Las personas con diabetes tipo 2 son un colectivo muy diverso con necesidades específicas en cuanto al tratamiento de su patología. Algunas de ellas, concretamente las que están en tratamiento con insulina, se encuentran con muchas limitaciones, en comparación con respecto a las personas con diabetes tipo 1, a la hora de acceder a determinados avances en diabetes y nuevas tecnologías, como pueden ser los sistemas de monitorización de la glucosa en líquido intersticial.

Por esta razón, y con el objetivo de conseguir que los pacientes con diabetes tipo 2 insulinizados puedan disponer de los mismos tratamientos para el buen control y gestión de su diabetes, la Federación Española de Diabetes (FEDE) ha elaborado el decálogo ‘10 medidas para mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes tipo 2 insulinizadas’, con la colaboración de la Sociedad Española de Diabetes (SED), la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la Sociedad de Medicina Interna (SEMI), la Red de Grupos de Estudio de la Diabetes en Atención Primaria de lanSalud (redGDPS) y el Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería (CGCOE), que se han unido a esta hoja de ruta que supone una apuesta por el tratamiento individualizado del paciente y su participación dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS).

El documento se halla dividido en cinco apartados de medidas en diferentes áreas, que son las siguientes: en educación y formación; en telemedicina e innovación; en individualización y tratamiento; en ahorro e inversión; y en participación e influencia. Por lo que se refiere a la formación en diabetes, se destaca la reivindicación de una educación diabetológica de calidad y continuada en el tiempo tanto en pacientes como en familiares, así como la aprobación de los Diplomas de Acreditación y los Diplomas de Acreditación Avanzada para reconocer la formación de las enfermeras educadoras en diabetes.

Además, se prioriza la solicitud de medidas en investigación e innovación dirigidas a sentar las bases de una telemedicina de calidad, priorizar la apuesta de la investigación centrada en el colectivo de las personas con diabetes, máxime en el actual contexto de pandemia por la COVID-19. En el ámbito relativo al tratamiento, se recoge como prioritario apostar por la individualización de su abordaje en función de cada paciente, atendiendo a sus necesidades e impulsando el cambio de tiras reactivas por los sistemas de monitorización de la glucosa.

Todo ello contribuye a evidenciar el ahorro y la inversión que supone una adecuada y correcta monitorización de la diabetes en cuanto a la prevención de complicaciones, por lo que se destaca avanzar en la concienciación a las autoridades públicas de la importancia de implementación de planes que faciliten todo lo anterior. Por último, y en lo que respecta a las medidas de participación del paciente en la toma de decisiones, se especifica impulsar el aumento la presencia de los representantes de los pacientes con diabetes, así como del resto de profesionales sanitarios.

El cumplimiento de estas propuestas es un objetivo prioritario para que se ajusten a la realidad de las necesidades de cada paciente, lo cual mejoraría su calidad de vida y, además, la calidad asistencial, obteniendo así buenos resultados en salud y evitando complicaciones.

10 Medidas para mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes tipo 2 insulinizadas

Las entidades impulsoras y colaboradoras de e stas 10 MEDIDAS solicitarán, como siguiente paso, a las autoridades sanitarias competentes, que implementen estas propuestas, con el objetivo de que se ajusten a la realidad de las necesidades específicas de cada paciente, redundando con ello en una mejora tanto de su calidad de vida como de la calidad asistencial, y en suma, obteniendo resultados en salud personales y poblacionales.