“La diabetes se cura con canela y clavo”. Esta barbaridad es el mensaje que transmiten decenas de vídeos con millones de reproducciones en YouTube. Sus autores aseguran que en tan solo 5 días, con infusiones de estas especias, se puede revertir la diabetes. Ni siquiera son vídeos muy elaborados. El que más reproducciones tiene, más de 6 millones, mezcla vídeo clips de banco de imagen de actores fingiendo ser médicos e investigadores (lo que le da una apariencia de credibilidad) con las imágenes de la preparación de la infusión.

Son algunos de los bulos de la diabetes, una enfermedad crónica, sin cura, lo que hace que sea muy propicia a la aparición de charlatanes que intentan vender remedios milagrosos para su cura. Por eso, desde el Instituto #SaludsinBulos hemos elaborado el programa Diabetes libre de Bulos, con la participación de la Sociedad Española de Diabetes (SED) y la Federación Española de Diabetes (FEDE) y la colaboración de Abbott. A través de la web diabeteslibredebulos.com se pretende contribuir a identificar y frenar los bulos de diabetes y que los profesionales sanitarios puedan guiar a los pacientes con recomendaciones y recursos. También se incluye un informe con entrevistas a profesionales sanitarios y pacientes.

El 77% de los profesionales sanitarios entrevistados considera que los bulos se han incrementado en el último año y 4 de cada 10 afirma haber sufrido alguna alerta sanitaria vinculada a bulos en diabetes. Las consecuencias de la desinformación son un mal uso del tratamiento, como creen 3 de cada 4 expertos, desconfianza en médicos y enfermeros (60%) o incluso abandono del tratamiento, según creen más de la mitad de entrevistados.

En España hay más de 5,3 millones de personas con un diagnóstico de diabetes, según datos del Estudio Di@betes del CIBERDEM. Los pacientes también han opinado en este informe sobre la desinformación en diabetes. El 63% de los encuestados asegura que ha leído o escuchado en alguna ocasión que la diabetes se cura y un tercio que se pueden hackear los sensores de glucosa para que duren más sin que eso tenga consecuencias en la salud .

El 77% de los profesionales sanitarios entrevistados considera que los bulos se han incrementado en el último año y 4 de cada 10 afirma haber sufrido alguna alerta sanitaria vinculada a bulos en diabetes

Una de las causas de que los bulos tengan tanta aceptación es que los pacientes no están satisfechos con la información que reciben de los profesionales sanitarios, a pesar de ser su principal referencia informativa en diabetes. Así lo manifiesta uno de cada tres consultados para el informe Diabetes Libre de Bulos. Si eso ya ocurría en consulta, en el ámbito online la comunicación de los profesionales sanitarios con las personas con diabetes presenta incluso más carencias, como reconocen los propios profesionales.

Con el objetivo de contribuir a que los profesionales sanitarios puedan orientar a sus pacientes, tanto en consulta como el entorno online, el Instituto #SaludsinBulos ha firmado un convenio de colaboración la SED que contempla la formación de los miembros de la SED en competencias digitales y la posibilidad de responder con rapidez a los bulos sobre diabetes que aparecen en la Red.

Por su parte, FEDE se ha unido al movimiento #ZascaBulos, que pretende comprometer a la población a compartir contenidos de salud con responsabilidad y comprobar antes de redifundir. Una de las lecciones que se desprenden de la pandemia del Covid-19 es que las prisas por difundir novedades que nos llegan a través de las redes y del Whatsapp suelen favorecer la transmisión de los bulos. El propio Fernando Simón dijo, en una comparecencia precipitada, que los diabéticos podían salir a pasear cuando el resto de la población no, lo que el Ministerio de Sanidad tuvo que rectificar a las pocas horas. Sólo con la colaboración de profesionales sanitarios, pacientes, gestores y comunicadores podremos atajar la pandemia de los bulos.