A comienzos del año 2000 se introdujo el concepto de una sola salud, una sola salud en inglés One Health, para poner nombre a algo que ya se sabía desde hace más de un siglo. La salud humana y la salud animal son interdependientes y están vinculadas a los ecosistemas en los cuales coexisten. Más específicamente, el concepto de One Health se define como los esfuerzos de colaboración de múltiples disciplinas personal médico, veterinario e investigador, que trabajan local, nacional y globalmente para lograr una salud óptima para las personas, los animales y nuestro medio ambiente. La importancia de este concepto en los últimos años viene dada por los cambios que se han producido en las interacciones entre todos estos agentes: personas, animales, plantas y evidentemente, nuestro entorno.

Para fomentar la colaboración de las múltiples disciplinas que trabajan para lograr esta salud óptima para las personas, los animales y el medio ambiente, y dar a conocer a toda la sociedad la estrategia actual, la necesidad de su colaboración y apoyo, encontrar las soluciones posibles y hacer frente a estos retos, New Medical Economics, en colaboración con el MICOF (Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia) y gracias al patrocinio de Advandz Pharma, Oximesa-Nippon Gases y Pfizer ha llevado a cabo el Grupo de Trabajo y Debate ‘One Health: retos sanitarios presentes y futuros’ en Valencia.

El encuentro, moderado por José María Martínez García, contó con la bienvenida institucional de Marciano Gómez Gómez, conseller de Sanidad de la Generalitat Valenciana, y Jaime Giner Martínez, presidente del Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia.

Jaime Giner Martínez puso sobre la mesa la necesidad de los sanitarios de adaptarse a los nuevos retos que se plantean en la actualidad, colaborando de una forma multidisciplinar y transversal. Además, destacó la importancia de poner en marcha estrategias de acción por parte de cada una de las profesiones sanitarias, para abordar los retos a los que nos enfrentamos.

De izda. a dcha.: Jaime Giner Martinez, presidente del Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia; Marciano Gómez Gómez, conseller de Sanidad de la Generalitat Valenciana; y el Dr. José María Martínez García, presidente de New Medical Economics.

De izda. a dcha.: Jaime Giner Martinez, presidente del Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia; Marciano Gómez Gómez, conseller de Sanidad de la Generalitat Valenciana; y el Dr. José María Martínez García, presidente de New Medical Economics.

Según Marciano Gómez el enfoque One Health para la prevención de las enfermedades es fundamental, “porque significa ir un paso por delante de la propia enfermedad. Aspectos que en apariencia no tienen relación con la salud y el sistema sanitario, como la higiene de manos, son extraordinariamente importantes para no enfermar”, afirmó.

El futuro de la salud pública: cooperación y multidisciplinariedad

A continuación, la Dra. Ruth Usó Talamantes, directora general de Salud Pública de la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana, fue la encargada realizar la introducción sobre ‘El futuro de la salud pública: cooperación y multidisciplinariedad’. La Dra. Usó Talamantes resaltó los múltiples desafíos a los que se enfrenta la salud pública: como la necesidad de coordinación eficaz entre los diversos actores y sectores. La experta también puso de relieve las múltiples oportunidades de las que se disponen actualmente para innovar, promover y proteger la salud a nivel global. “Es necesario la integración de conocimientos, la cooperación, la colaboración entre sectores y disciplinas, y ese compromiso junto con la equidad y la sostenibilidad, serán el eje para construir sociedades más saludables y resilientes, sobre todo en las décadas venideras”, aseguró.

Seguidamente, tuvo lugar la mesa de trabajo y debate One Health, ‘Estrategias para el control de las resistencias a los antimicrobianos compaginando con los objetivos de sostenibilidad ambiental’ en la que participaron: Mar Canós Cerdà, subdirectora general de Seguridad Alimentaria, Laboratorios de Salud Pública y Sanidad Ambiental de la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana; el Dr. Sergio Fernández Martínez, médico especialista en medicina preventiva y salud pública de la Subdirección General de Epidemiología y Vigilancia de la Salud de la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana; la Dra. Elena Gras Colomer, directora general de Farmacia de la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana; el Dr. David Navarro Ortega, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Clínico de Valencia; la Dra. Mª Rosa Oltra Sempere, infectóloga, vicepresidenta de la Sociedad Valenciana de Enfermedades Infecciosas (SEICV) y coordinadora del PROA del Hospital Clínico de Valencia; y el Dr. Hermann Schwarz, secretario de la Plataforma One Health en representación del Consejo General de Colegios de Médicos de España.

Principales desafíos para la implementación del PRAN y acciones prioritarias

De izda. a dcha.: Mar Canós Cerdà, el Dr. Sergio Fernández Martínez, la Dra. Elena Gras Colomer, el Dr. David Navarro Ortega, el Dr. José María Martínez García, la Dra. Mª Rosa Oltra Sempere y el Dr. Hermann Schwarz.

