Entrevista a Álvaro Rodríguez-Lescure, Presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM)

 

En esta entrevista para New Medical Economics, el presidente de la SEOM ha apelado por la ética, la transparencia y la honradez. También, Álvaro Rodríguez-Lescure ha hecho un repaso de las diferentes líneas de trabajo de SEOM y ha explicado, entre otros temas, cuáles son las necesidades de futuro en la plantilla de los médicos oncólogos en España.

 

¿Cómo afronta este nuevo cargo como presidente de la SEOM después de formar parte desde 2017 de la Junta Directiva como Vicepresidente?

Después de dos años como vicepresidente, afronto este nuevo cargo con muchas ganas e ilusión. Tengo una gran dosis de voluntad y muchas ganas de trabajar. También lo afronto con cierto vértigo por la responsabilidad que este cargo conlleva y sobre todo con la ilusión de la incertidumbre de lo que hay por delante y lo que nos gustaría a la Junta Directiva llevar a cabo. También con mucha vocación de seguir en la línea de lo que lleva haciendo la SEOM en los últimos años.

¿Cuáles son las líneas estratégicas que va a seguir para mantener a la SEOM en el pódium de las sociedades científicas?

Las líneas estratégicas ya están bien delineadas y esto es lo bueno de SEOM. Hay una serie de valores sobre los que trabajar, que son como los raíles de la vía por la que circulamos, estos son: el rigor, la excelencia, el compromiso, la colaboración y la transparencia. Y sobre todo ese compromiso con la sociedad y por supuesto con nuestros socios, pero especialmente con la sociedad y en esa parte tan crucial de la sociedad que son los pacientes. Todo va dirigido en ese sentido y la verdad es que creo que seguimos líneas ya iniciadas previamente, algunos proyectos los enlazamos con la Junta anterior, algunos proyectos de SEOM transcienden a muchas Juntas…hay como un continuum de líneas estratégicas que están dibujadas y que vamos enriqueciendo en cada Junta.

La SEOM publicó el pasado año un Código Ético, ¿podría resumirnos en qué consiste?

El tener un Código Ético explícito es una necesidad hoy en día. Aparte de que sea políticamente correcto y adecuado, es una necesidad, y sobre todo plasmar, explicitar algo que en SEOM y conforme a sus valores hemos ido practicando siempre. El explicitar un Código Ético tiene interés de cara a todas las relaciones que tienen los miembros de SEOM, especialmente los miembros de la Junta, con la sociedad misma, pero también con nuestros clientes y proveedores, con la industria farmacéutica, con nosotros mismos, con los pacientes….

Este Código Ético sobre todo regula cuestiones de conducta ética, de transparencia y de honradez en la relación de los miembros de la Junta de SEOM y de los propios trabajadores de SEOM con todos los agentes con los que interactuamos, con todo lo que hacemos y promovemos en calidad de miembros de la Junta de SEOM o yo como presidente, porque estamos representando a una sociedad concreta y nos debemos, lógicamente, a un comportamiento ético.

Y especialmente porque hay que dirimir, establecer y explicitar conflictos de interés, y por supuesto hay que señalar conductas que no son éticas y que no son aceptables, y que a lo mejor todo el mundo tiene muy claro, pero que está bien explicitarlo. De hecho, establecer un referente dentro de la sociedad para todos los asuntos que puedan ser de compromiso ético o que incluso algunos de los socios se puedan ver en la tesitura de plantearse si un comportamiento o una acción es ética o no. Pues, el establecer un referente también dentro de la sociedad nos parecía también adecuado.

Este Código regula asuntos generales, pero también otros muy particulares y donde establece el papel de los socios…por lo tanto, no solo hay que parecer buenos sino hay que serlo. Y para ello, hay que establecer los límites del comportamiento ético e instaurar incluso una referencia dentro de la propia sociedad. Creo que es absolutamente necesario, porque si cada día hablamos más de nuestros valores de transparencia y de honradez, lógicamente eso tiene que quedar explícito en el Código Ético.

