comienzos del año 2000 se introdujo el concepto de “Una sola salud”, en inglés One Health, para poner nombre a algo que ya se sabía desde hace más de un siglo. La salud humana, la salud animal y la salud ambiental son interdependientes y están vinculadas a los ecosistemas en los cuales coexisten. Más específicamente, el concepto One Health se define como los esfuerzos de colaboración de múltiples disciplinas personal médico, veterinario e investigador, que trabajan a nivel local, nacional y global con el objetivo de lograr una salud óptima para las personas, los animales y nuestro medioambiente. La importancia de este concepto en los últimos años viene dada por los cambios que se han producido en las interacciones entre todos estos agentes: personas, animales, plantas y evidentemente, nuestro entorno.

Para fomentar la colaboración de las múltiples disciplinas el personal médico, veterinario, investigador y la administración trabajan para lograr esta salud óptima para las personas, los animales y nuestro medioambiente y dar a conocer a toda la sociedad la estrategia actual y la necesidad de su colaboración y apoyo.  En este sentido, la colaboración permite encontrar las soluciones posibles para estar mejor preparados y hacer frente a estos retos es por lo que New Medical Economics, en colaboración con Pfizer, la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha y su Servicio de Salud (SESCAM) ha llevado a cabo el Grupo de Trabajo y Debate “One Health: retos sanitarios presentes y futuros’ en esta comunidad autónoma”.

El Salón de Actos de la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha (Toledo) acogió este encuentro en el que participaron ponentes de primer nivel como: Laura Ruiz López, directora general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha; Óscar Talavera Encinas, director general  de Hospitales del SESCAM; Andrea García Caballero, farmacéutica titular del Estado – Evaluación clínica de antiinfecciosos y Unidad de Coordinación del PRAN (Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos) en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS); Jesús García Guerrero, jefe de la Sección de Medicina Preventiva en el Hospital de Albacete y presidente de la Sociedad Castellano-Manchega de Medicina Preventiva y Salud Pública; Alicia Lázaro López, coordinadora del PROA (Programas de optimización de uso de antimicrobianos)  del Hospital Universitario de Guadalajara; Marta Regodón Domínguez, facultativa especialista del Área de Microbiología en el Hospital Universitario de Toledo; Mª Carmen Román Ortiz, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y responsable del Servicio de Epidemiología de la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha. El encuentro estuvo moderado por José María Martínez García, presidente ejecutivo de New Medical Economics.

En su intervención, la directora general de Salud Pública habló sobre el futuro de la salud pública, en concreto, sobre la cooperación y multidisciplinariedad. Laura Ruiz detalló las principales funciones que realizan en su Dirección General, así como la vigilancia de salud pública, protección de salud y prevención, “también estamos trabajando en una estrategia de nutrición, actividad física y prevención de la obesidad”. Ruiz López también indicó que la gestión que realizan es desde el enfoque One Health,” necesitamos cooperar con los responsables de las distintas especialidades con las que trabajamos (agricultura, medio ambiente, veterinarios…), la multidisciplinariedad es la esencia de la Salud Pública”.

Para la experta, en Salud Pública hay tres bloques de máxima preocupación en los que resulta imprescindible el enfoque de “una salud”: las zoonosis, la resistencia a los antimicrobianos y el cambio climático. En Castilla-La Mancha también están llevando a cabo el Plan Regional de Vigilancia Entomológica, ya que “uno de los peligros vinculados al cambio climático es la transmisión de determinadas enfermedades emergentes y reemergentes en España vinculadas a la transmisión por vectores”, detalló Ruiz López.

