Para qué evaluar en transparencia. Con carácter general, una organización puede desear hacer evaluación por motivos muy diversos, pero si añadimos la transparencia a la evaluación hay que tener en cuenta que se trata de dar información, acceder a información y evitar la corrupción y fraude basándose en la honestidad, que es en definitiva la transparencia. En cualquier caso, es conveniente tener siempre presente que la evaluación no es un fin en sí misma, sino un instrumento para la mejora de programas y políticas, privadas y públicas. Por lo tanto, en nuestro caso concreto, la evaluación debería servir aquí y ahora para conocer más fondo el sistema sanitario público y privado, y para mejorar sus aspectos de gestión y de funcionamiento, ayudando a su sostenibilidad y mejorando la implicación ciudadana en su mantenimiento.

¿Qué debemos evaluar? Aquí podemos entrar en un mundo de cuestiones, pues cada cual parece tener un criterio de qué evaluar y hasta dónde evaluar en transparencia.

Así podríamos hacer evaluaciones con relación a:

Ayudar a tomar una decisión. Hay evaluaciones que tienen una función instrumental muy directa: se trata de dar información relevante a una persona o unidad que debe tomar una decisión determinada.
Contribuir al aprendizaje de la organización.

Utilizar la evaluación como instrumento de gestión. La gestión de políticas públicas y privadas a menudo debe luchar con la carencia de evidencias sobre el funcionamiento y el rendimiento de los programas, lo cual dificulta la detección, la enmienda y la prevención de errores, y también la tarea de identificar, motivar y recompensar los éxitos.

Rendición de cuentas a la ciudadanía/paciente. Vista la utilización de recursos públicos limitados por llevar a término intervenciones, es deseable y exigible que las organizaciones públicas que son responsables rindan cuentas a la ciudadanía sobre qué es lo que efectivamente consiguen con los recursos empleados. En el caso de sector privado también la rendición de cuentas al paciente/usuario/cliente puede y es adecuada, si bien se realiza con otra perspectiva y con otra finalidad, dar confianza la cliente y hacerle participa de la sanidad privada. Recordemos que muchos de los usuarios son mutualistas, o pertenecen a una compañía de seguros.

«La evaluación no es un fin en sí misma, sino un instrumento para la mejora de programas y políticas, privadas y públicas»

La transparencia en la información al paciente/cliente, y transparencia en las cláusulas de pólizas de seguros sanitarias. No pocos conflictos generan la redacción y conocimiento por parte de asegurado en salud de las condiciones que se aceptan en las pólizas. Es cierto que a veces la “oscuridad” puede favorecer, jurídicamente, ciertos aspectos, pero estamos en el momento de “la transparencia”, y debería mejorarse y en este sentido. Y quizás a los clientes/usuario/paciente, a la hora de intervenciones en su salud (intervención en sentido amplio, desde consulta hasta cirugía) tener un mejor conocimiento. Y eso es labor que corresponde al sector y sus servicios de atención al cliente, a los médicos que asisten, a los empleados de seguros.

Podríamos sin duda, en una mesa de trabajo, establecer más cuestiones sobre qué debemos evaluar. Pero hemos indicado aquello que nos parece imprescindible y sin duda de cada cuestión señalada saldrían más posibles evaluaciones.

¿Sirve para algo evaluar? El tema de la utilidad es un tema importante. Las preguntas relevantes, serían hasta qué punto se aprende en los procesos de evaluación, y hasta qué punto este aprendizaje está luego realmente presente en las nuevas decisiones de la organización o en los programas o en el caso del sector público en las o políticas sanitarias a impulsar. Y debemos decir que no se tiene en cuenta en la medida en que sería deseable, simplemente porque los procesos de evaluación no están bien situados en la dinámica de las decisiones y en nuestra cultura. Lo tradicional es que cuando el proceso de evaluación ha concluido, casi siempre los nuevos programas ya están en marcha. Y han tenido que ponerse en marcha debido a otras cuestiones y no a la evaluación realizada, aunque hemos de reconocer que vamos mejorando en este sentido en nuestro sector.