Las quemaduras son daños en la piel generalmente causados por el calor.

Una quemadura es causada por calor seco, por una plancha o fuego, por ejemplo. Una escaldadura es causada por algo húmedo, como agua caliente o vapor.

Las quemaduras pueden ser muy dolorosas y pueden causar:

Piel roja o descamada.

Hinchazón.

Piel blanca o carbonizada.

La cantidad de dolor que se siente no siempre está relacionada con la gravedad de la quemadura. Incluso una quemadura muy grave puede ser relativamente indolora.

Consejos de primera intervención

Alejar inmediatamente a la persona de la fuente de calor para detener la quema.

Quitarse la ropa o las joyas que estén cerca del área quemada de la piel, incluidos los pañales de los bebés, pero no mover nada que esté pegado a la piel.

Enfriar la quemadura con agua corriente fría o tibia durante 20 a 30 minutos; no usar hielo, agua helada ni cremas o sustancias grasosas como la mantequilla.

Asegurarse de que la persona se mantenga caliente usando una manta, por ejemplo, pero tener cuidado de no frotar contra el área quemada.

Después de enfriar la quemadura, cubrirla colocando una capa de película adhesiva sobre ella; también se puede usar una bolsa de plástico limpia para las quemaduras en la mano.

Usar analgésicos como paracetamol o ibuprofeno para tratar el dolor.

Elevar el área afectada si es posible; esto ayuda a reducir la hinchazón.

Si se trata de una quemadura por ácido o producto químico , tratar de quitarse con cuidado el producto químico y cualquier ropa contaminada, y enjuagar el área afectada con tanta agua limpia como sea posible.

¿Cuándo recibir atención médica?

Según la gravedad de la quemadura, es posible tratarla en casa.

Para quemaduras menores, mantener la quemadura limpia y no reventar las ampollas que se forman.

Las quemaduras más graves requieren atención médica.

Se debe acudir al servicio médico en los siguientes casos:

Quemaduras químicas (si es posible, averiguar qué químico causó la quemadura e informar a los profesionales. Si está ayudando a otra persona, poner ropa protectora adecuada, como guantes, y luego quitar cualquier ropa contaminada en la persona, si el químico está seco, quitarlo con un cepillo de la piel y usar agua corriente para eliminar cualquier rastro del químico del área quemada).

Quemaduras eléctricas, pueden no parecer graves, pero pueden ser muy dañinas. Alguien que tenga una quemadura eléctrica debe buscar atención médica inmediata en el servicio de urgencias.

Si la persona ha sido lesionada por una fuente de bajo voltaje (hasta 220 a 240 voltios), como un suministro eléctrico doméstico, desconectar de manera segura el suministro de energía o retirar a la persona de la fuente eléctrica usando un material que no conduzca electricidad, como un palo de madera o una silla de madera.

No acercarse a una persona que esté conectada a una fuente de alto voltaje (1000 voltios o más).

Quemaduras grandes o profundas: cualquier quemadura más grande que la mano de la persona lesionada.

Quemaduras que causan piel blanca o carbonizada, de cualquier tamaño.

Quemaduras en la cara, el cuello, las manos, los pies, las articulaciones o los genitales.

Si alguien ha inhalado humo o gases, también debe recibir atención médica.

Algunos síntomas pueden ser:

Tos.

Dolor de garganta.

Respiración dificultosa.

Quemaduras faciales.

Se evaluará el tamaño y la profundidad de la quemadura y se limpia el área afectada antes de aplicar un vendaje. En casos severos, se puede recomendar la cirugía de injerto de piel.

Tipos de quemaduras

Las quemaduras se evalúan según la gravedad del daño de la piel y las capas de piel afectadas.

La piel tiene 3 capas:

La epidermis: la capa externa de la piel.

La dermis: la capa de tejido justo debajo, que contiene capilares sanguíneos, terminaciones nerviosas, glándulas sudoríparas y folículos pilosos).

La grasa subcutánea: la capa más profunda de grasa y tejido.

Hay 4 tipos principales de quemaduras, que suelen tener un aspecto diferente y síntomas diferentes:

Quemadura epidérmica superficial: donde se daña la epidermis; la piel estará roja, ligeramente hinchada y dolorosa, pero no ampollada.

Quemadura dérmica superficial: donde se daña la epidermis y parte de la dermis; su piel estará de color rosa pálido y dolorosa, y puede haber pequeñas ampollas

Quemadura dérmica profunda o de espesor parcial: donde se daña la epidermis y la dermis; este tipo de quemadura enrojece y mancha la piel; su piel puede estar seca o húmeda e hincharse y ampollarse, y puede ser muy doloroso o indoloro.

Quemadura de espesor completo: donde se dañan las 3 capas de la piel (la epidermis, la dermis y el tejido subcutáneo); la piel a menudo se quema y el tejido debajo puede verse pálido o ennegrecido, mientras que la piel restante estará seca y blanca, marrón o negra, sin ampollas. La textura de la piel también puede ser coriácea o cerosa. También puede ser indoloro.

Recuperación

Quemaduras que no necesitan asistencia médica:

Normalmente se curan sin necesidad de tratamiento adicional.

Mientras la piel cicatriza, mantener la zona limpia y no aplicar cremas ni sustancias grasas. No reventar ninguna ampolla, ya que esto puede provocar una infección.

