La salud tiene un valor incalculable que valoramos en ocasiones cuando la perdemos por algún motivo.

En la búsqueda de una vida larga y plena, es esencial comprender los determinantes de la salud. Estos factores son cruciales para nuestro bienestar y juegan un papel fundamental en la prevención de enfermedades y la promoción de un estilo de vida saludable. Es importante conocer y analizar en profundidad los determinantes de la salud, cómo están impactando en nuestras vidas y cómo podemos abordarlos de manera efectiva.

Si nos preguntamos qué son los determinantes de la salud, podemos decir que son una amplia gama de factores que influyen en la salud de las personas y las poblaciones. Estos factores van más allá de la atención sanitaria y se dividen en diferentes categorías:

Determinantes sociales: Estos incluyen factores como el nivel socioeconómico, la educación, el empleo, la vivienda y el entorno social. La falta de acceso a oportunidades educativas, trabajos estables y viviendas seguras tiene un impacto significativo en la salud de una persona.

Determinantes de estilo de vida: Aquí entran en juego las elecciones individuales, como la alimentación, el ejercicio, el tabaquismo y el consumo de alcohol. Los hábitos de vida juegan un papel fundamental en la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión y la obesidad.

Determinantes del entorno: Esto abarca la calidad del aire y agua, la exposición a productos químicos tóxicos, la disponibilidad de servicios de salud y la accesibilidad a alimentos saludables. Un entorno limpio y seguro es esencial para mantener la salud.

Determinantes biológicos y genéticos: La genética y la biología de una persona también influyen en su salud. Algunas enfermedades pueden estar relacionadas con factores genéticos, lo que hace que algunas personas sean más susceptibles a otras a ciertas enfermedades.

El sistema de salud: La calidad y la accesibilidad de los servicios de salud son cruciales. Un sistema de atención sanitaria eficiente puede prevenir y tratar enfermedades de manera oportuna, lo que es esencial para mantener una buena salud.

Quiero destacar que estos determinantes de la salud no funcionan de manera aislada. En realidad, están profundamente interconectados y se influyen mutuamente. Por ejemplo, las condiciones sociales, como la pobreza y la falta de educación, pueden causar enfermedades. Del mismo modo, un entorno contaminado puede aumentar el riesgo de enfermedades respiratorias y cardiovasculares.

La genética también puede desempeñar un papel en la predisposición a ciertas enfermedades, pero los factores ambientales y del estilo de vida pueden modular significativamente este riesgo. Comprender esta interconexión es esencial para abordar los determinantes de la salud de manera efectiva.

Como vemos, los determinantes de la salud tienen un impacto significativo en el   conjunto de la sociedad. La salud de una población influye en la economía, la productividad y la calidad de vida. Los altos costos asociados con el tratamiento de enfermedades crónicas y las pérdidas de productividad debido a enfermedades relacionadas con el trabajo son un buen ejemplo de cómo la salud impacta en la economía.

Además, la desigualdad en la salud sigue siendo un problema importante. Las personas de bajos ingresos o en desventaja social tienen una salud deficiente debido a la falta de acceso a atención sanitaria y a las condiciones de vida precarias. Esta disparidad en la salud es un desafío para la justicia social y la equidad.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2015, representa un compromiso global que busca avanzar hacia el desarrollo sostenible a nivel mundial. Se trata de un plan de acción hasta el año 2030 hacia las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y el partenariado. Los ODS y los hitos son de carácter integrado y conjugan tres ámbitos interconectados: económico, social y ambiental. Uno de los aspectos clave de esta agenda es el reconocimiento de que los determinantes sociales, económicos, y ambientales tienen un impacto significativo en la salud de las personas.

La Agenda 2030 se basa en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con 169 metas específicas, y algunos de estos objetivos están directamente relacionados con los determinantes de la salud.

Invertir en la promoción de la salud e incorporar la salud en todas las políticas son estrategias fundamentales para alcanzar el éxito de la Agenda 2030.  Además, la participación de la ciudadanía y el empoderamiento de las personas son indispensables en la perspectiva de los determinantes sociales de la salud y los ODS. Esta participación se fundamenta sobre todo en la justicia social e implica una orientación hacia un modelo más centrado en las personas.

Cómo vemos, hay una interconexión clara entre los determinantes de la salud y la Agenda 2030. Debemos trabajar en las organizaciones sanitarias para minimizar el impacto de   los determinantes de la salud en la sociedad y para contribuir a los hitos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y así contribuir a mejorar la salud de las personas y la calidad de vida.