«Me gustaría que las líneas de trabajo que se han desarrollado hasta ahora continúen”

Tras una amplia trayectoria profesional, el actual director general de Asistencia Sanitaria del Gobierno de Aragón tiene claro que hay que recuperar el sistema sanitario y dar la mejor calidad de vida a los pacientes, contando con profesionales sanitarios suficientes. Entre otras cuestiones, durante esta entrevista también ha señalado que los indicadores en salud y llevar a cabo proyectos de humanización es fundamental.

¿Qué balance puede hacernos de su trayectoria profesional?

He pasado por varias etapas en mi vida profesional. Mi origen es la especialidad en medicina preventiva. Hice la residencia en el Hospital Clínico y comencé a trabajar allí al terminarla. Posteriormente he realizado diferentes labores como responsable de sistemas de información, inspector médico, director de atención especializada en salud y, desde hace seis años, Director General de Asistencia Sanitaria en Aragón.

Además, he desempeñado la labor como docente de Salud Pública en la universidad y he trabajado también en proyectos de investigación. Estoy muy satisfecho de mi trayectoria profesional por su variedad en los diferentes ámbitos y niveles de responsabilidad. También he realizado durante algunos meses tareas de inspección médica, algo que te permite trabajar en muchos ámbitos y relacionarte con un amplio abanico de profesionales y centros. Básicamente, la labor de un inspector tiene que ver con controlar, realizar y colaborar con los profesionales asistenciales, buscando las mejores soluciones.

Como Director General de Asistencia Sanitaria del Gobierno de Aragón, ¿cuáles han sido sus principales logros?

Llegué a la Dirección General de Asistencia Sanitaria en 2018 y prácticamente al año y medio empezó la pandemia por lo que mi trayectoria está muy vinculada a la atención de esta. En ese sentido, me encuentro más que orgulloso porque ha sido una de las labores principales que he tenido, y he tratado de mantener los servicios sanitarios asistenciales en un nivel razonable durante toda la pandemia. Una emergencia que fue especialmente dura en los primeros meses de 2020 después durante el 2021 y 2022.

En el año actual, nos encontramos intentando paliar los problemas derivados del parón que supuso este problema en la asistencia sanitaria de otro tipo de patologías que no eran directamente el COVID. En ese sentido, la colaboración con los servicios sociales y con los centros residenciales de ancianos fue una labor especialmente crítica en los primeros meses y especialmente importante en la segunda fase.

Aragón fue de las comunidades más afectadas en la primera ola de la pandemia y en la segunda en el verano y en el otoño del 2020, por diferentes circunstancias. Especialmente porque hubo una cierta concentración de casos en el área de Madrid, Castilla y León, Navarra, La Rioja y Cataluña. Así como en Andalucía, Galicia, Asturias y Comunidad Valenciana no fue tan notable esa primera ola, aquí sí, probablemente por la propia distribución epidemiológica. En las fases iniciales no teníamos información real sobre la circulación del virus, que es una realidad que ha marcado mucho la respuesta a la pandemia. Actualmente sabemos que fue muy superior al que en ese momento se sospechaba. Hubo una fase en abril del 2020 donde estaba en riesgo el desbordamiento del sistema, fue la fase en la que se desplegaron los hospitales de campaña. En Aragón, aunque estuvimos cerca, se llegó a controlar razonablemente la situación y no tuvimos que activar esos dispositivos de guerra.

Sobre el tema de la salud mental, hemos dedicado muchos esfuerzos por mejorarla. En este periodo, hemos actualizad el Plan de Salud Mental y una evaluación del Plan de Salud Mental anterior del 2017 a 2021. Asimismo, hemos elaborado el de 2022 a 2025, así como una estrategia de prevención del suicidio que fue pionera en toda España y que ha dado unos resultados razonablemente buenos. Hemos trabajado también en colaboración con el Departamento de Educación, precisamente en el control de las situaciones de riesgo en población infantil y juvenil.

Hemos incrementado también los recursos tanto en hospitalización como en profesionales y en conciertos. También hemos destinado recursos a procesos de rehabilitación con entidades sociales. Es cierto que sigue habiendo necesidades importantes y que el abordaje de la salud mental ha estado infradotada durante tiempo y que la situación post pandemia lo dificulta aunque hayamos incrementado los recursos.

Otro tema a destacar es la atención a crónicos. Aragón elaboró una estrategia de atención a crónicos complejos, en la fase posterior a la pandemia una de las prioridades fue reactivar ese plan de atención a crónicos y tratar de garantizar la continuidad de cuidados y la adecuación de los cuidados de los pacientes crónicos complejos. La estrategia de atención comunitaria en atención es otro de los puntos que queremos destacar junto al desarrollo profesional de la enfermería.

A nivel local contamos una estrategia autonómica regional de atención comunitaria con una serie de herramientas que ponemos a disposición de los centros, pero se tiene que trabajar sobre todo a nivel local, en la colaboración entre profesionales del sistema sanitario, con entidades sociales, con trabajadores de servicios sociales de municipios y comarcas. También con otros profesionales que están en el territorio, como los farmacéuticos.