¿De qué Comisiones se compone la SEOM? ¿Y grupos de trabajo?

Las comisiones afectan a cuestiones muy estructurales de la SEOM. En este sentido tenemos una Comisión de Avales, que certifica y regula lo que avala o no SEOM, como las actividades científicas, de formación, reuniones o eventos científico-médicos… Para conseguir el aval de SEOM hay que seguir una serie de pasos y requisitos, esta Comisión es muy estructural.

La Comisión de Acceso a Fármacos también es muy importante porque SEOM actúa como referente con Agencia, con Ministerio…en relación con los fármacos nuevos. Nosotros hacemos informes de posicionamiento de SEOM, sobre todo de cada novedad farmacéutica. Este informe es neutral y basado exclusivamente en el beneficio de los pacientes e independiente de la industria farmacéutica. En esta Comisión contribuimos también a modificar, a aportar a los IPTs.

Hay otra Comisión estructural muy importante que es la Comisión de Becas. Esta es una de las labores más importantes de SEOM.

Otra Comisión es de Guías Clínicas, que también es hiperactiva en la SEOM. También contamos con una Comisión de Recertificación y con una Comisión de reciente creación, que es la de Mujeres por la Oncología.

También tenemos los grupos de trabajo. Se componen del grupo de bioética, el de biosimilares, el grupo de ejercicio físico oncológico, el grupo de onco-geriatría y el grupo CICOM. Este último es un grupo de coordinadores de investigación, los coordinadores de investigación es todo el personal que antiguamente se les llamaba data mánager, este personal ayuda, asiste y trabaja para todo el desarrollo de ensayos clínicos.

Y luego, la parte más estable en este sentido y que habla de la transversalidad de todo lo que hace SEOM, son las secciones. Disponemos de la sección de cáncer hereditario y familiar; de la sección de cuidados continuos, que engloba todo lo que es tratamiento y cuidado de soporte del paciente oncológico, esté en una situación paliativa o no. Esta sección es muy importante y tiene mucha trascendencia también en la formación, sobre todo en la de los médicos residentes.

Está la sección Más MIR, que es una sección centrada en los médicos residentes y en los adjuntos muy jóvenes, son diana muy importante en SEOM sobre todo por sus problemas específicos y también por los problemas de formación.

También hay una sección de evaluación de resultados en la práctica clínica, su función es muy amplia y ya tiene muchos proyectos. Está muy relacionada con el big data, implementación de nuevas tecnologías para generar conocimiento… es muy amplia y tiene un potencial brutal. Otra sección es de prevención y diagnóstico precoz, que tiene relación con todos los programas de cribado y de prevención en general, muy activa en formación y en producción de documentos científicos. Y una última sección es la de trombosis y cáncer, es muy específica, tiene muchísima vida propia y mucha actividad, tanto de docencia como de investigación.

El grupo de trabajo es más circunstancial, se constituye a propósito de cuestiones novedosas, de asuntos que haya que tratar desde el punto de vista docente, de formación, de posicionamiento…. Un grupo de trabajo que se adapta muy bien a esa definición es de biosimilares, los medicamentos biosimilares están introducidos ya en la medicina en muchas cosas, pero en oncología no había. Ahora SEOM ha hecho un trabajo sobre ello y ha hecho una labor de formación para nuestros socios y pacientes. Es algo que va a estar limitado en el tiempo, en cambio las secciones son estables. El grupo es una oportunidad, una circunstancia, un momento, una etapa a propósito de algo, luego se pueden llegar a disolver.

La sección es algo transversal, nunca caduca, es propio de SEOM. Y las comisiones realmente forman parte de la estructura de la propia sociedad, no es una cuestión de la oncología médica sino de la propia sociedad. Son funciones muy estrictas de SEOM. Funciones que hace SEOM para la sociedad y para los socios.

