Recientemente, se ha celebrado el Día Mundial de la Salud, se celebra cada año el 7 de abril para crear conciencia sobre diversos problemas de salud en todo el mundo.

Desde la longevidad hasta la felicidad, la salud impacta en todas las esferas de la vida. En los tiempos modernos y especialmente en la era pospandémica, ha adquirido una mayor importancia y varios aspectos de nuestro bienestar ocupan un lugar central. A medida que pasa el tiempo, la mayor conciencia sobre varias enfermedades, los desafíos de salud mental y la importancia de la atención preventiva han hecho que la salud sea la máxima prioridad a nivel mundial.

En el mundo, el derecho a la salud de millones de personas está cada vez más amenazado.

Los conflictos devastan vidas y causan muerte, dolor, hambre y angustia psicológica.

La quema de combustibles fósiles está impulsando simultáneamente la crisis climática y quitándonos el derecho a respirar aire limpio, y la contaminación del aire interior y exterior se cobra una vida cada cinco segundos.

El Consejo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre economía de la salud para todos ha descubierto que, aunque al menos 140 países reconocen la salud como un derecho humano en su Constitución, solo 4 países han mencionado cómo financiarla.

Actualmente, “en España la salud no está considerada como un derecho fundamental”, está reconocida en la Constitución Española en el artículo 43 “se reconoce el derecho a la protección de la salud”, como un principio rector de la política social y económica.

¿Qué es un principio rector de la política social y económica?

Son máximas que deben inspirar a los poderes públicos en sus actuaciones, pero no pueden ser reclamados directamente ante los Tribunales. Esto significa que la salud en España en realidad no es un derecho.

¿Cuál ha sido el tema de la Organización Mundial de la salud (OMS) este año 2024, para abordar este tipo de desafíos?

“Mi salud, mi derecho”

El tema de este año fue elegido para defender el derecho de todos, en todas partes del mundo, a tener acceso a servicios de salud, educación e información, así como a agua potable, aire limpio, buena nutrición, vivienda de calidad, condiciones ambientales y de trabajo decentes, y libertad de discriminación.

Sin embargo, aunque todos los derechos recogidos en la Constitución Española son derechos constitucionales, no todos los derechos constitucionales son derechos fundamentales.

¿Qué es un derecho fundamental de la Constitución?

Los derechos fundamentales son aquellos que, debido a su importancia, han sido blindados con una mayor protección. Estos derechos están protegidos por las siguientes medidas: gozan de reserva de ley orgánica, los procesos judiciales sobre su vulneración estarán regidos por los principios de preferencia y sumariedad, y son susceptibles de recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.

Además, en este grupo debe añadirse el derecho a la igualdad del artículo 14, que a criterio del Tribunal Constitucional es un derecho fundamental, aunque no goce de la reserva de ley orgánica.

Derecho comparado

El artículo 32 de la Constitución italiana de 1947 establece que: «La república tutela la salud como derecho fundamental de individuo y garantiza el tratamiento médico gratuito a los indigentes. No puede obligarse a nadie a un determinado tratamiento sanitario sino por disposición de la ley, la cual en ningún caso podrá violar los límites impuestos por el respeto de la persona humana».

El preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la salud (OMS) establece que el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social. Aunque no tiene el mismo estatus legal que una constitución de un país, la Constitución de la OMS establece un marco normativo y ético para las acciones y políticas de salud a nivel internacional.

Aspectos fundamentales del derecho de la salud

Accesibilidad, los servicios sanitarios deben asequibles y físicamente accesibles a todos, sin discriminación.

Disponibilidad, se requiere que haya un número suficiente de servicios públicos sanitarios y centros de atención de la salud en funcionamiento.

Aceptabilidad, se requiere que los servicios sanitarios sean respetuosos de la ética médica, sensibles a las cuestiones de género y apropiados desde el punto de vista cultural.

Buena calidad, los servicios sanitarios sean apropiados desde el punto de vista científico y médico, y estén en buenas condiciones.

Participación, que requiere que los beneficiarios del sistema de salud tengan voz respecto del diseño y la aplicación de las políticas de salud que les afectan.

Rendición de cuentas, las autoridades sanitarias y los Estados rindan cuentas de su cumplimiento de las obligaciones de derechos humanos en la esfera de la salud pública. Las personas deben poder solicitar una reparación efectiva cuando se vulnere su derecho a la salud, como en los casos de denegación de servicios sanitarios.

Libertades, las personas deben ser libres de no someterse a tratamientos médicos no consentidos, como experimentos médicos o la esterilización forzada, así como a tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.

Derechos, las personas deben tener la oportunidad de disfrutar del más alto nivel posible de salud; el derecho a la prevención y el tratamiento de enfermedades, y la lucha contra ellas; el acceso a medicamentos esenciales; y la salud materna, infantil y reproductiva, entre otros derechos.

¿Por qué la salud debería considerarse constitucionalmente un derecho fundamental en vez de un principio rector?

Convertir el derecho de la salud en un principio fundamental de la Constitución en lugar de un principio rector implicaría otorgarle un estatus legal más sólido y vinculante. Esto significa que el Estado tendría una obligación más clara y directa de garantizar el acceso a la atención médica y promover el bienestar de todos los ciudadanos. Al hacerlo, se fortalecería la protección de este derecho, se facilitaría su exigibilidad y se enviaría un mensaje contundente sobre su importancia en la sociedad. Además, elevar la salud a un principio fundamental podría prevenir retrocesos en políticas de salud pública y promover una cultura de cuidado y prevención en todos los niveles del gobierno.

Conclusión

El Día Mundial de la Salud podría ser una oportunidad importante para recordar a los países la importancia de considerar la salud como un derecho fundamental en sus constituciones. Este día podría servir como plataforma para resaltar la necesidad de garantizar el acceso equitativo a la atención médica y promover políticas que mejoren la salud de todos los ciudadanos. Al enfocarse en este tema, se podría aumentar la conciencia pública sobre la importancia de proteger y promover el derecho a la salud, lo que a su vez podría impulsar la acción política y legislativa en esta dirección.

En España, la salud no está expresamente reconocida como un derecho fundamental de la Constitución, está protegida como un principio rector, lo que significa que es un valor fundamental que orienta las políticas públicas y la actuación del Estado en materia de salud.

Cambiar un principio rector como el derecho a la salud y elevarlo a un derecho fundamental en España requeriría una cuarta reforma constitucional, un proceso legislativo complejo y la voluntad política del gobierno como de las fuerzas políticas representadas en el Parlamento.

Esta elevación enviaría un mensaje claro sobre el compromiso del Estado con la protección y promoción de la salud de los ciudadanos. Influyendo directamente en la asignación de recursos, políticas de salud pública y decisiones políticas en general.

Proporcionando una mayor protección legal con calidad y exigibilidad. Ayudando a promover la equidad en el acceso a la atención médica y los servicios de salud, reduciendo las disparidades en salud y mejorar el bienestar de toda la población, independientemente de su condición socioeconómica.