La Fundación Piel Sana promueve que se difundan los conocimientos de mayor calidad entre los dermatólogos lo que redundará en beneficios poblacionales

En esta entrevista para New Medical Economics, José Soto de Delás ha hecho un recorrido de sus 4 años como director de la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Además, ha contado su experiencia del último Congreso de la AEDV y ha mostrado su opinión acerca de la situación de la dermatología en España, entre otras cuestiones.

¿Qué balance puede hacernos del último Congreso de la AEDV celebrado en Málaga?

Ha sido un Congreso muy importante porque es el primero ya en un formato estándar, entendiendo por estándar época del año, asistentes y organización. El año pasado se hizo en Bilbao, pero era una época un poco rara, fue en el mes de diciembre y nuestro Congreso suele celebrarse en primavera. Esta ha sido la primera ocasión después de la pandemia que ha podido organizarse el Congreso con una asistencia muy grande, es el Congreso en el que más asistentes hemos tenido y con una participación de la industria también muy importante. Es decir, la industria se reincorpora, los dermatólogos se reincorporan y los temas de estudio, de difusión, de conocimiento, han cubierto todas las áreas de la especialidad. Era un Congreso muy importante por todas estas características y también ha sido muy importante por otras dos circunstancias colaterales, pero que van a condicionar el futuro de la dermatología en los próximos años. Una es que se ha escogido una nueva Junta Directiva, terminó la Junta Directiva de la que yo formaba parte y que era presidida por el doctor Pedro Jaén y ahora empieza una nueva Junta Directiva dirigida por la doctora Yolanda Gilaberte, Yolanda estaba en nuestra junta directiva anterior como vicepresidenta primera y ha tomado la decisión de dar el paso al frente para dirigir la Academia en los próximos años. Ha creado un equipo muy bien estructurado, con dermatólogos de todas las generaciones y de todas las sensibilidades, creo que su gestión va a ser un éxito. Además, es la primera mujer que es presidente de la Academia y, por tanto, esto ha sido un hito, una nueva junta directiva presidida por una mujer. Y el otro hito ha sido el de la confirmación mediante votación en la Asamblea General del Código Ético. En definitiva, ha sido un Congreso muy importante porque era la normalidad absoluta, mucha asistencia tanto de dermatólogos como de la industria y de estos dos hitos colaterales que lo han convertido en un Congreso que va a tener gran repercusión en los próximos años.

¿Qué supone para la AEDV la publicación de un Código Ético?

El Código Ético es una obligación en este momento para cualquier sociedad científica, y lo es por varios motivos. En primer lugar, porque es imprescindible para regular las relaciones internas y externas de la sociedad. Es algo que tiene que existir para que se pueda gestionar el día a día con unos principios éticos acordes con los estándares más altos del mundo, todas las sociedades científicas del mundo se van incorporando a este movimiento.

Pero también es un compromiso con la sociedad, porque garantiza que todas las gestiones que se inician desde la Academia para proteger la salud, para promoverla, para difundir conocimiento, tienen una absoluta higiene y limpieza respecto a influencias externas y esto va a redundar en beneficios para la población y también para los asociados, que siempre van a estar bajo el paraguas de una protección de la integridad de todos los miembros de la Academia y de la Junta Directiva.

Y en tercer lugar, es obligatorio, porque todas las organizaciones, interlocutores y empresas con las que se relaciona la Academia, que son muchísimas, tienen que tener un Código Ético similar a nuestro y si no lo tienen, tienen que aceptar el nuestro. Y si nosotros no lo tenemos, tenemos que aceptar el suyo. Es decir, por motivos relacionales, por motivos de prestigio, de compromiso y por motivos de ética, el Código Ético es un instrumento imprescindible. Creo que va a garantizar una adaptación de la Academia Española de Dermatología a los estándares más exigentes, pero al mismo tiempo viables.

