Continuando con el planteamiento que hacíamos hace dos números de esta misma revista, referente a la necesidad de no caer en la dinámica del “hacer”, sino plantearnos también el “no hacer” y la necesidad de generar nuevo conocimiento a través de investigaciones rigurosas sobre la participación ciudadana y de la comunidad, queríamos en esta segunda parte centrarnos en documentos que recogen resultados de la investigación muy interesantes y muy útiles en esta temática.

En marzo de 2016, el National Institute for Health and Care Excellence (NICE) publicó la Guía: Community engagement: improving health and wellbeing and reducing health inequalities. En España, a través del estudio multicéntrico AdaptaGPS, se llevó a cabo la traducción y adaptación a nuestro contexto de esta Guía NICE, con una participación innovadora, activa y real de los ciudadanos (1).

La resultante Guía: Participación comunitaria: mejorar la salud y el bienestar y reducir las desigualdades en salud (2) recoge toda una serie de recomendaciones basadas en evidencias, dirigidas a la promoción de la participación comunitaria para mejorar la salud y el bienestar de las personas y reducir desigualdades en salud.

Especialmente interesante, como destaca la propia Guía, es la utilidad que tiene tanto para las personas que deciden sobre políticas de salud, normativas, asignación de recursos, diseño de planes, estrategias, captación de fondos, etc., como son los políticos, los gestores y las administraciones. Pero también es sumamente interesante para asociaciones, ONGs, colegios profesionales, sociedades científicas y todas esas entidades que trabajan con los ciudadanos y desde luego para los propios ciudadanos, especialmente aquellos que participan ya de una forma activa en consejos de salud, consejos locales, comisiones de pacientes, etc.

La guía se estructura en cinco líneas de acción:

  • La primera de ellas, Principios generales de buenas prácticas, incluye 5 recomendaciones todas ellas recogidas en la Guía NICE y que fueron adaptadas al contexto español. Destaca la necesidad de asegurar que todas las partes interesadas trabajen de forma coordinada en el conjunto del proceso de los proyectos de participación ciudadana, conscientes de que las relaciones fructíferas con las comunidades locales y organizaciones se van forjando con el tiempo. Así mismo, es imprescindible que en la toma de decisiones estén también representadas las comunidades locales en su diversidad. Estas relaciones sólidas y la intervención real en el continuo del proceso, hace también que estos proyectos de participación ciudadana sean sostenibles en el tiempo. La difusión, la divulgación, el feedback de los resultados de la participación, es otra de las recomendaciones basadas en la investigación que han demostrado ser eficaces, lo que supone implicar a medios de comunicación, creadores de contenido digital, medios locales, etc.
  • La 2ª línea se centra en la Cooperación y alianzas para responder a las necesidades y prioridades locales, conformada por 2 recomendaciones, cuya esencia es la promoción y el apoyo a la construcción de redes de cooperación, basadas en las necesidades reales de la comunidad, para que ellos realmente participen así en la mejora de la salud y el bienestar.
  • La 3ª línea, Facilitar la participación de la ciudadanía para identificar necesidades y prioridades locales, incluye 2 recomendaciones que destacan la necesidad de identificar a las personas que asumirán el rol de representantes de la comunidad, quienes realmente conocen sus necesidades y sus diversidades. Estas personas también serán un apoyo entre iguales. En ambos casos se hace imprescindible su formación y capacitación y en general a toda la comunidad local, con un reconocimiento explícito y formal en modo certificaciones de participación.
  • La cuarta línea hace referencia a un Enfoque local para que la participación comunitaria esté integrada en las actuaciones sobre la salud y el bienestar. En este caso las recomendaciones basadas en la investigación se centran en la necesidad de que los gestores, las direcciones, sean garantes de una verdadera participación de los ciudadanos tanto en su inclusión en la documentación formal que recoja el proyecto, el acuerdo de gestión, como haciendo un estrecho seguimiento de su cumplimiento o posicionando recursos económicos y humanos para ello. Es clave que todas las actuaciones sean también evaluadas y que sus resultados sean los que apliquen para el diseño de otras estrategias de participación ciudadana. Volvemos de nuevo a la necesidad de no caer en la dinámica del “hacer”, sin plantearnos también el “no hacer” en base a los resultados de la evaluación de todo aquello que se pone en marcha. Esta línea también recoge la necesidad de trabajar con las comunidades locales, asociaciones, etc., en la identificación de necesidades reales, de los activos en salud, en el diseño de proyectos realistas, desde la equidad y poniendo especial foco en aquellos grupos más vulnerables o más desfavorecidos quienes también son necesarios en esta participación ciudadana, pero que como la propia investigación nos constata, no siempre son representados, escuchados y tenidos en cuenta.
  • La 5ª y última línea habla de Hacer que las personas se puedan implicar de la forma más fácil posible, atendiendo a las barreras que puedan existir para ello, fomentando la implicación y el interés de los ciudadanos de esa comunidad, utilizando los canales de comunicación mas adaptados a su realidad y además dando el apoyo desde las instituciones a todo aquello que necesiten para garantizar esa participación activa.

Esta Guía: Participación comunitaria: mejorar la salud y el bienestar y reducir las desigualdades en salud (2), adaptación de la Guía NICE constituye un documento de referencia dada la calidad demostrada de sus recomendaciones y que debe constituir la base para el desarrollo de cualquier acción de participación ciudadana en salud.

Nuestro objetivo con este artículo es ayudar a su difusión y divulgación, promover la práctica basada en la investigación y hacer realmente una transferencia del conocimiento a la práctica profesional. Centrados en la participación de la comunidad en todo lo relacionado con la atención a la salud, como hecho imprescindible, esta adaptación de la Guía NICE debe ser el pilar en el que basar cualquier estrategia de participación ciudadana en salud.

Bibliografía:

  1. Ruiz Peralta E, Cubillo LLanes J, Llull Sarralde M, Calvo Tocado A, Calvo Martínez M, Domínguez Bidagor J. Participación ciudadana en la adaptación de la Guía NICE sobre participación comunitaria: aprendizajes y claves de futuro . Comunidad. 2019 Jul;21(2).
  2. Cassetti V, López-Ruiz V, Paredes-Carbonell J, por el Grupo de Trabajo del Proyecto AdaptA GPS. Participación comunitaria: mejorando la salud y el bienestar y reduciendo desigualdades en salud – GuíaSalud [Internet]. Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS), editor. Zaragoza; 2018 [cited 2023 Jan 27]. Available from: https://portal.guiasalud.es/gpc/participacion-comunitaria/