Insomnio, sin remordimientos
Desde mi más tierna época de bebé nunca he dormido bien. Hasta mis padres acabaron sus días recordándome “la lata que les daba” en aquélla época (posiblemente, en otras también), y esto se ha visto repetido según fui creciendo y transitando por la vida, soportando frases tópicas típicas como las de: “eso es que tienes remordimientos”, “olvida los problemas del trabajo”, “debes hacer más deporte” y, últimamente, “ debes no ver tablets o Netflix hasta la madrugada”…, cuando, cualquiera que me conozca, debe saber que no he sufrido, o practicado, casi ninguna de esas actividades nunca. Durante el transcurso de este artículo desmontaremos la realidad de dichos tópicos. Me