Enfermería es uno de los pilares de la atención comunitaria, son profesionales que tienen un contacto muy directo con los pacientes, con los servicios sociales, con las familias y con los cuidadores. Toda esta estrategia de atención comunitaria pretende utilizar lo que llamamos activos comunitarios, es decir, aquellos recursos que hay a nivel del territorio y que sobre todo a nivel de prevención de las complicaciones de los pacientes crónicos, son fundamentales.

Otra de mis prioridades ha sido la mejora de las listas de espera. La situación que dejó la pandemia fue compleja e hicimos un plan de abordaje prioritario y en esta última fase no nos ha dado tiempo a avanzar más, pero hemos comenzado en la reordenación y planificación de la atención especializada en el sector uno, que es un área de Zaragoza que requiere de más recursos porque ha tenido un crecimiento muy importante desde hace unos años, esto requiere una reordenación y un incremento de recursos a nivel hospitalario.

Actualmente, ¿a qué problemas de salud se enfrenta su comunidad autónoma?

Los problemas de salud son similares al resto del territorio. Estos son: el envejecimiento, la cronicidad, el impacto que ha tenido la pandemia en la salud mental. No tanto en el incremento de trastornos mentales graves, pero sí en un incremento de la preocupación por los problemas de salud emocional y lo que eso conlleva. Fundamentalmente, la atención primaria está sufriendo ese incremento de los problemas de salud mental porque no es un problema solo de los especialistas en salud mental.

Una de las principales líneas de actuación marcadas es la atención a la cronicidad. Los pacientes cada vez son más crónicos por lo que consideramos fundamental la prevención como estrategia para luchar contra los grandes problemas crónicos que padecemos. Es importante adaptarnos también como sistema a esos problemas.

¿Cuál es la situación de las listas de espera en Aragón?

Es difícil realizar comparaciones entre comunidades autónomas sobre la situación de las listas de espera, desgraciadamente. Se realizó un intento en 2003 para estandarizar los sistemas de información que permitían hacer comparaciones. Sin embargo, es un tema que a nivel político tiene una trascendencia muy alta, creo que muchas veces desproporcionada para el problema de salud real que supone. En mi opinión, existe mucha manipulación en la información que se maneja sobre listas de espera porque no sabemos realmente cómo estamos en comparación con otras comunidades. Tenemos dudas sobre si los datos entre todas las comunidades son comparables.

Tradicionalmente, Aragón estaba en la media de España y creo que sigue estando en la media. Lamentablemente, la media nacional no es buena tampoco. El principal problema con este tema en Aragón es el aumento del número de pacientes con demora superior a seis meses, que es lo que supone el problema real de la atención la lista de espera, y que prácticamente se multiplicó por tres tras la llegada de la pandemia. Hemos realizado un plan de abordaje que hemos ido actualizando progresivamente, pero la estrategia fundamental para disminuir la lista de espera es el incremento de la oferta con recursos propios. Nos dificulta la falta de profesionales suficientes.

Siempre hemos colaborado con la sanidad privada en Aragón, pero no tiene una capacidad quirúrgica fuerte. De hecho, las intervenciones de lista de espera en Aragón en centros privados suponen alrededor de un 5 % del total de intervenciones de lista de espera. La línea fundamental ha sido la colaboración con los profesionales. Esperamos llegar a los datos de junio y cerrar el primer semestre de junio de 2023 con una situación de lista de espera en línea con la que había en la época prepandémica y a partir de ahí, nuestra idea es continuar para llegar a nuestro objetivo, que es alcanzar las cifras de los años 2016-2017 que eran de entre 1000-1500 pacientes de más de seis meses, que además se concentran en patologías crónicas que no suponen un riesgo en la vida de los pacientes y tampoco tienen un impacto fundamental en su calidad de vida. Ese es el objetivo y si se mantiene la línea de trabajo que hemos seguido es perfectamente alcanzable.

¿Qué iniciativas de inteligencia artificial tienen implantadas en Aragón?

Debemos considerar inteligencia artificial de una forma amplia porque puede tener muchas acepciones. Además de los proyectos de futuro, ahora mismo las herramientas de Inteligencia Artificial que se están utilizando están destinadas en gran parte a ayudar a los profesionales en el análisis de la imagen médica, fundamentalmente en rayos y también algo en anatomía patológica. Tenemos varias experiencias en dispositivos de imagen, tanto de radiología como de anatomía patológica que llevan incorporadas herramientas o software que incorpora la inteligencia artificial para ayudar precisamente al profesional en ese diagnóstico.

A nivel de investigación hay un proyecto interesante que espero pronto dé frutos, es incorporar la inteligencia artificial también a los programas de cribado de cáncer, de forma que se puedan dirigir mejor las intervenciones.

¿Que se está haciendo en Aragón por la prevención y la promoción de la salud?

