunta abierta logran anticipar lo que van a ser temas de importancia en la calidad. Por ejemplo, el machine learning detecta comentarios acerca la información en triaje, y a medida que ésta mejora comienzan a percibirse pautas en la identificación. Estos problemas en identificación no detectados a tiempo pueden dar lugar a demandas, a las cuales nos podemos anticipar con esta herramienta.

Así, el ejemplo italiano nos muestra cómo el uso sistemático de PREM nos ayuda a prevenir demandas, a anticiparnos a los problemas y a comprender las buenas prácticas de las que quizá no seamos conscientes.

Inteligencia artificial: PREM para resultados en salud

Sin embargo, el verdadero poder de los PREM está en su combinación con los resultados reportados por pacientes o PROM y otros datos. Así, por ejemplo, en un estudio reproducción asistida en el que se cruzaron PREM con un PROM de ansiedad se pudo establecer que se daba una correlación entre un trato más centrado en paciente y la reducción de ansiedad, la cual correlacionaba a su vez con una mayor tasa de embarazo. Al final, con la IA es posible cruzar esas información con variables sociodemográficas, como procedencia, edad, nivel de estudios etc. de manera que se puede profundizar más aún.

Asimismo, en terapias respiratorias un estudio de experiencia de paciente encontró la importancia de la familia de manera que el apoyo familiar se incluyó como pregunta en los cuestionarios PREM. Cuando se cruzan PROM con PREM se puede observar una correlación entre el apoyo familiar y el nivel exacerbaciones, comprobando que la familia es un puntal de la adherencia.

PREM de segunda generación

En el primer ejemplo tenemos un PREM clásico que incluye la experiencia de paciente con el servicio que proporcionamos. Pero el segundo PREM incluye un factor, como es el apoyo familiar, que está fuera del control del proveedor de salud. Sin embargo, pertenece a la experiencia del paciente y tiene relevancia terapéutica. Se trata de un PREM de segunda generación, que aborda los aspectos más integrales de la experiencia de paciente. Tal vez no podamos controlarlos desde nuestro centro de salud, pero sabemos que son las palancas clave, de manera que, aunque no podamos controlaras, las podemos influir. Por ejemplo, trabajando la formación y el empoderamiento de familiares en este caso.