De izda. a dcha.: Mar Canós Cerdà, el Dr. Sergio Fernández Martínez, la Dra. Elena Gras Colomer, el Dr. David Navarro Ortega, el Dr. José María Martínez García, la Dra. Mª Rosa Oltra Sempere y el Dr. Hermann Schwarz.

El moderador del encuentro, el Dr. José María Martínez García, planteó la primera cuestión al grupo de expertos: “¿Cuáles son las acciones prioritarias en el PRAN 2022-2024 y los principales desafíos para implementarlo?”.

“El PRAN es muy amplio y tiene en cuenta desde los contaminantes ambientales hasta el uso de antibióticos. Lo más importante es que existe un plan que marca unas directrices e incide sobre el problema de la prescripción o el uso adecuado de los antibióticos”, afirmó el Dr. Schwarz. En la misma línea, la Dra. Gras Colomer, destacó la importancia de centrarse en el control y reducción del consumo de antibióticos y la homogeneización de los indicadores que permitan medir el avance del PRAN.

«¿Qué coste-eficacia supone implantar este tipo de estrategias?», cuestionó el Dr. José María Martínez García. La Dra. Oltra explicó que el PROA (Programa de Optimización de Uso de Antimicrobianos) es un programa de calidad, y, por tanto, su objetivo prioritario no es el ahorro económico en el uso de antibióticos, sino la optimización de su uso con el fin de reducir las resistencias bacterianas y disminuir los efectos adversos en los pacientes, lo que repercute en la disminución de la estancia hospitalaria y en ocasiones, secundariamente, en el descenso del gasto en antibióticos. El Dr. Hermann Schwarz señaló que el gran consumo de antibióticos se produce en el medio ambulatorio. “Además, tenemos una prescripción muy mejorable en el sentido de necesidad de tratamiento antibiótico”, lamentó.

El Dr. Navarro Ortega señaló que los estudios de coste-eficacia que se realizan vinculados al PRAN son estudios únicamente de costes, sin tener en cuenta la eficacia. “En el futuro se deberían diseñar estudios de coste-eficacia locales, regionales o incluso en el ámbito nacional ya que aportarían datos específicos para cuantificar cuál es el impacto que tiene la implantación de estos programas”, indicó el experto.

“Para obtener resultados en salud se necesitan estudios de coste-efectividad en nuestra práctica clínica diaria y ese es uno de los retos que tiene la Conselleria. En la actualidad disponemos de una Secretaría Autonómica de Transformación Digital, cuyo objetivo es este. Sin embargo, la mayoría de las comunidades autónomas no disponen de una historia clínica bien parametrizada que permita recoger esos datos. Otro de los objetivos de la Conselleria es conseguir que esos datos sean extraíbles”, afirmó la Dra. Gras Colomer.

“¿Qué indicadores se utilizan para medir los resultados?”, preguntó el moderador del encuentro. La Dra. Elena Gras Colomer explicó que los indicadores están recogidos en el PRAN y son: datos de resistencia, datos de mortalidad e indicadores que determinen si un antibiótico está siendo efectivo. La Dra. Oltra explicó que, en Atención Primaria, uno de los indicadores que se valoran, por ejemplo, es el uso de antibióticos de amplio espectro, porque un alto uso de este tipo de antibióticos sería demostrativo de un uso inapropiado. Por su parte, el Dr. Fernández Martínez subrayó la oportunidad que tiene la Comunidad Valenciana en la actualidad gracias a sus sistemas de información: “es una fuente de datos fundamental para poder llevar a cabo estudios tanto de coste-efectividad como de utilidad, así como de cualquier tipo de resistencias o de control de sensibilidades”, matizó.

En cuanto a la existencia de heterogeneidad acusada entre los tratamientos intrahospitalarios, el Dr. Fernández explicó que hoy en día no existe heterogeneidad, sin embargo, si existió en el pasado: “antes el acceso a las fuentes de información era difícil, pero ahora se cuenta con mucho más acceso a las guías de práctica clínica y a todas las guías que hay de tratamiento”, señaló.

“Todos los profesionales nos remitimos a los protocolos a nivel nacional y los aplicamos a nuestra área de salud. Disponemos de protocolos propios que ajustamos a la epidemiología local, pero no es muy diferente a la del área de salud”, añadió la Dra. Oltra.  El Dr. Schwarz puntualizó que se necesita más formación y difusión de los protocolos, además de concienciación tanto de los profesionales como de la ciudadanía.

Mar Canós Cerdà recalcó el amplio margen de mejora que existe todavía en sanidad animal: “desde 2013 hemos mejorado mucho, pero seguimos siendo el tercer país en Europa que más antibióticos o antimicrobianos usamos en la producción derivada de los procesos de producción de alimentos”.