Principales desafíos y acciones prioritarias para la implementación del PRAN

Una de las primeras cuestiones que se pusieron sobre la mesa fueron los principales desafíos y acciones prioritarias para la implementación del PRAN. La representante de la AEMPS, Andrea García explicó cuál es el objetivo del PRAN, “mejorar la utilización de los antibióticos y prolongar su vida, porque uno de los problemas que tenemos actualmente en salud pública es la emergencia y diseminación de bacterias resistentes a los mismos, lo que dificulta el manejo de infecciones que hasta ahora en los últimos años han sido fácilmente tratables”. Según contó la experta, ya se está llevando a cabo el tercer PRAN que se inició en el año 2022 y abarca hasta este año, “un PRAN que pretende dar continuidad a las acciones que ya habían sido exitosas en el pasado e implementa nuevas acciones que los distintos agentes habían demandado. Ya estamos empezando a trabajar y a diseñar el cuarto PRAN que se iniciará en el año 2025”.

Para Jesús García, los principales desafíos es que realmente estas acciones funcionen, se generalicen y lleguen a todos los profesionales, “tendremos que colaborar profesionales muy diversos, lo cual es una dificultad en sí. Sin la colaboración de los profesionales no podremos llegar a ningún sitio”. En la misma línea Marta Regodón considera que la dificultad está en la comunicación entre distintos profesionales de distintas áreas. Regodón también cree que lo más difícil es la exportación de datos, “a nivel informático hay limitaciones, hay que trabajar en ello para facilitar esta comunicación”.

En Castilla-La Mancha, desde la Dirección General de Salud Pública se ha puesto en marcha el grupo coordinador de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria, dentro de uno de los objetivos del Plan regional frente a la resistencia a los antibióticos de Castilla-La Mancha PRAN-CLM Salud Humana. Mª Carmen Román contó que los principales objetivos son “implementar el sistema de vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos; la red de laboratorios para la vigilancia de estos microorganismos resistentes y, por último, el sistema de vigilancia de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria”.

En este sentido, la coordinadora del PROA en el Hospital Universitario de Guadalajara indicó que ha visto una evolución muy positiva a nivel hospitalario en Castilla-La Mancha. Sin embargo, Alicia Lázaro cree que uno de los retos es incorporar los PROA en los centros sociosanitarios, además de que se le dé la importancia que tiene a los PROA y que se considere una actividad asistencial más. “Es fundamental que desde el SESCAM y desde los propios hospitales nos concienciemos y se den todos los recursos necesarios para intentar que en 2050 la resistencia de antimicrobianos no sea una de las principales causas de muerte”, señaló la experta.

Andrea García también considera que los centros sanitarios son un punto crítico que hay que abordar, “en el PRAN ya lo tenemos en mente y enfocado”. Siguiendo con esta cuestión, el jefe de la Sección de Medicina Preventiva del Hospital de Albacete indicó que la institucionalización es un factor de riesgo verdaderamente importante en la presencia de este tipo de infecciones y colonizaciones.

Según comentó Mª Carmen Román, para comenzar a atajar este problema, desde la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha se van a poner en marcha encuestas de prevalencia de infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria y el uso de antimicrobianos en centros residenciales de larga estancia. “Además, se van a implementar unos cursos de formación tanto para el responsable del centro sociosanitario como para el personal de ese centro que vaya a pasar esas encuestas, vamos a dar un paso adelante respecto a los centros sociosanitarios”, subrayó Román.

“Implementar estrategias o planes de acción frente a la resistencia a los antimicrobianos y hacerlo con un enfoque One Health es coste-eficaz”, dijo Andrea García, y continuó: “porque la resistencia a los antimicrobianos genera un impacto económico no solo de manera directa en los sistemas de salud con el gasto económico directo, sino también por la pérdida de productividad de las personas que están padeciendo una enfermedad”. García también señaló que el retorno de la inversión por la implementación del PROA es de 2,3 y la implementación de programas de higiene de manos es de 24,6.

“El lavado de manos es la medida más eficaz para prevenir cualquier infección”, indicó Jesús García. El experto contó que “en una planta de hospitalización de Albacete de Geriatría, con unificación del personal en su metodología de trabajo, formación y observación del lavado de manos, hemos conseguido que descendiera en un 50% la incidencia de infecciones por gérmenes multirresistentes del periodo pre al periodo post”.

