Mª Antònia Mangues lleva casi 20 años dirigiendo el Servicio de Farmacia del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y tras su larga trayectoria profesional, sus retos casi siguen siendo los mismos: seguir creciendo cada día y aportar más a los pacientesTambién cree que la Farmacia Hospitalaria debe dar un gran salto hacia la multidisciplinariedad, trabajando con ingenieros o informáticos. En esta entrevista para New Medical Economics ha contado sus planes de futuro, además de dar las claves para mejorar la Atención Farmacéutica y liderar un Servicio de Farmacia de calidad, entre otras cuestiones.

¿Qué balance hace de su labor como jefa del Servicio de Farmacia del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau?

El balance es muy positivo. Me inicié como jefe de servicio dejando atrás mi actividad en farmacocinética clínica, un mundo muy técnico. Muy pronto me di cuenta de que dirigir un equipo es más complejo que aplicar conocimientos técnicos y que requiere de una preparación específica. Más allá de la farmacoterapia y de todo lo que acompaña al mundo del medicamento, los jefes de servicio tenemos necesidades de formación que también debemos cubrir. A lo largo de los 19 años que llevo asumiendo este compromiso he aprendido muchísimo y estoy muy orgullosa del gran equipo que hoy constituye el Servicio de Farmacia del Hospital de St. Pau.

¿De cuántas personas se compone su equipo?

El equipo lo constituimos 65 personas. Veinte somos farmacéuticos especialistas, aunque no todos staff. Parte de los especialistas están vinculados a proyectos finalistas en distintas áreas como por ejemplo el de evaluación de medicamentos. Todas nuestras actividades tienen un enfoque multidisciplinar y clínico.
El grupo más numeroso del equipo no lo constituimos los farmacéuticos especialistas sino los técnicos superiores de farmacia (29). Contamos también con 8 residentes (se incorporan 2 por año). Otros perfiles son técnicos superiores de investigación, técnicos de grado medio y administrativos.

¿A qué retos se enfrenta?

El gran reto es seguir creciendo cada día y aportando más y más a los pacientes. Unos pacientes que tienen opciones terapéuticas que antes no tenían. Queremos aportar nuestro conocimiento en evaluación de medicamentos y potenciando sus condiciones óptimas de uso. Y también queremos contribuir a empoderar al paciente porque esto también contribuye a conseguir buenos resultados en salud. Ese es un gran reto que asumimos con sumo agrado; se trata del core de nuestra profesión.

Otro reto es seguir creciendo no solo en el campo de los medicamentos sino en otros campos como el de las nuevas tecnologías, un gran reto para el sistema sanitario al que no somos ajenos.

Y también, atrevernos a dar un gran salto hacia la multidisciplinariedad, más allá de las profesiones sanitarias. Trabajar con ingenieros, informáticos que formaran parte junto con nosotros de equipos muy transversales y complementarios. Creo que nos podemos complementar mucho y podemos establecer sinergias que nos lleven a modelos mucho más eficientes y que generen crecimiento mucho más rápido que los que estamos teniendo sin estos profesionales. Pienso, además, que esto debería empezar en el pregrado.

Y un reto persistente, quizás menos disruptivo, es seguir invirtiendo al máximo en nuestra formación. Es fundamental, y en el campo de la farmacoterapia es una necesidad inacabable.

¿Cuáles son sus líneas estratégicas para liderar un Servicio de Farmacia de calidad?

Las líneas estratégicas del último plan estratégico son 5:

– La farmacoterapia eficiente y segura; esta es una línea estratégica que estará siempre presente en nuestros planes.
– La gestión de la calidad. Queremos medir lo que hacemos y analizar qué resultados obtenemos y cómo retroalimentamos la rueda de calidad.
– La docencia y el desarrollo profesional. Hay que invertir en las carreras profesionales de todos los miembros del equipo, no solo farmacéuticos. El equipo de técnicos es sensacional. Profesionales jóvenes con muchas ganas de aprender que son responsables de una parte importantísima de las actividades del equipo.
– La mejora de la satisfacción de todos nuestros grupos de interés. Trabajamos para el paciente y casi siempre contamos con otros compañeros de viaje, que también son grupos de interés para nosotros.
– Innovación e investigación.La Farmacia Hospitalaria es un aliado en resultados de salud y en la atención al paciente, ¿cómo se puede reforzar esta teoría?
Todo lo que hacemos está enfocado a conseguir buenos resultados en los pacientes, a medirlos y a incluirlos en la rueda de mejorar esos resultados, solos o acompañados, pero la farmacia de hospital está ahí por principio. Cualquiera de las líneas estratégicas que he mencionado tiene que ver con esto, en conseguir resultados y estar comprometidos con ello.

¿Qué sistemas utilizan para obtener estos resultados y hacerlos efectivos en la práctica clínica?

