Ni mucho menos me considero un experto en Responsabilidad Social Empresarial (RSE) por lo que me acerco a esta inmensa área del conocimiento desde la perspectiva de la gestión sanitaria en la que me encuentro mucho más cómodo y cercano en mi expertis.

Es muy frecuente escuchar que no se puede ser buen profesional si no se es buena persona. Aplicando una elemental economía de escala, no podemos tener un buen hospital lleno de profesionales magníficos, si no tenemos un equipo humano repleto de buenas personas. Si no queremos caer en un “buenismo” absurdo, nos lleva esto a la reflexión del papel de las áreas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y la agenda 2030; en la mejora de la calidad asistencial de nuestros centros sanitarios y de la experiencia de paciente de nuestros usuarios. Hay muy pocos casos en los que la planificación estratégica de una organización sanitaria, sea esta pública o privada, se plantea la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como una pieza clave para alcanzar sus objetivos como institución, la Planetary Health no es aún el “life motive” de nuestras organizaciones.

Los hospitales deben utilizar los ODS como indicadores de gestión excelente. No en vano los dos únicos ODS totalmente transversales y básicos para alcanzar el resto son el 3 y el 16; la salud y la paz.

En muchas ocasiones que exclusivamente el objetivo 3 nos atañe y lo cierto es que absolutamente todos los ODS tienen gran transcendencia en la gestión sanitaria. Demos una pincelada a cada uno de los ODS desde los ojos de la gestión sanitaria que nos sirva para suscitar la reflexión o el debate al respecto:

Poner fin a la pobreza en todas sus formas

Sin ningún género de duda la sanidad es un elemento dinamizador de la economía clave y en muchos territorios la principal fuente de crecimiento económico. Debemos pues asumir nuestro papel determinante en un crecimiento económico que promueva la igual y que sea sostenible.

Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición

Desgraciadamente la actual situación socioeconómica nos hace identificar muchos casos de nutrición inadecuada en nuestros territorios y en algunos casos malnutrición. Unido a esto el papel fundamental de los servicios sanitarios para lograr una adecuada alimentación de la población está fuera de toda duda.

Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todas y todos en todas las edades

Este objetivo es la base de todos los demás porque para alcanzar el resto de ODS es necesario que se garantice y promueva la salud y el bienestar. Es nuestra responsabilidad dotar a la población de unos servicios sanitarios accesibles, que garanticen la equidad y con unos niveles de eficiencia que hagan que los mismos sean sostenibles. Los retos inmediatos son muchos y de calado.

Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida

La planificación de la formación del personal sanitario y de gestión; los cambios en los planes de estudio e incluso el modelo formativo es imperativo. La generación de talento innovador y resiliente debe formar parte de la razón de ser del sistema sanitario.

Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas

Para lograr la igualdad es necesario que mujeres y niñas puedan participar en los procesos de toma de decisiones políticas y económicas. Si nos miramos a nosotros mismos, es determinante que accedan a puestos de responsabilidad en la gestión sanitaria en número muy superior al que existe en estos momentos. Somos un sector feminizado en la prestación y masculinizado en la gestión…sencillamente no tiene ningún sentido.

Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión

Los centros sanitarios son grandísimos consumidores de agua, y grandes generadores de residuos líquidos que no siempre se gestionan adecuadamente. La comodidad del personal, la falta de formación y de concienciación hace que nuestro sector no sea precisamente el más comprometido con la clasificación de residuos y con la adecuada gestión de los mismos, excepción hecha de los identificados como peligroso.

Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos

Los hospitales son grandísimos consumidores de energía, además sin dejar de poner el énfasis en la seguridad del paciente; no es un sector el nuestro que se caracterice por el ahorro energético y la sostenibilidad de las energías utilizadas. Tenemos por delante un amplio terreno de oportunidad de mejora en este sentido.

Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos

El empleo de calidad, la gestión adecuada del talento y la puesta en valor de profesionales altísimamente cualificados es una asignatura pendiente. Somos personas cuidando personas, no podemos mejorar la experiencia de paciente si no atendemos a la experiencia de empleado.

Construir infraestructura resiliente, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación

La dimensión industrial de nuestros grandes hospitales es una realidad que en muchas ocasiones permanece oculta para la sociedad y en la que ponemos en demasiadas ocasiones poco énfasis; pues nos centramos casi exclusivamente en la dimensión asistencial. Pues bien, la base de la asistencia sanitaria está en las estructuras industriales que la sustentan.

Todos los ODS tienen gran transcendencia en la gestión sanitaria

Reducir la desigualdad en y entre los países

Como ya es sabido, el mayor determinante de salud es el código postal; dicho esto, hablar de desigualdad entre territorios, por próximos que estos sean, es una realidad en la que se debe incidir de forma decidida. La accesibilidad a las prestaciones sanitarias están deteriorándose sustancialmente, lo cual está generando una Sanidad para personas que pueden pagarse un seguro médico privado y otra para personas que no pueden costear ese seguro. Nos encontramos ante un gran riesgo de contar con un “sistema para pobres” y citando a Olof Palme “un sistema para pobres siempre será un pobre sistema”.

Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles

Y yo me pregunto, ¿son nuestros hospitales, humanos, inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles? Las nuevas tendencias arquitectónicas pretenden humanizar los espacios destinados a la atención sanitaria; aunque en demasiadas ocasiones se modifican estos proyectos hasta convertirlos en macro-hospitales. Un modelo obsoleto y denostados desde un punto de vista de análisis de inversión sanitaria, desde hace muchos años.

Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles

En pocos lugares como los centros de prestación sanitaria se realiza un consumo tan desmedido, tan poco sostenible y en muchísimas ocasiones tan degradante del medioambiente. Necesitamos transformar hábitos de despilfarro, de consumos desproporcionados, de generación de residuos permanente y estratosférica.

Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos

El CO2 es el generador del 63% del calentamiento global, y las institución sanitarias son grandísimos generadores de CO2. Efectivamente es urgente que nuestras instituciones sanitarias reduzcan sustancialmente sus emisiones y aquello que no puedan reducir lo compensen.

Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible

La reducción en la utilización de plásticos y la adecuada utilización del agua son dos medidas que desde la gestión sanitaria se deben abordar para garantizar la salud del agua en nuestro planeta.

Promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y frenar la pérdida de la diversidad biológica

Los árboles son elementos esenciales para frenar el cambio climático, los árboles aportan un entorno adecuado para los entornos asistenciales. La inclusión de zonas verdes en los diseños de los centros es de vital importancia para la salud mental y para la sostenibilidad de los ecosistemas terrestres y la lucha contra la desertificación. Si en su entorno más próximo no se pueden implementar, nada impide que cada hospital tenga su bosque, lo más próximo posible, como espacio dedicado también al cuidado.

Promover sociedades pacíficas

La paz es fundamental para lograr el resto de ODS de ahí que junto con la salud sea el objetivo transversal. La gestión sanitaria debe ser un elemento constructor de paz en su entorno social, en su propia estructura institucional y actuar de forma diligente en la prevención de todo tipo de violencia contra las personas.

Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible

Las organizaciones sanitarias deben ser también grandes dinamizadores del tejido social, fomentando alianzas para aunar esfuerzos. Es un error estratégico “insularizar” las organizaciones sanitarias. En la razón de ser de la gestión sanitaria está la participación de toda la sociedad, hay herramientas para fomentarla, hay modos de hacer partícipes del funcionamiento e incluso de la gestión sanitaria a la sociedad a la cual servimos.

Desde la dimensión de la Planetary Health el sistema sanitario afrontaría con mucho mayor enfoque el sendero a seguir para lograr la Excelencia Organizacional, una excelencia que jamás puede concebirse sin los Objetivos de Desarrollo Sostenible.