Luego, también tenemos grupos multidisciplinares o interdisciplinares de SEOM prácticamente con todas las sociedades científicas. Los grupos de trabajo favorecen las buenas relaciones entre todas las sociedades. Lo multidisciplinar en el cáncer es fundamental porque la complejidad de esta enfermedad es tal que se necesita de todas las sociedades científicas. Esto genera grupos de trabajo concretos para formación de médicos residentes, pero también para socios y adjuntos, para pacientes, además genera trabajos y consensos. Esto siempre ha sido muy característico de SEOM y ahora en estos últimos años mucho más.

¿En qué se está trabajando desde la SEOM en el ámbito de la investigación?

Hay que aclarar que SEOM es garante, promotor, tiene actividad de formación…pero SEOM como tal no es un ente que promueve ensayos clínicos. SEOM ampara y engloba a una estructura en España, que son los grupos cooperativos y que desarrollan investigación básicamente por patologías. La investigación en oncología está organizada en torno a patologías: grupo de cáncer de pulmón, grupo de tumores digestivos, grupo de investigación en cáncer de mama, grupo de investigación de tumores neuroendocrinos, grupo de investigación en el sistema nervioso, el grupo ginecológico…. Es decir, de todos los tumores hay grupos de trabajo cooperativos que son los que desarrollan investigación clínica traslacional en nuestro medio, SEOM los ampara, obviamente todos son oncólogos médicos miembros de SEOM, pero SEOM no actúa como promotor directo. Ampara y estimula para proyectos de investigación no relacionados con fármacos, aquí SEOM tiene que mantener una neutralidad exquisita.

Sin embargo, dentro de las secciones ampara, promueve y avala a algunas iniciativas sobre todo de tipo epidemiológico y de registros, hay mucha actividad en este sentido. Un ejemplo de ello es la sección de trombosis ya que genera mucha actividad, el tema de trombosis y cáncer es muy interesante porque tiene muchas implicaciones para los pacientes, aquí hay mucho trabajo, muchos registros nacionales importantes en este sentido. La sección de evaluación de resultados en la parte clínica está poniendo en marcha también muchísimos proyectos en este sentido son proyectos que nunca están vinculados a fármacos ni a medicamentos, se trata de investigación de tipo epidemiológico o que genera otro tipo de datos, pero no vinculado a lo que se entiende normalmente como investigación.

¿Cuáles son las necesidades de futuro en la plantilla de los médicos oncólogos en España?

Aquí hay varios puntos importantes. En muy pocos años los servicios de oncología médica han crecido a golpe de necesidad asistencial, básicamente. Había centros donde no había oncología y ahora ya hay servicios pequeños o medios y, en proporción, la curva de crecimiento ha sido muy empinada en poco tiempo.

Sí es verdad que se ha estabilizado en los últimos años, lo que ocurre es que, por un lado, necesitamos saber esas necesidades en función de varias cosas: primero, de cuántos oncólogos es necesario generar en nuestro país anualmente. Uno de nuestros proyectos actuales pretende evaluar realmente el número de oncólogos que necesitamos, al ritmo de formación de oncólogos que tenemos ahora, teniendo en cuenta las tasas de jubilación de nuestra especialidad, que tiene una particularidad: La oncología médica española es muy joven; necesitamos hacer un cálculo lo más preciso posible de qué va a pasar en nuestras plantillas desde ya hasta los próximos 10 años para poder estimar la tasa de generación de oncólogos en España. Y, por otro lado, necesitamos conocer realmente las necesidades porque hay un fenómeno en los últimos años también muy relacionado con todo el cambio de tratamiento y de nuevas terapias que generan nuevas necesidades y más volumen de pacientes para atender.

En 2012 se evaluaron las necesidades de un servicio de oncología en número de facultativos, en función de las cargas de trabajo de la oncología…el problema es que ahora mismo hay un montón de necesidades nuevas que marcan los nuevos tratamientos. Hay muchas más opciones de tratamiento, con terapias más diversas, con mucha más interacción, con efectos secundarios distintos, complejos, que necesitan de más interacción multidisciplinar, y, por lo tanto, el oncólogo adquiere nuevas competencias para proveer el servicio y la atención adecuada, de forma que la complejidad está generando una mayor necesidad de atención por especialista.