El papel de las vacunas en la disminución de las resistencias antimicrobianas

La siguiente pregunta que el Dr. José María Martínez García cuestionó a los ponentes fue el papel de las vacunas en la disminución de las resistencias antimicrobianas. Para el Dr. Schwarz, las vacunas son fundamentales y es uno de los factores que del PROA y que, evidentemente, se aconseja implementar. “La prevención es fundamental y los esfuerzos de prevención de cualquier sistema sanitario son siempre coste-efectivos”, señaló.

“Todo lo que sea mejorar coberturas vacunales, tanto bacterianas como víricas, va a redundar en una mejora y en una disminución del uso de antibióticos y de forma secundaria, en una disminución de las resistencias a antibióticos”, afirmó el Dr. Fernández Martínez. En la misma línea, el Dr. Navarro Ortega explicó que si la población se vacuna “ganamos en salud”.

Otro de los puntos tratados fue la manera en que las bacterias resistentes amenazan la seguridad alimentaria a largo plazo y pueden provocar la desaparición de las perspectivas económicas de los agricultores. Mar Canós Cerdà reconoció que las bacterias resistentes afectan en gran medida la seguridad alimentaria pudiendo derivar en un problema de falta de alimentos en el futuro: “Es lo que nos estamos jugando porque va a impactar en los métodos de producción de alimentos y no vamos a ser capaces de alcanzar tanta producción como necesitamos. Todos los proyectos que hay en salud humana deben ser compartidos y trasladados a sanidad animal, vegetal y medio ambiente. No podemos centrarnos solo en la salud humana sin compartir una base de datos global y homogénea”, manifestó.

El Dr. Schwarz indicó que precisamente ese enfoque es el planteamiento One Health donde pueden participar profesiones sanitarias, pero también profesiones no sanitarias, que influyen en el resultado final, por lo que se requiere de un trabajo colaborativo.

La prevención en el uso inadecuado de antibióticos

Con respecto a si existe concienciación en retirar los sobrantes de los antibióticos, la Dra. Gras señaló la importancia de la oficina de farmacia y de cara a educación sanitaria con el paciente y del punto SIGRE: “El farmacéutico lo tiene muy en cuenta, pero la clave está en realizar un trabajo multidisciplinar con la industria farmacéutica”. La Dra. Gras Colomer también destacó la importante labor de información por parte del médico al paciente sobre el antibiótico para alcanzar una mayor adherencia terapéutica y la necesidad de fomentar campañas de concienciación.

La Dra. Oltra Sempere explicó la utilización de la prescripción diferida en atención primaria y hospitalaria: “A través del sistema de prescripción electrónica de la Comunidad Valenciana (ABUCASIS) se pauta el tratamiento antibiótico al paciente. Se le explica al paciente que lo más probable es que se trate de una infección vírica, pero si no hay mejoría de la fiebre y el resto síntomas en 48h, entonces se puede sospechar una sobreinfección bacteriana, para evitar que tengan que volver a consultar a su médico de atención primaria o a su pediatra, entonces pueden retirar el antibiótico de la oficina de farmacia”. La Dra. Gras Colomer añadió que las dispensaciones de antibióticos son de un 90% cuando se realiza una prescripción inmediata respecto al menos del 50% cuando se realiza una prescripción diferida.

En el ámbito de la disponibilidad de mecanismos de alerta para identificar pacientes con una infección o colonización por microorganismos multirresistentes y realizar un posterior seguimiento, la Dra. Gras Colomer afirmó que existen, pero dependen del factor humano en los hospitales ya que en la actualidad no están establecidas ese tipo alertas en los sistemas informáticos de la Conselleria. El Dr. Fernández destacó que esos mecanismos de detección temprana están planteados en futuras versiones del sistema informático de gestión de historias clínicas, pero el problema principal radica en la lentitud con la que se implementan las mejoras sugeridas.

La Dra. Ruth Usó, clausurando el acto.

La Dra. Ruth Usó, clausurando el acto.

Tras la mesa de debate, se dedicó un espacio para las preguntas de la audiencia. A continuación, se avanzó hacia la finalización del encuentro con la clausura del grupo por parte de la Dra. Ruth Usó, que sintetizó las conclusiones más destacadas durante la mesa de trabajo y debate. Algunas de ellas fueron: el gran avance hacia el enfoque One Health que supone disponer de un PRAN; la importancia de contar con indicadores homogéneos que se puedan medir y comparar además de indicadores de coste-efectividad; la necesidad de actualizar los sistemas de información para aprovechar la gran cantidad de datos disponibles; y la importancia de la formación en el uso adecuado de los antibióticos, así como las pruebas diagnósticas.