Dietas crudas: la moda del riesgo voluntario
Cada día observo en consulta a tutores convencidos de que alimentar con carne cruda a sus animales es una forma de amor puro, libre de aditivos, libre de química… libre de sospecha. Lo hacen con buena intención, con afecto sincero, pero también con una peligrosa ingenuidad porque confían más en la emoción de un falso bienestar que en la evidencia sanitaria que salva vidas. “Mi perro está mejor que nunca”, me dicen algunos, “y eso que antes he probado de todo”. Y probablemente, es cierto, hasta el día que no lo sea. Lo que pasa es que este “probar” previo mayoritariamente se hace también en base al marketing y