La estrategia fundamentalmente pasa por la profundización de atención comunitaria, es decir, proporcionar herramientas a la población para que pueda mejorar su prevención y proporcionárselo a nivel local. También existen programas de prevención y promoción de la salud en el ámbito escolar, en el laboral, y en el de la población general, que son muy importantes.

¿Se miden los resultados en salud? ¿Qué herramientas se utilizan?

En Aragón desde hace varios años existe un proyecto importante que se está desarrollando, es la historia clínica única e informatizada. También el desarrollo de herramientas de análisis de datos que se basen en los datos de la historia clínica informatizada. Ese es el futuro.

Aquí ya desde hace años la historia clínica es común para atención especializada y ahora estamos en fase de incorporación de Atención Primaria, aunque en Atención Primaria hasta ahora se sigue utilizando un programa específico. Sin embargo, la información de la historia clínica de primaria se vuelca en la historia clínica común, con lo cual sí que podemos decir que tenemos una historia clínica común. De este modo, el profesional puede acceder a toda la historia clínica del paciente.

En la actualidad estamos en el proceso de implantación de la historia clínica común, también en primaria, con el fin de sustituir la herramienta clásica que tenían los centros de salud, que es un modelo que ha quedado obsoleto. Y si la historia clínica es única y las bases de datos son únicas, las herramientas de análisis de datos tienen que ser comunes en el análisis de resultados en salud. Lo que se ha trabajado hasta ahora es en desarrollo de indicadores de resultados en salud y de proceso que se incorporan los acuerdos de gestión clínica. El programa es igual para todos los hospitales y para toda la Atención Primaria, incorpora indicadores de resultados en salud que son comunes para toda la red e incorpora también algunos indicadores que son comunes para atención primaria y especializada.

No debemos olvidar que el paciente es el mismo y la transición es fundamental, con lo cual es importante también incorporar indicadores de resultados de salud que midan de una forma global la actuación de todo el sistema. Nuestros acuerdos de gestión y contratos incorporan ya desde hace años indicadores de resultados en salud y yo creo que están muy interiorizados en la forma de funcionamiento de nuestros centros y de nuestros servicios asistenciales.

¿Tienen previsto realizar proyectos de humanización en los próximos tiempos?

Fundamentalmente trabajamos en colaboración con las asociaciones de pacientes. Existen varias líneas de trabajo, y creo que el tener en cuenta la perspectiva de las asociaciones de pacientes en la gestión del sistema es fundamental y en esa línea trabajamos en la participación. También colaboramos con las asociaciones en el diseño de los servicios. De hecho, esperamos poder licitar próximamente en el sector uno el nuevo Hospital Royo Villanova, que contempla dentro de las prescripciones técnicas, la colaboración con las asociaciones de pacientes para hacer un hospital adecuado a las necesidades y a la forma de funcionamiento de los pacientes.

Es importante también incorporar herramientas de humanización en la sanidad telemática. Desde la Dirección General de Transformación se trabaja con las asociaciones de pacientes en el diseño de todas las aplicaciones de acceso por parte de los pacientes a la historia clínica.

También, a nivel más local, ha habido proyectos importantes en los diferentes hospitales y en centros de salud para incorporar a asociaciones de pacientes en las tomas de decisiones para la adaptación de los espacios asistenciales especialmente pues en las áreas pediátricas.

¿Cuáles son sus proyectos de futuro?

Personalmente, me gustaría que las líneas de trabajo que se han desarrollado hasta ahora se continúen.

¿Cómo influye a la sanidad aragonesa la dispersión geográfica de la población?

Existe una idea general, que yo creo que es equivocada, sobre la atención en el medio rural. No es peor que en el medio urbano. La población del medio rural para muchos aspectos y en muchos indicadores tiene mejores niveles de salud que la población urbana y tiene también mejor accesibilidad al menos en atención primaria, que es la línea fundamental de trabajo y también muchas veces a la atención hospitalaria.

De hecho, en los sectores rurales en general tenemos menos lista de espera, tanto quirúrgica como de consultas, como de pruebas diagnósticas, con lo cual la accesibilidad real es menor. Sí que a veces hay cierta sensación de pérdida de contacto de los profesionales, porque existe la limitación de la disponibilidad de profesionales en el medio rural obliga a disminuir la frecuencia de las consultas presenciales, pero  se debe mantener la asistencia aprovechando  las nuevas tecnologías.

Además, trabajar en el mundo rural es cada vez más complicado porque hay menos profesionales y además los nuevos profesionales que salen al mercado laboral no les atrae el medio rural. Al final, estos profesionales se enfocan hacia el hospital porque es lo que han aprendido en la carrera. Creo que ahí es fundamental cambiar un poco el paradigma en la formación de los profesionales. Es importante que los alumnos de medicina y enfermería conozcan lo que es el trabajo en el medio rural y en hospitales comarcales, tanto en Atención Primaria como en Especializada.

También hay que hacer más atractivo el trabajo en el medio rural, incorporando incentivos específicos y facilitando el desarrollo profesional, por ejemplo vinculando a profesionales de centros rurales con servicios de referencia.