Creo que vamos a necesitar más oncólogos en los servicios de oncología médica. La cuestión es si la Administración tendrá eso claro o no. Pero en mi opinión, vamos a necesitar más oncólogos porque hay muchas más habilidades, funciones y competencias que se van a exigir a los oncólogos médicos en el día a día. De hecho, la saturación en los servicios de oncología, por supuesto está ya ocurriendo por el número de pacientes que atendemos, porque la incidencia de cáncer evoluciona in crescendo porque vivimos mucho más entre otras cosas; por ello, el número de nuevos pacientes se va a incrementar en nuestra sociedad. Por tanto, va a haber más necesidad, pero sobre todo más complejidad en la atención. La atención oncológica del oncólogo médico es cada vez más compleja y eso requiere tiempo y personal. Y va a hacer falta más personal en los servicios de oncología médica claramente, de hecho, ya hace falta.

¿Cómo apoyáis la formación desde la SEOM?

La formación es apoyada desde SEOM como una de las patas importantísimas que tiene la sociedad. Además, la complejidad del cáncer y también de la oncología médica hace que sea absolutamente necesario. No es una opción es una obligación. Hay que estar al día, pero no es fácil. La cantidad y la cualidad de los datos nuevos de todo lo que hay que incorporar a tus habilidades para ser un buen oncólogo y dar un buen servicio a los pacientes es increíble. En los últimos años, las necesidades de formación progresan en curva ascendente. Sí que es verdad que SEOM intenta en este sentido facilitar la formación. De hecho, es una de las actividades importantes de SEOM, generar programas educativos y formativos en función de las necesidades, más allá de las actividades fijas o clásicas.

Creo que en la formación son muy importantes eventos de un calado importante tanto de calidad como de cantidad, como lo es el Congreso de SEOM. Este congreso es anual y en el último, que fue en Pamplona, hubo más de 2.000 inscritos. Este dato da una visión de la globalidad y del interés que tiene, es un evento de un nivel científico espectacular y que, obviamente, tiene una labor de formación además de actualización. Por otro lado, existen cursos y actividades de formación que también se desarrollan en relación con las diferentes secciones. Además, hay cursos centrados en los médicos jóvenes y residentes. Hay un curso fundamental también que es el curso de cuidados continuos, a este curso asisten prácticamente todos los residentes de primer y segundo año de oncología médica de España Es un curso de formación académica de muy alto nivel.

Ahora tenemos un proyecto en marcha también para residentes ya en su último año.

En 2018 empezamos a realizar otro evento de mucha magnitud, el SEOM IMMUNTHERAPY. Es un simposio donde se actualiza lo último de lo último en inmunoterapia y cáncer. En su programa contamos con referentes nacionales e internacionales para repasar el presente y el futuro de la inmunoterapia en el tratamiento del cáncer. La edición anterior fue todo un éxito. Este 2020 lo vamos a reeditar otra vez porque tuvo muy buena acogida y la calidad en los contenidos y a nivel de formación fue absolutamente espectacular.

Además, tenemos mucha actividad de formación para la sociedad, para los pacientes…intervenimos en muchos foros de pacientes o de grupos concretos de pacientes con cáncer.
La formación es bastante completa y se complementa con la formación online, que cada vez es más demandada por los médicos jóvenes.

También hay másteres propios de SEOM en formación y en educación, y, por otro lado, también muchos miembros de SEOM participan en otros másteres. En definitiva, la actividad formativa y docente es constante.

¿Qué proyectos tienen a corto y largo plazo?

Un proyecto importante y concreto es hacer la previsión de las plantillas, de las jubilaciones y saber qué necesidades vamos a tener para los años venideros.

