La guerra: un caldo de cultivo para las enfermedades
La guerra no es solo un espectáculo dantesco de explosiones ensordecedoras y metrópoli en ruinas. Es una plaga que se extiende más allá del campo de batalla, envenenando la vida cotidiana con un arma silenciosa pero letal: la enfermedad. En los países asolados por la barbarie, el acceso a la salud se convierte en un lujo inalcanzable. Hospitales derruidos por misiles se erigen como monumentos a la crueldad, y el personal sanitario, esos héroes anónimos, se ven obligados a ejercer su noble oficio bajo la constante amenaza de la violencia. Los medicamentos, vitales para combatir males comunes, se transforman en bienes tan escasos como la esperanza. Y es en