Concienciación y sensibilización en el uso adecuado de antibióticos

El siguiente tema que se puso de manifiesto fue la concienciación y sensibilización en este ámbito, tanto en los profesionales sanitarios como en la ciudadanía.  Por su parte, Jesús García cree que todas las organizaciones relativamente importantes deberían tener departamentos dedicados a saber cómo lanzar sus mensajes para que calen en la población y en los profesionales, “es muy importante la educación en salud, promover la salud de los pacientes y conseguir prevenir la aparición de la enfermedad”.

En este sentido, Marta Regodón considera que desde las instituciones se debe apoyar a los médicos de familia y a los farmacéuticos de las oficinas de farmacia porque son los que están dando la cara.

“Es una de las líneas de acción en las que se ha apostado desde el inicio del PRAN”, apuntó Andrea García. Todos los años, desde la Unidad de Coordinación del PRAN lanzamos una campaña sobre el uso prudente de los antibióticos, el lema del 2023 fue ‘Antibióticos: protegernos es su trabajo. El tuyo, usarlos bien’.

A continuación, el especialista en medicina preventiva señaló que gran parte de la ciudadanía desconoce este problema, “a lo mejor no hemos sabido explicarnos o no hemos sido lo suficientemente exhaustivos a la hora de explicarnos. Hay mucha gente que sigue pensando que una gripe se cura con un antibiótico”.

La coordinadora del PROA en el Hospital Universitario de Guadalajara señaló que ni siquiera desde los hospitales se conoce realmente cuál es la adherencia de los tratamientos antibióticos que se prescriben, “como profesionales sanitarios tenemos que entonar un mea culpa e interiorizar si realmente estamos concienciando cuando se prescribe un antibiótico, si hacemos llegar a la población la importancia que tiene realmente”.

En cuanto a la formación adecuada de los médicos de Atención Primaria en esta materia, la especialista en microbiología en el Hospital Universitario de Toledo afirmó que es otro de los objetivos, “la formación tiene que ser constante y en las multirresistencias deberían tener una autoactualización”. Para Alicia Lázaro, falta formación en todos los aspectos, “el 90% de los médicos prescriptores del hospital pueden prescribir un tratamiento antimicrobiano sin tener conocimientos buenos de ese tratamiento. Ahí tenemos un campo de mejora importante, es un aspecto fundamental del PROA”.

Mª Carmen Román reafirmó la idea de formar a los profesionales en el uso adecuado de antibióticos, “así luego se podría trasladar la información mucho mejor a los pacientes”.

Refuerzo en los PROA: recursos humanos y materiales

“¿Es necesario reforzar los programas de optimización de uso de antimicrobianos en los hospitales y en la atención primaria?, ¿y en el uso animal?”, preguntó el moderador al panel de expertos.

Para la coordinadora del PROA en Guadalajara es absolutamente necesario y destacó que “aunque Castilla-La Mancha tiene un plan muy bueno en este ámbito debe incluir que sea una actividad asistencial más, tanto en AP como en Hospitalaria, y como tal se debe de dotar de recursos humanos y materiales”. En la misma línea, Jesús García cree que el trabajo de los PROA debería tener una consideración asistencial, “los profesionales que pertenecen a los grupos PROA deben tener una liberación de tiempo para poder llevar a cabo su trabajo”.

La representante de la Consejería de Sanidad, Mª Carmen Román considera que es un paso más y un valor añadido a este trabajo que desde la Dirección General de Salud Pública también se apoye.

Los sistemas informáticos para detectar alertas en este ámbito es otro punto de mejora según los expertos, aunque “la herramienta que se ha elaborado a través del PRAN del consumo de antimicrobianos es muy buena, hay que explotarla y que todo el mundo la conozca, te permite además comparar con otros hospitales de la misma complejidad y tenemos acceso a poner determinadas alertas”, contó Alicia Lázaro. Otro hándicap para la especialista es conocer las duraciones de tratamientos antimicrobianos, “sé que están trabajando en ello, esta mejora es muy importante”.