Estamos absolutamente comprometidos con aumentar la cuantía de las becas, que han ido in crescendo en los últimos años, pero queremos todavía mucho más. En el último Congreso conseguimos 750.000 € en becas. Es una labor fundamental de SEOM. Las becas generan talento y excelencia en oncología. Médicos residentes que terminan su especialidad y adjuntos jóvenes pueden cambiar su vida profesional: Con las becas SEOM pueden irse fuera para hacer una estancia de un año o dos años en un centro de excelencia y, quizás, luego volver. Eso es generar un beneficio, para la sociedad y para los pacientes: Conseguir una formación excelente de los propios oncólogos que se forman en el país y que eso retorne luego a nuestra sociedad. Para SEOM esto es prioritario en los últimos años y para mí es absolutamente fundamental. De esos 750.000 € hay muchos formatos de becas, pero evidentemente se aplican a un número determinado de residentes y de oncólogos, y no todos la consiguen. Hemos establecido también un criterio muy estricto de evaluación externa independiente y por pares, a cargo del Instituto Carlos III para la evaluación de las solicitudes.

Otro objetivo que me gustaría conseguir es el de incrementar la financiación de las becas no dependientes de la industria farmacéutica. La colaboración de esta última es esencial para el proyecto, pero queremos implicar a otros sectores de la sociedad. La mayoría de las becas obviamente provienen de la industria farmacéutica, pero queremos conseguir becas de otras iniciativas privadas, que no sean solo de la industria y poner esto en valor, porque en nuestro país parece que este tema está claramente menos desarrollado. En relación con esto queremos activar, impulsar, promover, visibilizar la necesidad de una Ley de Mecenazgo en nuestro país.

En formación queremos desarrollar, igual que hacemos un curso de residentes al inicio cuando son R1 o R2, un curso específico a final de la residencia, para los R5.

También queremos explicitar la cartera de biomarcadores, que hoy en día son absolutamente necesarios para hacer la medicina personalizada y de precisión. Los biomarcadores son todas aquellas determinaciones que se miden en el paciente y en el tumor, que nos ayudan a predecir qué tratamientos van a funcionar y cuáles no. Ahora mismo en esto hay una especie de limbo funcional en el que cada centro, cada servicio, cada departamento, lo hace de una manera diferente. No hay una cartera nacional de biomarcadores establecida ni está asumida su financiación por el Sistema Nacional de Salud ahora mismo. Este es un proyecto que queremos poner encima de la mesa del Ministerio y de las comunidades autónomas; ya hemos hecho algún intento y vamos a seguir en ello. La cartera de biomarcadores ha de convertirse en una prestación rconocida y financiada por el SNS. Tenemos ya casi finalizada la propuesta.

Otros proyectos en relación con la formación incluyen a la acreditación de las unidades docentes y a la actualización de los mismos, en colaboración directa con la Comisión Nacional de la Especialidad. Queremos actualizar los criterios de acreditación de las unidades docentes y luego también intentar, implementar, tratar y desarrollar algún tipo de sistema de evaluación de la calidad de la formación en los centros que forman residentes.

Además, tenemos otros proyectos de evaluación de datos de vida real que ya están en marcha. Algunos de ellos se centran en aplicaciones y software que actúen como herramientas para generar datos en tiempo real y poder medir actividad y, sobre todo, resultados de la atención en cáncer. Si no medimos, no podemos mejorar ni planificar.

¿Cuál cree que es el futuro de la oncología médica?

Yo desearía que fuera el más negro posible, es decir, que desapareciera de la faz de la tierra y que no fuéramos necesarios para nada, pero como esto no va a ser así…el futuro de la oncología médica pasa, en relación a la cantidad, por el aumento de plantilla de los oncólogos médicos; en relación a la calidad, a un cambio basado en la adquisición de las habilidades y perfiles de los oncólogos
La oncología médica cuando empezó a aparecer hace 40 años era una especialidad que empezó básicamente en torno a una cuestión muy concreta que es la quimioterapia y hoy en día, nada más lejos de eso.