Hemos tardado más de cuatro años en distintas fases en gestionar el Código Ético y en esta gestión han participado expresidentes de la Academia, ha participado la doctora Gilaberte como futura presidenta, han participado todos los dermatólogos que han querido sugerir ideas y es el resultado de un compromiso asumible, es decir, no tendría ninguna utilidad si algo es exigente, pero no se adapta a la realidad y los que vienen no lo pueden integrar y lo han aceptado y por tanto, va a ser de una gran importancia interna y externa, incluso va a ser un modelo para muchas sociedades científicas, estoy seguro, desde la redacción inicial llevada a cabo por  Ildefonso Hernández junto a su equipo de la Universidad de Alicante, con correcciones de dermatólogos y correcciones de nuestros equipos jurídicos, al final es un libro convertido en un interesante documento.

¿Cuál es el papel de la Fundación Piel Sana en la prevención de enfermedades dermatológicas?

La Fundación Piel Sana es una interfase de los dermatólogos y su estructura científica con la sociedad. La Fundación Piel Sana promueve que se difundan los conocimientos de mayor calidad entre los dermatólogos y esto redundará en beneficios poblacionales. Tenemos unas relaciones muy intensas con muchas de las asociaciones de pacientes con las cuales hacemos reuniones, intercambiamos conocimientos, les apoyamos para que sus objetivos coincidan con los nuestros. Y, por ejemplo, tenemos redactadas más de 15 guías de enfermedades que van desde el vitíligo pasando por la psoriasis y la dermatitis atópica para que los pacientes tengan la opinión de los dermatólogos, de cómo son los tratamientos y la realidad de su enfermedad en ese momento. Se han hecho incluso hasta encartes para que los dermatólogos los tengan en su consulta y puedan prescribir asociaciones de pacientes. Al mismo tiempo, se hacen campañas para promover la salud, por ejemplo, de los escolares con el sol, los profesores son educados, hay un programa que se llama “Convive con el sol”, que sirve para que a través de todo el material que se ha creado, los profesores se transformen en expertos en cuidado de la piel frente al sol y se la pueden transmitir a los chavales pequeños. También existe una campaña muy potente de prevención de las ITS.

Es decir, niños protegidos de sol, ITS, asociaciones de pacientes, una multitud de actividades dirigidas a promover la salud. Otra muy interesante y la tuvimos que cortar por la pandemia fue la presentación de los dermatólogos en los centros de reclusión para informar a los reclusos de cómo cuidar su piel, de la higiene, de los intereses, de los tatuajes, personas que está en riesgo de exclusión están felices de que alguien les haga caso, que les informe, es decir, intentamos crearles una esperanza para el futuro y un presente en el cual se sientan integrados en una sociedad que no les puede rechazar. Hemos identificado áreas en las cuales nos parecía que nuestras iniciativas podían ser interesantes y creo que hemos ido cubriendo casi todas.

La Fundación Piel Sana de la AEDV ha puesto en marcha el “Programa Empresa Dermosaludable, ¿qué nos puede contar al respecto?

El concepto dermosaludable es en determinados ambientes, circunstancias, espacios físicos, es incluir el cuidado de la piel como algo que mejore la calidad de vida de los ciudadanos de nuestro país. El objetivo prioritario de la de la Fundación es difundir los conocimientos entre la población y el resto de sanitarios, para que las enfermedades de la piel sean lo mejor tratadas cuando ocurren, para que si podemos las prevengamos y para que la gente cuide su piel cuando la tiene sana. Todo esto nos ha llevado a iniciativas como el concepto de dermosaludable. Hay espacios saludables, por ejemplo, el Museo de la Ciencia de Granada es un espacio de dermosaludable, hay ciudades dermosaludables como Sevilla, Las Palmas, lo va a ser la ciudad de Málaga.

El concepto dermosaludable es implicar mediante un acuerdo a distintas estructuras, ayuntamientos, espacios físicos y ahora a empresas. La empresa dermosaludable establece un compromiso, un acuerdo con una empresa en el que se le dan las normas para obtener este marchamo y mediante una relación con la Academia a difundir la salud dermatológica y el cuidado de la piel entre sus empleados mediante concursos, iniciativas… Creemos que todo tiene como objetivo mejorar la salud y mantener la figura del dermatólogo en el centro de los cuidados de la piel en momentos en que hay muchos actores que pretenden hacer lo mismo con unos niveles de conocimiento y con unos intereses colaterales que no tienen nada que ver con los dermatólogos.

¿Cuál es la proyección de la Fundación?

