El 25 de mayo de 2022, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo Interterritorial, la ministra de Sanidad, Dña. Carolina Arias anunció de manera escueta la elaboración de una Estrategia de Cuidados para el S.N.S., dando así respuesta al compromiso de las Autoridades Españolas con el programa Nursing Now. Una estrategia, por tanto, que responde a la necesidad de desarrollar servicios de cuidados explícitos, apoyados en el conocimiento enfermero y que debe de partir de la definición de un marco liderado por expertos enfermeros.

En la sesión de cierre del proyecto Nursing Now en España, celebrada en diciembre de 2021 , en el Ministerio de Sanidad y tras un año dando visibilidad a las aportaciones de las enfermeras al Sistema de Salud y también al Sistema Social, se cerró una etapa marcada por este programa y se plantearon las propuestas que la OMS y el CIE dejaron en la mesa de las autoridades y de los líderes enfermeros para que juntos trabajásemos desde un liderazgo compartido para implementar las propuestas del organismo internacional para el periodo 2021-2025.

No se puede olvidar que, tras dos años especiales, centrado en la pandemia del COVID, donde se ha puesto de manifiesto la existencia de la necesidad del cuidado enfermero profesional de la población, tanto en el ámbito de la salud como en el ámbito social y sociosanitario. Donde también se ha confirmado la necesidad de que existiese un liderazgo efectivo de las enfermeras en el diseño de organizaciones donde se prestan cuidados en situaciones de especial vulnerabilidad y fragilidad, parece que se requiere caminar nuevamente marcando la redefinición de lo que se espera de los enfermeros en este momento donde comienza el futuro.

Como decíamos, es un momento especial también porque aun habiendo sido felicitado nuestro país por la OMS, y teniendo vacunado el 92% de los ciudadanos, servicio realizado por el trabajo de las enfermeras españolas, todavía esta felicitación explícita no se ha trasladado a estos profesionales, ni se hace en público este reconocimiento al buen hacer organizativo de este grupo.

Todo esto es un elemento muy desmotivador, todavía este grupo ha sido y sigue siendo relegado en el entorno de la toma de decisiones de las políticas y de la gestión sanitaria, a pesar de las recomendaciones de los organismos internacionales y por eso, tiene mayor valor, pues genera expectativas, el hecho de que la ministra nombre en su discurso de la rueda de prensa, aunque sea en un minuto, el que se impulsará la Estrategia de Cuidados.

Este anuncio, sin duda, puede suponer un hilo de esperanza para quienes confíamos en que todos buscamos lo mejor para conseguir un Sistema Sostenible, un reconocimiento a lo que cada uno puede aportar para sumar y trabajamos por conseguir un bienestar desde los cuidados profesionales seguros para los ciudadanos.

La ministra en el cierre de Nursing Now  planteó que es preciso  se preste atención desde el entorno de la persona, que cuente con la participación de la comunidad desde la cercanía y que aproveche al máximo el uso de las nuevas tecnologías. En definitiva, se plantea una Estrategia, que permita garantizar “que la mirada enfermera esté presente en el Sistema Nacional de Salud”, de una manera transversal, con un enfoque innovador y sostenida en los valores intrínsecos a la profesión y desde el marco del cuidado integral.

Una estrategia que, sin duda, habrá de estar liderada por enfermeras y enfermeros y teniendo en cuenta la influencia en la necesidad de cuidados de la enfermedad crónica, envejecimiento y discapacidad, la dependencia condiciones que están muy relacionados con el enfoque de los servicios nuevos. Pero también, ante nosotros está el cambio climático que afectará a la salud de las personas. Emergen nuevas maneras de relación con el mundo digital y la tecnología nos arroya casi sin dejarnos espacios para adaptarnos. Las personas quieren ejercer su autonomía y necesitan de profesionales competentes que les ayuden, los acompañen y les apoyen en su ejercicio de toma de decisiones y ahí están las enfermeras y enfermeros españoles del siglo XXI.