La oncología médica es muy diversa, muy compleja. De hecho, hay muchos niveles de especialización dentro de la oncología médica, ya no solo por patologías sino por ámbitos de trabajo. Pero sobre todo mucha complejidad y, como tal, requiere multidisciplinariedad y, por tanto, el oncólogo médico cada vez es más sólido y necesario dentro de esos grupos de trabajo multidisciplinares.

El oncólogo médico en el ámbito terapéutico básicamente está centrado en el tratamiento médico, en el tratamiento sistémico que inicialmente fue la quimioterapia. Toda la medicina personalizada y dirigida, así como la inmunoterapia del futuro no va a ser la que estamos utilizando hoy. La velocidad del cambio es vertiginosa. Nuevos tratamientos farmacológicos y celulares van a determinar la figura del oncólogo médico como un elemento asistencial absolutamente imprescindible. Ello va a necesitar de especialistas muy especializados y muy subespecializados en el manejo de esos tratamientos, de los efectos secundarios y de la visión global de la patología de cada paciente.

El oncólogo médico debe definir las rutas para cada paciente. Y esa visión global, ha de tener en cuenta toda la entrada de nuevas opciones de tratamiento, precisas para cada paciente, para cada caso. La complejidad es buena porque supone que hay más oferta de tratamientos; hace 20 años muchas cosas ni se trataban, incluso ni se diagnosticaban. Ha habido una curva creciente de cambios espectacular porque las opciones de manejo de tratamiento y de manejo multidisciplinar se han multiplicado por interacciones entre oncólogos médicos oncólogos radioterápicos, cirujanos oncológicos, etc en lo que es el ámbito del tratamiento. Estas Interacciones antes eran menos frecuentes y complejas o, en algunos casos, ni tan siquiera ocurrían.

En este futuro, cabe destacar otro concepto muy importante y en el que nos estamos reciclando. Vamos a seguir manteniendo el manejo multidisciplinar, pero hay un concepto muy importante y muy revolucionario, que es el concepto interdisciplinar, con personas y disciplinas que no tenían nada que ver con la medicina y con los que ahora nos estamos sentando ya a trabajar y a generar proyectos de investigación, como son físicos, bioinformáticos, matemáticos, especialistas en big data, ingenieros….Eso hace unos años era impensable. Y hoy en día ya hay muchos proyectos en este sentido. Nosotros ya estamos interaccionando con ellos como no habíamos hecho en la vida; y con ello están surgiendo iniciativas y puestos de trabajo, que es lo que está revolucionando la medicina y su futuro inmediato. Es fascinante la sinergia que está generando y lo que está surgiendo de ahí. Esto es una nueva revolución cultural y también de la sociedad, pero también de transformación de la Medicina.

Los próximos años van claramente por ahí, sin que se devalúe lo anterior. La generación de datos y de conocimiento, de algoritmos, de tratamiento, de evidencias…van también por ahí. Y ahí hay que trabajar en multi y en modo interdisciplinar. Esto es una parte del futuro de la oncología.

En los últimos tiempos, muchas noticias revelan avances importantes e investigaciones muy esperanzadoras en la lucha contra el cáncer. ¿Cómo es la adaptación de estas novedades a la práctica diaria?

La adaptación exige dos cosas: la primera, la adaptación de los profesionales. De nuevo lo que decíamos antes, conocimiento y formación, adquisición de capacidades y habilidades de competencias nuevas, para lo que es necesario la formación y el entrenamiento. Y luego, requiere otra parte, que es la adaptación del Sistema Nacional de Salud en general. Y los sistemas en eso posiblemente van mucho más lentos. De nuevo tenemos esas limitaciones como el funcionamiento del sistema de historia electrónica, por ejemplo. Hay que medir los resultados de lo que se hace. Si no se mide, no sirve absolutamente de nada. Hay muchas iniciativas en marcha, pero se precisa un plan coordinado y coordinador.

En este sentido el sistema tiene que adaptarse. Hay que implementar herramientas nuevas de diagnóstico, por ejemplo, de diagnóstico molecular, y hay que establecer quién, dónde, cómo y a quién se aplican esas herramientas. Por ejemplo, todas las herramientas de genómica, de secuenciación masiva o de paneles de genes. Esto tiene que ser parte intrínseca de la cartera de servicios diagnósticos y terapéuticos del sistema.