La proyección de la Fundación va a ser lo que los dermatólogos quieran. Agustín Buendía es el dermatólogo que ha cogido el puesto que yo tenía y la Fundación va a ser lo que ellos decidan en base a lo que se ha hecho hasta ahora y las posibilidades de seguir en la misma línea y en nuevas que escojan.  Está la iniciativa del Euromelanoma, que ya la conocen y que es muy famosa, es una campaña preciosa y de un gran impacto. Es decir, la Fundación ya es una máquina muy potente, con mucha estructura interna dentro de la academia personal y recursos económicos. Este es el primer año que la Fundación ha sido autosuficiente económicamente, es capaz también de generar recursos, es decir, es una máquina muy potente que ya está en marcha para que los dermatólogos puedan difundir sus iniciativas en la población para mejorar la salud.

¿Cuál es el grado de colaboración de la Fundación Piel Sana con las asociaciones de pacientes? ¿Cuentan con todos los agentes implicados a la hora de elaborar sus programas?

No es fácil gestionar esta colaboración, pero gracias al profesor José Carlos Moreno hemos tenido un excelente contacto con muchas asociaciones de pacientes y regular en cuanto a la cantidad y calidad de contacto, pero con la mayoría de ellas muy positiva. Creo que no existía esa relación y ha sido un paso importante que exista, las asociaciones de pacientes han ido a nuestros congresos, han tenido oportunidad de intercambiar opiniones con nosotros, de tener sesiones con nosotros, tienen la puerta abierta de la Academia y de la Fundación. Es decir, es una vía de relación que no está haciendo más que empezar y que creemos que va a tener una gran repercusión. Guías, prescribir asociaciones, relaciones personales y el contacto directo creo que va a hacer que sea de gran trascendencia.

¿Qué está haciendo y va a hacer la Fundación Piel Sana en pro de la formación de los pacientes y profesionales sanitarios?

En cuanto a los profesionales sanitarios es difundir el conocimiento al máximo nivel, a través de todos los elementos que tenemos. La Fundación también tiene una unidad de investigación que ayuda a la promoción de los ensayos clínicos, a la realización de publicaciones por los dermatólogos españoles. Y estamos abiertos totalmente. La Fundación siempre ha estado abierta a la relación con las asociaciones de profesionales de otras especialidades y es un contacto permanente.

Creo que la fluidez hay que mejorarla en la Fundación y analizando retrospectivamente hay cosas que hay que mejorar. En primer lugar, mejorar la difusión de las actividades internamente entre los dermatólogos, que lo conozcan, porque se han hecho muchas cosas que probablemente no han tenido suficiente difusión. En segundo lugar, dar más protagonismo y seleccionar muy bien a los patronos de honor, como José María Martínez, que es un patrono de honor totalmente implicado, es un aporte externo muy importante, seleccionando bien a personas con capacidades complementarias a las nuestras y que estén dispuestas a ceder tiempo. Esto lo tendremos que mejorar y luego también aportar en un momento determinado, cuando una iniciativa tiene suficiente consolidación, porque está bien diseñada, bien ejecutada, financiarla, porque llega un punto en que la iniciativa necesita ser empujada para que la difusión sea masiva. Hay que dar el paso al frente y volcar recursos, porque cuando tienes eso, el paso para que tenga éxito es recursos, recursos y recursos. Hay que ser capaz de generarlos y proyectarlos en las iniciativas de mayor repercusión.

Como ex director de la Fundación Piel Sana puedo decir cosas porque lo he vivido en primera persona y gracias a todos los que han colaborado dentro de la Fundación, personal interno, compañeros, hemos podido poner en marcha muchísima iniciativas, hay una lista de personas que han colaborado en distintos proyectos con unos resultados estupendos y con esos puntos débiles que creo que son la clave de resolver: recursos, patronos de honor que enfoquen y que complementen, y difusión interna, que la gente de la dermatología se implique en las iniciativas y las haga suyas.

¿Cómo percibe en estos momentos la situación de la Dermatología en el Sistema Nacional de Salud?

