Benchmarking o porqué nos cuesta levantar el teléfono
Una vez más, tenemos tendencia a utilizar una palabra inglesa para definir estrategias. En este caso se trata de aquellas que nos llevan a tomar de un punto de referencia o comparación: el benchmark. Miramos hacia nuestro entorno para saber cuál es nuestra situación y que nos pueden aportar experiencias ajenas a nosotros para, a continuación, establecer la dirección o plan estratégico que queremos afrontar. Pero cuidado, no se trata de imitar, sino de promover la mejora continua de nuestro modo de hacer en base al conocimiento de posibilidades, éxitos y errores que ya se han producido en otros contextos. La idea es incorporar la visión externa a una