Ahora mismo estamos empezando, pero es muy importante. Hay países que seguramente vayan más avanzados en esto. Y en eso también sufrimos una cierta dispersión por cada sistema, por cada comunidad autónoma, pero incluso dentro de cada comunidad autónoma en cada departamento de salud.

Los profesionales nos tenemos que adaptar, pero el sistema en su atención a los pacientes con estas nuevas herramientas se tiene que adaptar; no hay otra. Todavía queda bastante en este sentido, es una revolución muy rápida. En muy pocos años está cambiando la esencia de la atención, de los tratamientos, pero la tecnología va más rápida y no nos podemos quedar rezagados.

¿Qué papel cree que juegan los medios de comunicación en el conocimiento del cáncer por parte de la sociedad?

Los medios de comunicación en este sentido juegan un papel esencial, pero con dos caras extremas muy distintas. Hay medios que trabajan una comunicación responsable y otros, por el contrario, que trabajan en modo amarillista. Un medio de comunicación no puede ser equidistante sobre ciertas cosas; esto es un concepto que, en mi opinión, es erróneo. Creo que hay iniciativas dentro de los profesionales de la información como ANIS (Asociación Nacional de Informadores de la Salud), que lo tiene muy claro y donde muchos profesionales se forman profesionalmente en ese sentido. Considero que los medios de comunicación tienen un impacto enorme en la sociedad, tanto para lo bueno como para lo malo. Tienen un papel muy importante y relevante, pero a veces no se entiende muy bien que eso es un compromiso con la sociedad, y que es un compromiso que no se basa en una supuesta equidistancia amparada en una supuesta objetividad en la información sobre la salud.

Tienen una labor muy importante de formación, pero también de deformación. Pueden tener mucho impacto. Me quedo con la parte buena como ANIS y similares, yo creo que cada vez hay más profesionales concienciados, formados e incluso militantes y beligerantes por defender y promover información veraz y rigurosa. Creo que tienen una parte útil y ética muy importante porque están prestando un servicio a la sociedad y tienen muchísima visibilidad.

Pero también está la otra cara; te puedes encontrar en el mismo periódico o misma cadena información veraz, pero al día siguiente una barbaridad pseudocientífica, a veces dañina. Ahí falta mucho por hacer y no se trata de adoctrinar sino todo lo contrario, es un ejercicio responsable y además tiene una finalidad última que es la de prestar un servicio a la sociedad. La información tiene que ser veraz y rigurosa y, en ocasiones, no lo es.

¿Qué hace la SEOM ante la publicación de noticias falsas?

Nosotros estamos todos los días interactuando con los medios de comunicación. Hemos conseguido ser un importante referente informativo en cáncer y eso es muy bueno. Siempre estamos ahí cuando es necesario, cuando se nos requiere para contrastar y matizar informaciones sobre cáncer y, en ocasiones, para desmentirlas. Hay muchas noticias falsas que vienen del propio ámbito médico, con titulares muy amarillistas e intencionados y ahí muchas veces hemos salido a matizar informaciones. Siempre pensamos en el paciente y sus familias; muchos de ellos son hipersensibles a esa información. Si esa información llega enmarcada en un titular amarillista puede hacer daño y generar inquietud, desasosiego y falsas expectativas a alguien que está en una situación compleja. Esto puede generar mucho daño. De hecho, lo hace y no se es siempre consciente de este hecho. Ahí SEOM siempre ha estado muy vinculada a ese Código Ético de deberse a los pacientes y a la sociedad. No podemos callar ante una información falsa, inexacta o potencialmente dañina. Los medios de comunicación son fundamentales, tanto por lo que se dice como por lo que no y sobre todo por cómo se dice. La información veraz nos hace más libres. El impacto de los medios de comunicación sobre los pacientes es muy importante.