Irregular, por comunidades autónomas es insuficientemente atendida. En Sanidad en este momento, en nuestro país, tenemos una demanda que supera la capacidad de oferta que tiene el sistema sanitario. Han llegado millones de nuevos ciudadanos a este país, con lo cual somos 5 o 10 millones y el sistema sanitario no se ha adaptado a eso, Madrid es un ejemplo excelente. En Madrid hay ahora casi 6 millones de habitantes, ha llegado 1 millón de personas más y el sistema sanitario no está adaptado a esto. Es decir, la dermatología creo que está como el resto de las especialidades, subrepresentada, subatendiendo a los pacientes, pero por la enorme calidad de los profesionales está dando un servicio de una enorme calidad. Lo difícil ahora es identificar cuáles son las actividades prioritarias para establecer una organización que permita acceder a la gente con problemas más serios antes que la gente con banalidades, eso es un problema de la dermatología, que tiene mucha gente con problemas serios, pero tienes a más gente con pequeñas cosas, hay que establecer circuitos e implantar. Creo que al final vamos a tener que recurrir a todos los sistemas de Sanidad que hay, la pública, la privada.

¿Eligen los MIR la especialidad de dermatología?

Desde que yo hice el MIR que ya han pasado muchos años, era la especialidad que más se escogía, ya se acababa rapidísimo en mi época, había muy pocas plazas. Ahora hay más de 100 y se terminan al principio, por tradición es la especialidad que antes se termina. Esto se puede interpretar de muchas formas, me imagino que llegan a ser dermatólogos porque les gusta mucho, porque la ven con ventajas respecto a otras especialidades o porque la calidad de los dermatólogos que les dan la formación es tan estupenda que los chavales están encantados. Por ejemplo, la número uno de este año ha cogido dermatología en el Hospital Universitario de Granada.

¿Hay falta de dermatólogos?

Sí, necesitamos dermatólogos por muchos motivos, entre ellos porque ha aumentado la demanda y porque los dermatólogos hacen más cosas de las que hacían, ha parecido la estética y otras ramas de la dermatología que van a captar muchas horas.

Desde su punto de vista, ¿cree que las nuevas tecnologías son beneficiosas en las consultas de Dermatología?

Absolutamente, hay tecnologías que se han incorporado que permiten tratamientos que antes no podíamos hacer, desde dispositivos láser, dispositivos de tratamiento de todo tipo que permiten tratar patologías que antes no eran posibles, desde dispositivos que permiten almacenar imágenes y compararlas como la dermatoscopia digital y lo que viene, porque la inteligencia artificial todavía no ha aparecido en medicina de forma masiva y hay que ver a qué nivel va a incorporarse, en el primer grupo de especialidades donde se va a incorporar de forma explosiva van a ser las especialidades con imágenes, como dermatología, otorrino, oftalmología, anatomía patológica, radiología, donde el análisis de imágenes va a permitir hacer diagnósticos muy competentes a las máquinas y esto no es nada más que el principio.

Las nuevas tecnologías son una explosión, pero desgraciadamente para la mayor parte de los pacientes con enfermedades frecuentes, lo más importantes son los nuevos fármacos, o sea, nuevas tecnologías y nuevos fármacos. Hay una revolución en ciernes que son los fármacos biológicos para psoriasis, vitíligo. Y luego hay un problema súper serio, que es la desproporción entre los precios de los fármacos y las patologías para los que se van a proyectar. Por ejemplo, ahora están de moda los fármacos nuevos para tratar alopecia, pero el coste es muy elevado, la industria va a tener que hacer un esfuerzo de adaptar sus beneficios y sus objetivos de resultados a una realidad que es abrumadora, pero importantísima.

¿Cómo valora que los dermatólogos realicen sus consultas a través de una videollamada? ¿Qué opinan los pacientes al respecto?

La persona necesita la persona. En mi opinión, este tipo de técnica es para situaciones como una epidemia como la que ha habido, para personas que viven en lugares remotos de difícil acceso, o para personas que están en lista de espera con patologías importantes que necesitan un diagnóstico rápido para ser derivados. Creo que se van a incorporar en un porcentaje y con un nivel de satisfacción que puede ser diferente. La relación médico paciente no se va a poder eliminar y el día que se elimine, los médicos estaremos fuera de las necesidades de los pacientes. Creo que es una ayuda que el sistema de captación y de transmisión y de análisis va a ser decisivo en los resultados y de selección de qué patologías tienen una buena indicación, la teledermatología frente a otras.