En primer lugar, formándonos y sabiendo qué podemos esperar y qué queremos obtener de actividades tan básicas como la distribución y preparación de medicamentos, hasta actividades complejas como pueden ser los tratamientos con terapias avanzadas como las CAR-T, con las que empezamos a tener ya alguna experiencia. La farmacia de hospital es una profesión de amplísimo espectro.
En Cataluña llevamos desde el 2014 registrando resultados en salud ligados a la utilización de medicamentos que ha armonizado nuestra aseguradora pública, el CatSalut. Es la mejor iniciativa en la que participamos todos los hospitales públicos de nuestra comunidad autónoma.

¿Cómo cree que se puede mejorar la Atención Farmacéutica?

Teniendo muy en cuenta al paciente de manera individual. Me refiero a lo que piensa y siente en relación a su enfermedad y el tratamiento que debe seguir. Cada paciente es distinto, tiene un entorno distinto y unas creencias y prioridades también distintas que acaban condicionando su actitud en relación al tratamiento y, como consecuencia, los resultados que se consigan. Hemos hecho durante unos cuantos años cursos de entrevista clínica, para aprender a escuchar al paciente, generando empatía y confianza con él, que es algo en lo que tenemos que seguir invirtiendo y que nos piden los pacientes cuando se lo preguntamos. Esta escucha activa a menudo te lleva a reflexionar sobre temas que sin el paciente nunca habrías explorado y que acaban teniendo consecuencias importantes en la salud del paciente. Tenemos que seguir creciendo, al igual que las demás profesiones sanitarias, en esta línea.

En resumen, el paciente nos va a ayudar a hacerlo mucho mejor si estamos atentos.

¿Cuántos ensayos clínicos se están realizando en Sant Pau? ¿Cuál es vuestra implicación en este ámbito?

La media son unos 280 ensayos clínicos activos anuales. La mayor parte son iniciativa de la industria farmacéutica, pero también llevamos a cabo ensayos clínicos independientes. Más allá de la gestión de toda la medicación en investigación clínica por parte del Servicio de Farmacia, en los términos que establece la normativa vigente, en algunos casos también formamos parte del equipo investigador.

St. Pau es un Hospital Universitario y los ensayos clínicos son una actividad básica para un hospital como el nuestro. Nuestro instituto de investigación IIB Sant Pau, está acreditado por el Instituto de Salud Carlos III y acabamos de inaugurar un nuevo edificio de investigación.

¿Os llegan los resultados de los ensayos clínicos?

Nos llegan menos de lo que nos gustaría. Se está invirtiendo para que esto mejore.

¿Qué camino debería seguir la Farmacia Hospitalaria para seguir con su desarrollo?

Desde mi punto de vista debería continuar por el camino trazado en los últimos años. Creo que la salud de la farmacia hospitalaria es excelente, no hay más que ir al Congreso anual de la SEFH para ver todo lo que se está haciendo. Tenemos un colectivo muy creativo, muy motivado y generoso. Compartimos muchísimo y aprendemos continuamente unos de otros. Estoy muy orgullosa de pertenecer a él. Tenemos muy buen ambiente y estamos muy motivados, tenemos muchas ganas de seguir creciendo y nos ayudamos mucho.

Recientemente, en el Congreso de la SEFH, celebrado en Sevilla, se le entregó la Medalla Joaquín Bonal, ¿qué significa este premio para usted?

Lo significa todo para mí. Es el premio más grande, el Óscar de la farmacia hospitalaria. Estoy muy agradecida porque compañeros de profesión pensaran que era merecedora de este premio y también por quien pone nombre a esta medalla. Joaquín Bonal fue mi amigo, mi maestro… seguimos con el enfoque que él dio a nuestra profesión. Consiguió contagiarnos de esa visión clínica, de pensar en el paciente. Joaquín nos dio alas al equipo y gracias a él hemos llegado hasta donde hemos sido capaces de llegar.

¿Qué función desempeña la farmacia hospitalaria en la evaluación y selección de medicamentos en los Comités FCT de las CC. AA?

Me referiré a nuestra experiencia en Catalunya. El CatSalut creó en 2010 el programa de armonización de medicación hospitalaria de dispensación ambulatoria y nuestro servicio ha participado desde entones en este proyecto. Empezó de cero y ha estado creciendo continuamente. Ha conseguido que todos los hospitales públicos de nuestra autonomía apliquen las mismas condiciones de uso de los medicamentos que se evalúan. Este programa se dotó de oficinas técnicas, constituidas principalmente por farmacéuticos de hospital que han venido preparando los informes de evaluación aplicando metodología GENESIS. Es un proyecto que vivimos con dimensión de país, excede las puertas del hospital y es una suerte poder formar parte de él.

¿Qué necesidades tiene en estos momentos la Farmacia Hospitalaria para seguir desarrollándose (formación en … u otros temas)?

La necesidad inexcusable de seguir creciendo. Que no nos falten las ganas y tendremos el futuro de cara.