“Tenemos que conseguir la automatización de los registros electrónicos, para la vigilancia es algo fundamental. A todos los niveles necesitamos interconectar. Cuanto más automático sea, más tiempo vamos a tener los profesionales para dedicarlo a analizar y a ver qué actuaciones podemos mejorar”, indicó Mª Carmen Román.

Desde el PRAN, contó Andrea García, se está apostando por herramientas informáticas de ayuda a los PROA, “permiten automatizar todos esos procesos que los PROA hoy en día tienen que hacer de manera manual y les quitan tanto tiempo valioso”.

En Guadalajara cuentan con un programa informático PROA elaborado por los informáticos del hospital, “es una base muy buena que también debería de permitir al resto de compañeros de Castilla-La Mancha poderse exportar. Tenemos que aprovechar todo lo que ya está hecho y ponerlo en común con el resto de los compañeros”, señaló Alicia Lázaro. Tal y como indicó Marta Regodón no ocurre lo mismo en Toledo, “es una limitación tremenda al no tener base de datos y tener que estar registrando todo manualmente”.

Falta de antibióticos e innovación

El siguiente punto que se trató en la jornada fue el impacto que podría tener la falta de antibióticos esenciales en las resistencias antimicrobianas. Marta Regodón explicó que los tratamientos de primera línea no se pueden utilizar, “hay que utilizar los de segunda línea, ahí tenemos problemas de administración, dosificación y de efectos adversos. Los nuevos antibióticos que han venido hace unos años nos están salvando, pero también tienen problemas económicos y de utilización”.

Según Jesús García otro de los problemas en este campo es el ritmo y desarrollo de las multirresistencias ya que es superior al ritmo actual de desarrollo de antibióticos por parte de la industria.

“Hoy en día se documenta la resistencia a los antibióticos antes de que el antibiótico casi ni se le haya puesto ni en un paciente”, indicó Andrea García. También destacó la necesidad de acceder a esos antibióticos antiguos más sencillos. “Tenemos que intentar utilizar esos antibióticos para las infecciones habituales que pueden seguirse tratando con ellos para de verdad reservar los de última línea cuando sean verdaderamente necesarios y así preservar su utilidad el mayor tiempo posible, porque las bacterias no van a colaborar para que podamos utilizarlos, tenemos que colaborar nosotros”, señaló la experta del PRAN.

La AEMPS, para el desarrollo de nuevos antibióticos, cuenta con la Oficina de Apoyo a la Innovación y Conocimiento sobre Medicamentos, que proporciona asesoramiento científico a la industria farmacéutica en general y también a pequeñas y medianas empresas. “Desgraciadamente el campo de los antibióticos cada vez es menos rentable porque los antibióticos que más se consumen son medicamentos antiguos que tienen precios bajos por su consideración de genéricos, y los antibióticos más nuevos en general están destinados a tratar infecciones por microorganismos multirresistentes y, por lo tanto, queremos que no se usen. El modelo tiene dificultades para sostenerse”, subrayó Andrea García. La experta también abogó por buscar estrategias para mantener en el mercado antibióticos antiguos que son baratos y no son especialmente rentables, pero que son muy necesarios para las infecciones más prevalentes y que afortunadamente se pueden seguir tratando con ellos.

Desde la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha también apoyan y facilitan la investigación, de hecho, contó Mª Carmen Román, que CLM cuenta desde el 2022 con el instituto de investigación IDISCAM, “tenemos que apoyar y estimular a los profesionales sanitarios para que investiguen en los temas que son más urgentes, más necesarios, participación en ensayos clínicos y en investigaciones más pequeñitas también”.

Para finalizar, el director general de Hospitales del SESCAM, Óscar Talavera Encinas, clausuró la jornada. En su discurso señaló que se llevaba retos pendientes tras lo comentado durante el debate, como la coordinación con los servicios informáticos en los PROA y profesionalizar esta gestión.

Además, Óscar Talavera indicó que “tenemos que cambiar la mentalidad de una sanidad por una salud, de un curar por un prevenir, de una actuación reactiva por una actuación preventiva”.