 

“Las personas quieren ejercer su autonomía y necesitan de profesionales competentes que les ayuden, los acompañen y les apoyen en su ejercicio de toma de decisiones y ahí están las enfermeras y enfermeros españoles del siglo XXI”

 

La ministra de Sanidad también aplaudió el desempeño de las enfermeras y enfermeros durante toda la pandemia provocada por la COVID-19 con el cuidado y control de enfermos en los domicilios, centros de salud, servicios de Urgencias y centros hospitalarios; un trabajo “que nos permite ver en el horizonte, la esperanza de ir ganando batalla tras batalla” y al mismo tiempo “prepararnos para continuar luchando contra un virus demasiado indómito, que es capaz de mutar y seguir expandiéndose”.

Por tanto, la estrategia anunciada la semana pasada es una idea ilusionante, pero como todavía no sabemos en qué puede consistir, nos atrevemos a dar alguna pincelada por si sirve, desde este espacio a modo de reflexión y sugerencia:

– En primer lugar, podemos utilizar las palabras de Annette Kennedy, presidenta del CIE en su discurso ante la 74 asamblea de la OMS donde dijo que “las enfermeras han demostrado su valor, compasión, competencia, habilidades y liderazgo extraordinarios en esta terrible pandemia sin perder nunca de vista a los pacientes que necesitaban su ayuda, cuidados y apoyo, y el mundo se ha dado cuenta “. Por su parte, el presidente de la OMS, el director general de la OMS, el Dr. Tedros, anunció que OMS ha adoptado la resolución WHA74.15 para promover en el mundo el fortalecimiento de la enfermería y la partería: proponiendo inversiones en educación, puestos de trabajo, liderazgo y prestación de servicios.

– Así pues, esta propuesta está alineada con esta necesidad de fortalecimiento y de visibilidad de la aportación del cuidado como servicio. También se justifica la idea de plantear una estrategia en un marco general donde deberían de ser relevantes estos aspectos propuestos, para conseguir que los cuidados profesionales que prestan las enfermeras y enfermeros realmente supongan un elemento de desarrollo y de reenfoque del sistema sanitario y sociosanitario, siempre  que se entienda la capacidad de las enfermeras para prestar unos servicios  autónomos, desde sus propias responsabilidades y orientados a las necesidades de cuidados de salud de los ciudadanos, quienes deben de participar de una manera activa en la gestión de su salud.

Para ello, la estrategia debería reconocer estructuras que potencien el valor del acompañamiento profesional enfermero para las personas, el desarrollo de roles relacionados con el entrenamiento, la capacitación y la sustitución de la persona tanto en lo cotidiano como en lo complejo y lo instrumental, cuando la persona no tenga la fuerza, el conocimiento o la voluntad de cuidar de sí misma.

Otra idea para la estrategia, pensar en “cómo y cuándo”. Desde luego, se trata de una estrategia trasversal, significa que ha de garantizarse la presencia del cuidado enfermero de promoción, de prevención, de atención a la persona enferma y asistencia integral, de capacitación. La presencia de la enfermera o del enfermero desde el nacimiento hasta la muerte a la persona, también a su entorno próximo y en su comunidad.  Todo ello planteado de manera eficaz, con intervenciones basadas en evidencia y en humanización, y garantizándose como línea de acción en todas y cada una de las propuestas de despliegue de todas las estrategias diseñadas desde el SNS.

Somos conscientes de lo complejo que resulta el lenguaje cuando se utiliza con final o intereses partidarios. Existe una gran confusión sobre el cuidado profesional y lo que planteamos al decir que las enfermeras garantizan el enfoque de su provisión segura. En los últimos tiempos se han planteado que existe la necesidad de figuras que cuiden y se propone la provisión de cuidados informales profesionalizados.