Si nos hemos quemado el interior de la boca al beber algo caliente, tratar de evitar las cosas que puedan irritar el área escaldada, como la comida caliente y picante, el alcohol y el cigarrillo, hasta que el área sane.

Las quemaduras leves que solo afecten la capa superior de la piel (quemaduras epidérmicas superficiales) generalmente se curan en aproximadamente una semana sin dejar cicatrices.

Quemaduras que necesitan atención médica

El profesional de la salud que nos atiende:

Evalúa el tamaño y la profundidad de la quemadura examinando el área.

Limpia la quemadura, con cuidado de no reventar ninguna ampolla.

Cubre la quemadura con un vendaje estéril (generalmente una almohadilla y una gasa para mantenerla en su lugar).

Para el alivio del dolor, si es necesario nos dan generalmente paracetamol o ibuprofeno.

Dependiendo de cómo ocurrió la quemadura, se puede recomendar que poner una inyección para prevenir el tétanos, una afección causada por la entrada de bacterias en una herida.

Por ejemplo, se puede recomendar una inyección contra el tétanos si existe la posibilidad de que la tierra haya entrado en la herida.

El vendaje se revisará regularmente para detectar signos de infección. También se cambiará regularmente hasta que la quemadura se haya curado por completo.

Las quemaduras menores que afectan la capa externa de la piel y parte de la capa subyacente de tejido (quemaduras dérmicas superficiales) normalmente se curan en alrededor de 14 días y dejan cicatrices mínimas.

Si la quemadura es moderada o grave, es posible que nos deriven a un servicio especializado en quemados.

En algunos casos, puede ser necesario someterse a una cirugía para extirpar el área de piel quemada y reemplazarla con un injerto de piel tomado de otra parte del cuerpo.

Las quemaduras más graves y profundas pueden tardar meses o incluso años en sanar por completo y, por lo general, dejan algunas cicatrices visibles.

Ampollas

La opinión de los profesionales está dividida sobre el manejo de las ampollas causadas por quemaduras.

Pero se recomienda que uno mismo no reviente ninguna ampolla.

La ampolla probablemente permanecerá intacta, aunque algunas unidades de quemados en los hospitales siguen la política de quitar el techo de las ampollas. Quitar el techo significa quitar la capa superior de piel de la ampolla.

En algunos casos, se puede usar una aguja para hacer un pequeño orificio en la ampolla para drenar el líquido.

Esto se conoce como aspiración y puede llevarse a cabo en ampollas grandes o ampollas que probablemente reventarán.

Exposición al sol

Durante los primeros años después de una quemadura, se debe tratar de evitar exponer la piel dañada a la luz solar directa, ya que esto puede causar que se formen ampollas.

Es especialmente sensible durante el primer año después de la lesión. Esto también se aplica a una nueva área de piel después de un injerto de piel.

Es importante mantener el área cubierta con ropa de algodón. Si la quemadura está en la cara, usar una gorra con visera o un sombrero de ala ancha cuando salga al sol.

Se debe usar protección solar total (por ejemplo, uno con un factor de protección solar, SPF de 50) en todas las áreas afectadas.

El área puede volver a exponerse a la luz solar alrededor de 2 años después de la lesión, pero aún es muy importante aplicar una crema solar de alto factor (SPF 30 o superior) y mantenerse alejado del sol del mediodía.

Complicaciones

Las quemaduras a veces pueden provocar más problemas, como shock, agotamiento por calor, infección, cicatrización, etc.

Después de una lesión grave, es posible entrar en estado de shock.

El shock es una afección potencialmente mortal que ocurre cuando el suministro de oxígeno al cuerpo es insuficiente.

Es posible entrar en estado de shock después de una quemadura grave.

Los signos y síntomas de shock incluyen:

Una cara pálida.

Piel fría o húmeda.

Un pulso rápido.

Respiración rápida y superficial.

Bostezar seguido.

Inconsciencia.

Pedir una ambulancia si se cree que alguien que ha resultado gravemente herido está en estado de shock.

Mientras espera la ambulancia:

Acostar a la persona (si sus lesiones lo permiten) y levantar y apoyar sus piernas.

Usar un abrigo o una manta para mantenerla caliente, pero no cubrir su cara o el área quemada.

No darle nada de comer ni de beber.

Infección

Las heridas pueden infectarse si las bacterias entran en ellas. Si la quemadura tiene una ampolla que se revienta, puede infectarse si no se mantiene limpia.

La herida puede estar infectada si:

Es incómoda, dolorosa o huele mal.

Fiebre de 38 grados o superior.

Signos de celulitis (una infección bacteriana que provoca enrojecimiento e hinchazón de la piel).

Por lo general, una infección se puede tratar con antibióticos y analgésicos.

En casos raros, una quemadura infectada puede ocasionar sepsis en la sangre. Estas condiciones son graves si no se tratan.

Los signos de sepsis:

Fiebre.

Mareo.

Vómitos.

Impacto psicológico

Las quemaduras, especialmente las graves, pueden causar angustia duradera.

Después de una quemadura, algunos pacientes informan haber experimentado:

Sentimientos de ansiedad y estrés.

Bajo estado de ánimo y depresión.

Falta de confianza y autoestima.

Algunos pacientes que se recuperan de una quemadura también pueden desarrollar un trastorno de estrés postraumático, que puede causar síntomas como pesadillas y pensamientos no deseados e intrusivos.