*Datos actualizados a 26 de febrero de 2021

El coronavirus ha llegado a nuestras vidas para quedarse. Ya estamos sumergidos en la tercera ola de la pandemia y numerosos expertos ya vaticinan una cuarta. Es cierto que el número de contagios y fallecidos por la enfermedad desciende día tras día, pero aun así son cifras muy altas que al escucharlas siguen produciendo un escalofrío.

Desde el inicio de la pandemia, el foco ha estado puesto en los afectados por el virus y los hospitales. Muchos de los afectados durante el pico más alto de esta crisis sanitaria no pudieron ser atendidos de manera adecuada por falta de medios e infraestructuras y los hospitales, a su vez, no tenían la capacidad suficiente para dar cobertura sanitaria a todos los pacientes.

Se dice que de los errores se aprende y parece que en algunas comunidades no solo ha sido así, sino que han trasladado la teoría a la práctica: es el caso de la Comunidad de Madrid.

Para liberar a los hospitales madrileños de pacientes COVID, el año pasado, durante la primera ola, se puso en marcha IFEMA como hospital de campaña. Al ver que la historia continúa, han querido dar un paso más, con la apertura del Hospital Enfermera Isabel Zendal. Construido en tan solo 100 días, este hospital de pandemias es un ejemplo de acción-reacción.

El objetivo de este nuevo espacio, que abrió sus puertas el pasado 1 de diciembre de 2020, es que los hospitales puedan seguir haciendo su actividad normal y conseguir que los pacientes COVID reciban una atención absolutamente especializada y específica de su patología.

Nació con el espíritu de IFEMA, pero “con la idea de tener dispuesto todo lo que se sabe que necesitan los pacientes COVID, para que en el momento que entren en el hospital se les pueda dar la atención que precisen”, cuenta el director gerente del Zendal, Fernando Prados.

Se trata de un hospital sin habitaciones. Las camas están distribuidas en zonas, alrededor de un control de enfermería, lo que posibilita el contacto permanente del profesional con el paciente. Los pacientes están juntos, en grupos de 8 y en espacios abiertos. Prados explica que “aunque pierdan en intimidad, hay mucha menos soledad. Esto permite que los pacientes interactúen entre ellos y no tengan que estar recluidos en un espacio cerrado”.

Consta de 3 pabellones y cada uno de ellos se puede adaptar al requerimiento que se precise. El Enfermera Isabel Zendal los tiene ocupados para hospitalización, UCI y UCRI (Unidad de Cuidados Respiratorios Intermedios). Esta novedosa Unidad de Cuidados Respiratorios Intermedios “se ha hecho pensando en el paciente y para que la UCI se contemple como la última opción”, indica el director gerente del Zendal. Además, también disponen de módulos específicos, como el de admisión o la zona de laboratorio, donde se recogen las muestras que luego son trasladadas al Hospital La Paz.

Actualmente tienen 239 pacientes hospitalizados, de estos, 170 están en hospitalización, 33 en UCI y 36 en UCRI. Y en total, han atendido durante estos dos meses a 2.400 pacientes. Al hospital pueden ir todo de pacientes siempre y cuando las condiciones que tienen en el hospital no provoquen un problema, como puede ser pacientes desorientados o que tengan otro tipo de enfermedades que requieran un manejo especializado. “Aquí los pacientes vienen a curarse”, dice Prados. Gracias a su infraestructura, “hemos tenido la oportunidad de irnos dimensionando como hemos querido, ya hemos hecho tres cambios de unidades, según la situación de los pacientes. Para nosotros esta organización es la ideal para poder dar satisfacción a los hospitales”, señala.

El Hospital Gregorio Marañón, el 12 de Octubre o el Hospital Clínico San Carlos han sido los más beneficiados con la apertura de este nuevo centro, ya que han sido los más liberados de pacientes COVID. “Queremos dar salida a los pacientes COVID de los hospitales y evitar un problema al sistema sanitario. La fórmula Zendal es inmediata”, así de convencido se muestra Prados con su proyecto.

A pesar de sus buenos resultados en su corta vida, sigue habiendo pacientes que no quieren ir a curarse al Zendal. Para Fernando Prados “lo grave es que muchos no quieren porque no saben lo que están rechazando, es el hospital monográfico de COVID mejor del mundo”, y continúa- “es una lástima que alguien rechace el tener el mejor tratamiento posible de la medicina mundial”.

En cuanto a personal sanitario, en el Isabel Zendal trabajan más de 1.300 profesionales, “todos son contratos COVID del 2020 o 2021”, indica Prados, quien asegura además que “no hay médicos y enfermeras suficientes para atender una pandemia”. La solución pasa, según su criterio, por cambiar el Estatuto de los Trabajadores, “seguro que hay mejoras que debemos hacer para que todo esto vaya mejor, pero no ahora”.

Tras las polémicas surgidas con respecto a esta cuestión, la Comunidad de Madrid ha decidido incentivar a los profesionales que vayan a trabajar al Zendal. “Se les va a dar una serie de puntos por tiempo trabajado, solamente en el apartado de compromiso con el sistema. No se les va a pagar más ni perjudica a otros trabajadores”, explica Prados.

Como en el resto de hospitales madrileños, todos los profesionales del Zendal están incluidos en el proceso de vacunación del coronavirus. Mientras que todo, poco a poco vuelve a la normalidad, el hospital seguirá en primera línea estando al lado de los pacientes y sobre todo curándolos.

 

Carmen Mª Tornero Fernández,
Redactora Jefe de New Medical Economics
carmenmaria@newmedicaleconomics.es