Seguimos ante el desconcierto de la enfermedad actual, aunque la mayoría de las personas con COVID-19 mejoran a las pocas semanas de la enfermedad, algunas personas experimentan afecciones posteriores al COVID.

Las condiciones posteriores al COVID son una amplia gama de problemas de salud nuevos, recurrentes o continuos que las personas pueden experimentar durante cuatro o más semanas después de haberse infectado por primera vez con el virus que causa el COVID-19.

Incluso las personas que no tuvieron síntomas de COVID-19 en los días o semanas posteriores a la infección pueden tener afecciones posteriores al COVID.

Estas afecciones pueden tener diferentes tipos y combinaciones de problemas de salud durante diferentes períodos de tiempo.

Estas afecciones posteriores al COVID también se pueden conocer como:

  • COVID prolongado
  • COVID de larga duración
  • COVID crónico

¿Cuáles son las afecciones posteriores al COVID?

Algunos pacientes experimentan una variedad de síntomas nuevos o continuos que pueden durar semanas o meses después de haber sido infectados por primera vez con el virus COVID-19.

Este tipo de sintomatología crónica o de largo plazo puede ocurrirle a cualquier persona que hubiera padecido el COVID-19, independientemente de que cursase la enfermedad asintomática o enfermedad grave.

En varios hospitales españoles ya han creado una unidad especializada para tratar este tipo de pacientes, los cuales refieren los siguientes síntomas crónicos o de larga duración.

  • Dificultad para respirar o falta de aire.
  • Cansancio o fatiga.
  • Síntomas que empeoran después de actividades físicas o mentales.
  • Dificultad para pensar o concentrarse «niebla mental».
  • Tos.
  • Dolor de pecho o de estómago.
  • Dolor de cabeza.
  • Palpitaciones en el corazón.
  • Dolor articular o muscular.
  • Sensación de alfileres y agujas.
  • Diarrea.
  • Problemas para dormir.
  • Fiebre.
  • Mareos al ponerse de pie (aturdimiento).
  • Erupción.
  • Cambios de humor.
  • Cambio de olor o sabor.
  • Cambios en los ciclos de períodos.

Existen otros pacientes que directamente presentan efectos multiorgánicos y afecciones autoinmunes posteriores a cursar la enfermedad COVID.

Los efectos multiorgánicos afectan a todo el sistema del cuerpo (corazón, pulmones, riñones, piel, cerebro…).

Los efectos autoinmunes ocurren cuando su sistema inmunológico ataca las células sanas del cuerpo por error, causando inflamación (hinchazón dolorosa) o daño tisular en las distintas partes del cuerpo afectadas.

En algún caso, en la mayoría niños, experimentan el síndrome inflamatorio multisistémico (MIS) durante o inmediatamente después de una infección por COVID-19.

¿Qué es el síndrome inflamatorio multisistémico?

Es una enfermedad en la que diferentes partes del cuerpo pueden inflamarse.

Signos y síntomas más comunes:

  • Dolor abdominal (intestino).
  • Fiebre.
  • Ojos inyectados en sangre.
  • Opresión / dolor en el pecho.
  • Diarrea.
  • Sentirse muy cansado.
  • Dolor de cabeza.
  • Presión arterial baja.
  • Dolor de cuello.
  • Erupción.
  • Vómitos.

¿Cuáles son los efectos posteriores a la hospitalización por COVID-19?

Las hospitalizaciones y enfermedades graves relacionadas con uno de los principales órganos “los pulmones”, como es el caso del COVID-19, pueden provocar efectos secundarios como debilidad y agotamiento grave durante el período de recuperación.

El efecto de la hospitalización también puede incluir el síndrome post-cuidados intensivos (PICS), que se refiere a los efectos sobre la salud que comienzan cuando una persona está en una unidad de cuidados intensivos (UCI) y pueden permanecer cuando el paciente se va de alta al domicilio.

Estos efectos pueden incluir debilidad severa, problemas con el pensamiento y el juicio y trastorno de estrés postraumático (TEPT). El trastorno de estrés postraumático implica reacciones a largo plazo a un cuadro muy estresante.

Algunos síntomas que pueden ocurrir después de la hospitalización son similares a los síntomas que las personas desarrollan al inicio de la enfermedad.

Puede ser difícil saber si son causados por los efectos de la hospitalización, o por los efectos a largo plazo del virus o una combinación de ambos.

Estas afecciones también podrían complicarse por otros efectos relacionados con la pandemia de COVID-19, incluidos los efectos en la salud mental del aislamiento, situaciones económicas negativas y la falta de acceso a la atención médica para controlar las afecciones subyacentes. Estos factores han afectado tanto a las personas que han experimentado COVID-19 como a las que no.

Conclusión

No podemos cesar en las medidas de prevención, es la única arma que tenemos los ciudadanos para combatir está enfermedad.

El poder vacunarse lo antes posible y continuar con las medidas de seguridad (mascarilla, distancia de seguridad, etc.) es esencial.

Hay pacientes con afecciones posteriores al COVID que han referido que tras la vacunación han mejorado sus síntomas.
Por ello, es necesario seguir realizando estudios que nos ayudarán a comprender mejor las afecciones posteriores al Covid y cómo tratar a los pacientes con estos efectos a largo plazo.

Todos los hospitales deben trabajar en crear una unidad especializada lo antes posible para el tratamiento de este tipo de pacientes y poder contribuir a todos los estudios que están en proceso para mejorar la calidad de vida de todos los afectados por COVID-19.

Rita Rodríguez