Admisión y género
Érase una vez un niño (yo), hace muchos, muchísimos años, que vivía en un mundo mucho más fácil. Había niños y niñas, absurdamente separados en colegios diferentes, casi siempre regentados o por curas o por monjas. Yo me vanaglorio de ser un privilegiado. Mis padres me llevaron a un colegio mixto, muy escasos entonces, donde no había divisiones entre sexos y el trato era igual para ambos y ni se reconocían traumas (aunque, quizás, existieran). En nuestro mundo actual de creciente complejidad de las organizaciones sanitarias, con un incremento de la demanda asistencial notable, surge la necesidad de articular estructuras que faciliten la ordenación, coordinación y priorización de las