Sin embargo, esta no es una buena solución, si hay algo interesante que ha hecho España desde los años 80, es apostar por cuidados enfermeros de calidad, apoyados en el conocimiento y en la evidencia científica, y fue por esta razón por la que hace más de 40 años se llevó a las enfermeras a la universidad, se dejó una rama de técnicos en formación profesional que no intervenían directamente en acciones de atención directa con los pacientes.  Se propuso esto por considerarse lo mejor para el sistema en el futuro, se trataba de disponer de enfermeras y enfermeros universitarios, de esta manera los cuidados profesionales eran de la responsabilidad de las enfermeras tanto en su ejecución, planificación gestión y dirección. Por eso, cuando algunas personas se refieren al care como al cuidado, distorsionan en su discurso lo que realmente significa el cuidado profesional y por lo que se diseñó así hace cuarenta años.

Para la estrategia es interesante plantear que la práctica de los cuidados cubre un abanico de posibilidades, que va desde el cuidado básico que cubre necesidades cotidianas, claves para sobrevivir, hasta cuidados técnicos e instrumentales, necesarios para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y por tanto, diagnósticos y tratamiento de apoyo a otros profesionales y aquellos que son el diagnóstico y tratamiento de cuidados, cuyo informe se reconoce de manera explícita por la ley como un derecho del ciudadano para garantizar la continuidad asistencial.

No se debería de olvidar en la estrategia las intervenciones específicas que promueven el autocuidado y la autogestión de las personas para evitar enfermar, o para que aprendan a controlar el proceso de salud -enfermedad, donde la enfermera capacita y a su vez también entrena en el ejercicio del autocuidado y le empodera para la toma de decisiones con seguridad. Pero no se debe de olvidar la necesidad de plantear la aplicación de cuidados en complejidad que pueden requerir practica avanza, o práctica más especializada, y además esta no tiene por qué desarrollarse de manera paralela a otras disciplinas como la medicina, la farmacia o la psicología, seguramente, deberíamos de plantear otros modelos más acordes con esas necesidades de cuidados del siglo XXI.

Todo ello planteando la oportunidad de seguir acompañando a los pacientes que ejercen la libre elección de enfermera como un derecho en algunas comunidades autónomas y, por tanto, trabajando con las personas que tienen problemas de salud, sus cuidadores y su entorno próximo desde que nacen hasta que mueren y más allá, en el proceso de la perdida y del duelo, como un cuidado profesional cotidiano.

Esto también significa que hay que pensar en que el nivel de dependencia de las personas y la complejidad del cuidado deben de ser los elementos que han de definir el cuándo con seguridad.

Los números solos no dicen nada, todos los servicios iguales o todos los centros de salud homogéneos tampoco, desde luego hay que cambiar. En los centros de salud, en los hospitales, en las unidades de cuidados, los recursos deben asignarse en función del nivel de dependencia y de la carga de discapacidad y de falta de funcionalidad, o de la necesidad de entrenamiento, seguramente en algunos centros de salud se necesitarían más enfermera que médicos, pero es preciso medir y saber qué es lo que se busca para después asignar recursos.

Esta estrategia debería de suponer una oportunidad y sin duda, servirá de marco de reflexión para valorar a donde se quiere llegar y que tipo de cobertura de servicios de salud se quieren para la población en nuestro país.

No hace falta más que leer y ver la experiencia de Andalucía, la experiencia de los centros comprometidos con la excelencia o el trabajo de las enfermeras de continuidad o de las gestoras de casos y la evidencia generada por ellas para ver que en España las enfermeras estamos preparadas y preparados para mirar al futuro y liderar una estrategia capaz de generar sostenibilidad y compromiso con la salud y bienestar de los ciudadanos.  Solo hace falta voluntad y creer en nosotros y nosotras. Muchos estamos dispuestos, dispuestas,  pero ¿lo están las autoridades de nuestro país? Aquí esta nuestra mano tendida para trabajar.

Bibliografía recomendada:

  • Informe del CIE 4º Asamblea Mundial de la Salud. Elaborado por Erica Burton, Asesora Política Sénior. CIE 2021
  • Mariscal MI. La Enfermería sin límites y los límites de la Enfermería. Enfermería Clínica. 2012; 22(3): 115-117
  • Enfermería: una voz para liderar Invertir en enfermería y respetar los derechos para garantizar la salud global. CONSEJO INTERNACIONAL DE ENFERMERAS. 2022